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Destruyen caja fuerte y se llevan $600 mil de distribuidora

Por Agustín Shcoler.- Escruchantes anularon el sistema de alarma de la mayorista Tyna y al irse se llevaron las grabaciones de seguridad.


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Tiempo, precisión, logística, datos precisos y un fin de semana largo fueron la combinación perfecta para un número no determinado de personas que en la madrugada del lunes ingresó en una distribuidora mayorista de galletitas y golosinas ubicada en la zona oeste y, luego de destrozar una caja fuerte de más de dos toneladas que se pensaba era inviolable, se alzaron con más de 600 mil pesos en efectivo. “Yo creía estar resguardado de este tipo de robos, suponía que había puesto el mayor número de trabas posibles, pero no era así; son las reglas del juego. De todas maneras nadie me saca el enojo de saber que hay gente que no se mueve para dar con los que me robaron”, afirmó ayer uno de los propietarios, en referencia a lo que juzgó como lento accionar de los investigadores de la Unidad Regional II.

El audaz golpe a la distribuidora Tyna, ubicada en avenida Presidente Perón al 6900, ocurrió durante la madrugada del lunes. Esa es la principal sospecha de Gabriel Romero, titular de la firma que en casi 30 años se convirtió en una de las más importantes del país. El empresario relató que cerca de las 3 de la madrugada del lunes, lo llamaron de la firma encargada de la seguridad del Centro de Distribución de 3.600 metros cuadrados.

“Me llamaron para avisarme que habían perdido conexión con la alarma del local; entonces yo les pedí que pidan que vaya un patrullero del Comando (Radioeléctrico), para que revisaran un poco el lugar. Como los policías no vieron nada, supusimos que era un problema técnico. Cuando vinimos esta mañana (por ayer), nos encontramos con un terrible despelote”, afirmó Gabriel.

Según presumen las víctimas, los autores del golpe treparon por una de las paredes laterales del galpón, ubicado sobre Presidente Perón, entre las avenidas Provincias Unidas y Circunvalación, zona industrial donde casi no hay viviendas, hecho que fue aprovechado por los ladrones.

A través de una pasarela de concreto dieron con la ventana de una de las oficinas principales. La rompieron, subieron a un entretecho –para no ser captados por la alarma– y cortaron los cables del sistema de seguridad, estiman en la empresa.

Una vez superado el escollo de las alarmas, volvieron a salir de la oficina. Siguieron caminando por la misma pasarela por la cual habían ingresado y a los pocos metros se toparon con una ventana que da a una oficina lindera. La rompieron y comenzaron a trabajar sobre una imponente caja fuerte de dos toneladas y media.

“No sólo sacaron la alarma. Yo tengo más de 32 cámaras de seguridad, que son independientes, las manejo por mi cuenta y seguramente en algún momento los filmaron. Pero esta gente, que no se le escapó el menor detalle, se llevó las grabadoras donde queda todo registrado”, afirmó Gabriel, con una sonrisa tensa, sin salir del asombro.

“Acá alguien nos vendió. Los choros no dieron un solo paso en falso. Para que se den una idea, para entrar la caja fuerte al local tuvimos que cortar el techo y usar una grúa de 18 metros. Esto no es trabajo de un raterito”, sostuvo el titular de la distribuidora de galletitas y golosinas.

Los autores del escruche se tomaron todo el tiempo del mundo para abrir la caja fuerte, que fue literalmente destruida. De su interior tomaron algo más de 600 mil pesos en efectivo y luego se marcharon, al parecer por el mismo lugar por el que ingresaron.

“¿La Policía no puede hacer un registro de los empleados que instalaron el sistema de seguridad? ¿Ver si alguno tiene prontuario? ¿Sus relaciones?”, preguntó Romero, quien agregó: “Yo no quería hacer la denuncia para no perjudicar a la ciudad, porque los medios de Buenos Aires hablan como si sólo en Rosario se robara. Pero me molestó muchísimo la falta de disposición de la Policía. No vino nadie a realizar pericias y me mandaron un sumariante para que vaya a declarar a la comisaría”, indicó el dueño del negocio.

El caso es investigado por la comisaría 32ª, con jurisdicción en la zona, junto al Juzgado de Instrucción en turno.

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