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Banda de Los Monos

Detienen a prófuga por narcotráfico

Se trata de Gladis Barrios, quien trabaja bajo las órdenes de su sobrina Vanesa, la mujer de Ariel Máximo Guille Cantero.


Una mujer de 49 años que estaba prófuga en la causa Los Patrones, una investigación por la que fueron procesados 23 integrantes de la banda de Los Monos, fue detenida el viernes pasado en la zona sur donde visitaba a un familiar. Se trata de Gladis Obdulia Barrios, tía de Vanesa, la mujer de Ariel Máximo Guille Cantero. El titular del juzgado federal de Rosario N°4, Marcelo Bailaque, fue quien a fines del 2015 dispuso el procesamiento con prisión preventiva de 23 personas vinculadas –directa o indirectamente– a la banda  de Los Monos. Entre los procesados se encuentran los presuntos líderes de la organización, Ariel Máximo Cantero y Jorge Emanuel Chamorro, quienes –de acuerdo a la resolución del magistrado– continuaban manejando el comercio de estupefacientes en distintos puntos de Rosario desde su lugar de detención en la Unidad Penitenciaria de Piñero. Para ello, impartían directivas que eran ejecutadas por sus respectivas parejas, Vanesa Barrios y Jésica Lloan, quienes se ubicaban así en las líneas superiores de la organización nacrocriminal.

En el expediente se menciona a Gladis Obdulia Barrios. Sostiene que “ocuparía un rol superior en la organización ya que sería quien proveería de mayor cantidad de estupefacientes y tendría contactos con los sujetos que estarían encargados de la fabricación, elaboración y fraccionamiento de la droga”, sostiene el juez en el procesamiento.

Aseguran que desde la casa de zona sur que habitaba Barrios se realizaron “diversas observaciones y seguimientos”. En una de tales observaciones los pesquisas observaron a un hombre que llegó en un Renault Megane a la vivienda, al que se lo individualizó como “Viejo”, con quien momentos antes habría tenido conversaciones telefónicas en las que la mujer le pide: “Necesito que me traigas cincuenta, cincuenta de especial, y cincuenta de la pura”. Otra conversación que refería: “Necesito cincuenta de escama, cincuenta de escama y ciento cincuenta de especial. Fijate que la escama esté en piedra”.

En otro párrafo del expediente, el magistrado sostiene que la venta de estupefacientes que estaría llevando a cabo Gladis Barrios la haría bajo las órdenes de Vanesa (por Barrios, esposa de Guille y sobrina de Gladis) quien sería la encargada de la autorización y coordinación de la entrega de la droga, como también del cobro de esas sustancias.

Fuentes de la investigación aseguraron que Gladis quedó detenida en Rosario, que se descartaba la posibilidad de su excarcelación por no tener hijos pequeños.

El operativo desplegado por las fuerzas de seguridad en noviembre pasado ocurrió ante la inminencia del arribo a Rosario de un importante cargamento de estupefacientes y fue el resultado de una extensa investigación desarrollada por el fiscal subrogante Marcelo De Giovanni y la fiscal del Distrito Santa Fe, Adriana Saccone, quienes cuentan con la asistencia de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), a cargo de Diego Iglesias. La pesquisa comenzó en noviembre de 2014 a partir de una comunicación de la Superintendencia de Drogas Peligrosas que puso en conocimiento del Ministerio Público la comercialización de estupefacientes en una esquina de un barrio del sur de Rosario. Lejos de limitarse a los eslabones inferiores de la cadena de comercialización, la labor de la Fiscalía apuntó a desentrañar a los responsables de los distintos roles y jerarquías, desde los “soldaditos” a cargo de la seguridad en los distintos puntos de venta hasta los encargados de proveer los estupefacientes, incluyendo a quienes facilitaban el almacenamiento y la logística a la organización. Entre el extenso caudal probatorio se encuentra un importante volumen de intervenciones telefónicas.

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