Edición Impresa

Detienen a cuatro policías por persecución y tiroteo fatal

Los uniformados trabajan en el Comando Radioeléctrico de Villa Gobernador Gálvez y se entregaron ayer ante su jefe.


balaceradentro

Cuatro policías del Comando Radioeléctrico de Villa Gobernador Gálvez quedaron detenidos ayer por la mañana acusados por el homicidio de Gabriel Maximiliano Riquelme, 20 años. El joven fue ultimado de dos disparos el lunes por la madrugada mientras escapaba en un auto junto a un grupo de amigos de atacantes que los persiguieron a los tiros desde la vecina localidad hasta Pueblo Esther. Además de los cuatro imputados (tres hombres y una mujer), la fiscalía tomó declaración ayer a otros tres policías que estaban en la subcomisaría 15ª de Pueblo Esther debido a que los vehículos que protagonizaron la persecución pasaron dos veces por el frente de la seccional.

El hecho se conoció anteayer pasadas las 5 cuando Riquelme fue trasladado por amigos hasta el hospital Clemente Álvarez, donde llegó sin vida. En su declaración, los jóvenes contaron que el lunes por la madrugada, luego de compartir una salida con amigos al boliche Gitana, de Presidente Roca y Santa Fe, la víctima fatal se subió al Chevrolet Celta que conducía uno de sus amigos, Cristian G., de 22 años. Él se sentó atrás junto a Gastón H., Leonel T. y Camila R.

Con respecto a la mecánica, las fuentes del caso pudieron reconstruir en base a peritajes realizados hasta el momento que el conductor del Celta cruzó la ciudad hacia Villa Gobernador Gálvez. Al llegar a la esquina de avenida Alberdi y Belgrano de dicha localidad, los jóvenes indicaron que fueron interceptados por un vehículo gris con vidrios polarizados y que uno de sus ocupantes sacó una pistola y descargó una lluvia de balas contra el Chevrolet. En ese ataque, Riquelme fue herido.

El chofer del Celta realizó maniobras y tomó por la ruta provincial 21 para intentar perder a los agresores, quienes desaparecieron luego de recorrer alrededor de 25 kilómetros, a la altura de la localidad de Pueblo Esther.

Tras el tiroteo, las víctimas llevaron a Riquelme hasta el hospital de emergencias, pero el joven falleció antes de llegar. La víctima contaba con dos impactos de bala en el omóplato izquierdo y en el cuello, sostuvo un portavoz.

La pista del Fiat

Los ocupantes del Chevrolet relataron que el vehículo del que partieron los disparos era un Fiat color gris y aseguraron desconocer a los atacantes. Además, sostuvieron que no tenían problemas con nadie y que desconocían los motivos de tamaña agresión, que dejó cuatro orificios de bala en la parte trasera del vehículo, dos en la puerta trasera del lado del acompañante (donde iba Riquelme) y un plomo calibre 9 milímetros que fue hallado en el piso del auto. “Comenzamos con una serie de medidas que nos acercaron a dar con el automóvil utilizado por los atacantes para cometer el crimen. Descubrimos que la titular era una mujer y el modelo era un Fiat Palio”, describió un pesquisa.

En ese marco, cerca de las 10 de ayer, tres hombres y una mujer, todos policías del Comando Radioeléctrico de Villa Gobernador Gálvez, se presentaron ante su jefe al volver de su franco de servicio y reconocieron que habían sido los protagonistas de la persecución que terminó con la muerte de Riquelme.

Los uniformados quedaron alojados en la Alcaidía de Rosario y sus armas reglamentarias eran peritadas, al cierre de esta edición, por el personal de Criminalística.

A pesar de que los policías se negaron a declarar, de la investigación surgió que la titular del Palio era la mujer policía, que los cuatro sospechosos estaban franco de servicio en Rosario, que los proyectiles que dieron muerte a Riquelme eran calibre 9 milímetros (el mismo que usan las armas reglamentarias de los uniformados) y que se registró una llamada al 911 donde personal policial solicitaba refuerzos en Villa Gobernador Gálvez.

“Las armas de los policías fueron remitidas a los peritos para realizarles las pruebas para establecer si fueron las utilizadas en el ataque. Se están haciendo medidas en los automóviles para hallar otros elementos que ayuden a esclarecer la mecánica del hecho y se solicitó un detalle de las llamadas al 911 que existieron a la hora de la persecución”, detalló una fuente del caso.

Otra de las medidas que hicieron los investigadores fue recorrer el trayecto que realizaron los vehículos.

En la reconstrucción, los pesquisas recolectaron vainas servidas calibre 9 milímetros en varios puntos del recorrido, en particular a lo largo de la ruta 21. Además, descubrieron que los vehículos pasaron dos veces por el frente de la subcomisaría 15ª, ubicada en Juan Perón 2101, de Pueblo Esther. Por este hecho, una mujer y dos hombres, todos policías que estaban en ese momento en la seccional, declararon ayer por la mañana ante el representante del Ministerio de la Acusación. “En su exposición los uniformados indicaron que escucharon las detonaciones, pero que fue un hecho en que no pudieron constatar lo que pasaba como tampoco identificar los vehículos que intervinieron”, sostuvo un vocero allegado a la investigación.

Comentarios

10