Policiales

Tras breve persecución

Detienen a Locato, mencionado en un crimen cometido en Villa Flammarión

Saltó a las crónicas policiales el pasado 2 de abril, cuando desconocidos le dejaron un mensaje con sello de plomo a metros de su casa en la zona sur; este martes, uniformados del Comando lo apresaron junto a un cómplice en barrio Plata. Ambos quedaron detenidos a cargo del fiscal de homcidios


El nombre de Locato surgió en el marco de una infernal balacera en Dorrego y Ameghino, en marzo pasado. Fotos: Juan José García (archivo).

Un joven de 21 años mencionado en un crimen cometido en Villa Flammarión fue detenido en los primeros minutos de este martes en el marco de un patrullaje de personal del Comando Radioeléctrico, según confiaron fuentes policiales. Se trata de Brian Agustín T., más conocido como Locato, quien fue arrestado junto con un compinche de su misma edad tras una breve persecución por inmediaciones de Castellanos al 5300, barrio Plata. Ambos serán imputados en los próximos días por el homicidio de Mauro Pereyra, acribillado a balazos el pasado 14 de abril en Margis al 5000B.

Brian T. saltó a las crónicas policiales el pasado 2 de abril, cuando desconocidos le dejaron un mensaje con sello de plomo a metros de su casa en Dorrego al 4300, entre Ameghino y pasaje Maratón. Esa noche desde un auto, que algunos aseguraron era un Volkswagen Gol y otros una Ford Ecosport, asomó una ametralladora que escupió una treintena de proyectiles calibre nueve milímetros. Las balas impactaron contra frentes de viviendas y coches estacionados. Una vecina que estaba en la vereda se salvó por poco: un plomo le rozó la cabeza y debió ser atendida en un centro de salud. Los investigadores dijeron que el blanco del ataque era Locato. En esa ocasión el muchacho se fue antes de que llegue la Policía.

“Perdí, jefe”

Este martes a la medianoche, personal del Comando Radioeléctrico que patrullaba la zona de avenida Nuestra Señora del Rosario y Castellanos identificó un Volkswagen Gol Trend  que, al notar la presencia policial, intentó fugar. De acuerdo con las fuentes del caso, los dos ocupantes transitaron unas cuadras y se detuvieron en Castellanos al 5300, bajaron raudamente y quisieron meterse en una vivienda, pero fueron detenidos.

Una fuente policial consultada dijo que Brian T. exclamó cuando fue requisado: “Jefe, ya perdí; a mí me llaman Locato, ustedes seguramente me conocen. Tengo un par de broncas dando vueltas por ahí, díganme cómo podemos arreglar y yo hago bajar algo”. Junto a él se encontraba Ramón C., y ambos fueron alojados preventivamente en la comisaría 15ª ya que una diligencia  investigativa los ubicó como sospechosos de una saga de balaceras en la zona de Margis al 5000 y de Flammarion y Gutiérrez.

Una vez en la seccional, desde la Fiscalía de Homicidios ordenaron que tanto Locato como Ramón Martín C. queden detenidos y próximos a ser imputados por el homicidio de Mauro Ezequiel Pereyra, de 27 años, asesinado la noche del domingo 14 de abril pasado en Margis al 5000B (y España), según indicaron fuentes judiciales.

El asesinato

Ese domingo pasadas las 20, Mauro charlaba con sus vecinos Rodolfo C., de 36 años, y Sergio S., de 39, cuando los ocupantes de un Chevrolet Corsa con vidrios polarizados pasaron por la cuadra de Margis casi esquina España. Cuando el conductor llegó a la altura de los tres, sus acompañantes bajaron los vidrios y abrieron fuego. Los vecinos contaron que se escucharon al menos 15 disparos. Tras la balacera, Mauro recibió un disparo en el tórax y otro en el cuello; Sergio S. terminó también con un tiro en el pecho y otro en el muslo. Los dos quedaron internados en el hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca), donde los médicos anunciaron que Mauro Pereyra había fallecido. En tanto, Rodolfo C. quedó internado en el hospital Roque Sáenz Peña por un disparo que ingresó por su axila.

Tras el crimen, los vecinos describieron a Mauro como el papá de una nena de 6 años, a quien todos los días lo veían llevarla a la escuela, muy educado y trabajador. Vivía en una pensión a unos metros de donde lo asesinaron. Algunos de sus conocidos dijeron que hacía trabajos de pintura y albañilería y se sorprendieron cuando se enteraron de que una de las hipótesis sobre el móvil de la balacera que terminó con su vida fue un conflicto derivado del comercio de drogas al menudeo, según indicaron voceros policiales y judiciales en dicha oportunidad.

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