El Ciudadano
En diciembre pasado, Matías Ezequiel Sosa, un vendedor ambulante de 25 años conocido como René, fue asesinado a tiros por dos hermanos policías, uno de ellos su cuñado, en la puerta de su casa de Parque Casas frente a media docena de efectivos del Comando Radioeléctrico que declararon como testigos. El crimen agravó la convivencia entre las familias de ambos que eran vecinas y que se denunciaron mutuamente por amenazas. Este jueves la madre, la viuda y un hermano menor de René fueron imputados por la jueza Silvia Castelli, quien ordenó que queden detenidos por el plazo de ley. La defensa reclamó sin éxito la libertad de sus defendidos al resaltar que ninguno de los tres tenía antecedentes penales y que la viuda de Sosa es madre de una beba y dos niños pequeños. Durante la audiencia, que duró más de tres horas, declararon como víctimas el padre de los dos policías detenidos por homicidio y la pareja de uno de ellos, quien es hermana del joven asesinado.
La acusación estuvo a cargo de la fiscal Viviana O’Connell, que según voceros del caso ordenó más detenciones de familiares del muchacho ultimado.
Fuentes del caso informaron que la fiscal acusó a los tres detenidos por cuatro hechos –de amenazas y daños– ocurridos la semana de diciembre en la que fue asesinado René.
El joven de 25 años se ganaba la vida como vendedor ambulante y tenía dos hijas, entonces de tres meses y cinco años, y además criaba al nene de 9 de su mujer.
El domingo 16 de diciembre, alrededor de las 14 fue herido de tres balazos en la puerta de la casa de su mamá, en Uriarte al 1500, delante de su progenitora, de una de sus hermanas y de seis policías del Comando Radioeléctrico.
Los agresores, Franco Hugo Villarruel y Víctor Oscar Villarruel, dos hermanos policías de 33 y 35 años se encuentran detenidos desde entonces imputados por el crimen de Sosa.
René agonizó varios días y murió al jueves siguiente. Los médicos dijeron que tenía un tiro en el medio del pecho, el rostro golpeado y otros dos plomos en la cadera.
Su deceso enfureció a su familia que según las denuncias por daños, destrozaron un depósito de los padres de los policías presos y les propinaron amenazas de muerte.
Fuentes del caso informaron que una de las denunciantes fue Mónica Soledad, hermana de René y pareja del policía Franco Villarruel, quien este jueves declaró en contra de su madre y hermanos y dijo tener miedo por la integridad de sus hijos porque le recriminan la muerte de René.
También declaró su suegro, quien desmintió que sus hijos policías sean homicidas y en cambio arremetió contra los familiares del joven asesinado, a quienes culpabilizó de echarlo del barrio.
A su turno declararon Clara E., madre de René; Melani B.; la viuda, y Milton S., hermano del joven asesinado, quienes lloraron, desmintieron las acusaciones y mostraron denuncias de amenazas que los tienen a ellos como víctimas.
Durante la audiencia, tanto el papá de los policías presos como el del joven asesinado debieron recibir asistencia médica por descompensaciones físicas, dijo una fuente.
La audiencia terminó con prisión preventiva para todos por el plazo de ley, mientras que se prevé que la viuda de René, madre de tres niños pequeños, pueda obtener una morigeración de prisión ya que los menores quedaron a su cuidado.
Su hermana se mostró sorprendida por la decisión de la jueza, reiteró que las acusaciones son falsas y lamentó particularmente la situación de la mamá de René: “Esa mujer no va a sobrevivir en la cárcel. Está muy enferma, nunca en su vida estuvo presa y está destrozada por la muerte de su hijo. Es increíble que la manden a una cárcel, es una señora mayor que no puede salir sola a la calle, sufre problemas de presión y le mataron a su hijo frente a ella hace pocos meses. Ahora la meten presa por mentiras”.
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