Policiales

Violencia Institucional

Detención seguida de muerte: pasaron a disponibilidad a cuatro policías del Comando Radioeléctrico

Los agentes que la noche del jueves apresaron a un vecino de San Lorenzo porque un quiosquero dijo que lo molestaba y le pedía fiado, fueron sumariados y separados de sus cargos mientras se investiga si el joven falleció luego de recibir una salvaje golpiza


Foto Archivo

Maximiliano Heredia tenía 32 años y vivía en San Lorenzo. Se lo llevaron detenido el jueves por la noche a metros de su casa luego de que el empleado de un quiosco de la cuadra le hiciera señas a un móvil del Comando Radioeléctrico para que “hagan algo” porque le pedía fiado todos los días y espantaba a los clientes. Y los policías hicieron algo. Heredia fue reducido y esposado por cuatro agentes que lo cargaron en la parte trasera de una camioneta policial y media hora después lo dejaron en la guardia del hospital local aduciendo que “se había descompensado”. Murió cuando era trasladado en estado crítico a un centro de salud de mayor complejidad luego de que lograran reanimarlo y entubarlo.

Uno de los médicos que lo atendió dijo, según fuentes del caso, que estaba salvajemente golpeado, sangraba y tenía una fuerte contusión en la cabeza. La autopsia se realizará este jueves en Rosario bajo el protocolo de Minnesota por tratarse de una muerte en custodia.

En tanto, los cuatro uniformados que intervinieron en la detención fueron pasados a disponibilidad por la Agencia de Control Policial del Ministerio de Seguridad, en medio de una investigación controversial ya que la primera medida que tomó la fiscal del caso, Melisa Serena, fue darle intervención a la misma Policía a través de la División Judiciales para que esclarezca el caso.

Nada corroborado

Desde el Ministerio Público de la Acusación (MPA) informaron que aún no hay nada corroborado sobre cómo ocurrieron los hechos, la detención y posterior muerte de Heredia, y que esperan los resultados de varias medidas en curso, entre ellas la autopsia y el secuestro de los GPS de los móviles policiales que intervinieron; ya que la fiscal no solicitó que incautaran los celulares de los agentes involucrados.

En principio la Fiscalía dijo que baraja una versión sobre que Heredia estaba ebrio y discutió con un vecino por lo que fue detenido por los policías que declararon que estaba “agresivo” y que luego de reducirlo “se descompensó”. Al respecto, el MPA informó que tras su detención  “no lo habrían llevado a la seccional”, pero para ello aguardan los resultados de las medidas mencionadas que se encuentran en curso.

Fuera de funciones

Mientras tanto y a modo preventivo, la Agencia de Control Policial del Ministerio de Seguridad de Santa Fe pasó a disponibilidad a los cuatro uniformados tras considerar, más allá de la investigación judicial, que se trata de un hecho grave en una localidad pequeña y de seguir en funciones podrían obstaculizar la pesquisa.

Según fuentes oficiales, se les abrió un sumario administrativo a los cuatro agentes –un inspector y a tres suboficiales del Comando Radioeléctrico de la Unidad Regional XVII de San Lorenzo– y se los pasó a disponibilidad.

“Hagan algo”

La detención de Heredia se produjo, según distintas fuentes, luego de que el empleado del maxikiosco 24 horas ubicado en Brown y Thompson le hiciera señas a un patrullero que recorría la zona. Los uniformados le preguntaron qué pasaba y el empleado les señaló a Heredia, quien vivía a 30 metros del comercio y en ese momento se alejaba rumbo a su casa a pie. “Ese que se va, viene todas las noches a amenazar, a pedir fiado, espanta a los clientes, molesta todos los días, está drogado todo el día… por favor hagan algo”, dijo el empleado a los policías.

Lo que ocurrió después sólo se sabe por la versión de los uniformados, ya que Heredia fue reducido y esposado por los dos agentes, a los que se sumaron otros dos refuerzos, y desde allí no se conoció otro destino más que la guardia del hospital Granaderos a Caballo de San Lorenzo a donde los policías lo llevaron en estado crítico.

Una fuente del caso dijo que debieron hacerle reanimación durante una hora y por el estado en el que se encontraba, con sangrados y golpes por todo el cuerpo, entre ellos una fuerte contusión en la cabeza que podría ser el causal de la muerte, lo entubaron y lo derivaron a un centro de salud de mayor complejidad en la localidad de Cañada de Gómez, ubicada a unos 80 kilómetros de San Lorenzo, donde murió.

Fuentes no oficiales, ya que cuando hay policías involucrados la información es por demás de reticente, aseguran que hay testigos que vieron a los uniformados golpear al muchacho.

No obstante, los policías declararon que el joven se descompensó cuando lo trasladaban en la camioneta hasta la sede del Comando Radioeléctrico, donde no hay registro que hubiera ingresado durante la casi media hora que pasó desde su detención hasta el ingreso al hospital.

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