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Después del éxito de “La Casa de Papel” y “Elite”, Jaime Llorente protagoniza “El Cid”

El actor conocido por personificar a Denver y a Nano en las afamadas series españolas encarna ahora al legendario líder militar medieval Rodrigo Díaz de Vivar en una superproducción que ya está disponible en la plataforma de Amazon Prime Video


El actor español Jaime Llorente, conocido por su rol del explosivo Denver en La casa de papel, encarna ahora al legendario líder militar medieval Rodrigo Díaz de Vivar en la superproducción El Cid, propuesta ya disponible en la plataforma de Amazon Prime Video que para su protagonista demuestra que “en cualquier lugar del mundo se pueden hacer series muy buenas”.

“Para construir este personaje me ha tocado deconstruir el mito”, señaló el intérprete murciano, sobre el desafío de alejarse del Cid Campeador de las leyendas y acercase al que surge de la investigación histórica.

Es que la figura del Cid es conocida sobre todo por el poema épico “Cantar de mio Cid”, un cantar de gesta anónimo del 1200 que relata las hazañas heroicas inspiradas en los últimos años de “Ruy” Díaz de Vivar.

“Para hacer algo creíble y algo que llegue a la gente, tenemos que abandonar un poco la idea fantástica que tenemos de él, meternos en los bajos fondos de su personaje y entender por qué termina siendo quien es”, añadió Llorente, muy popular también por la serie de Netflix de drama adolescente Élite.

Creada por José Velasco y Luis Arranz, y con música del argentino Gustavo Santaolalla, los cinco episodios de la primera temporada de El Cid funcionan a modo de precuela de los hechos que se narran en el poema épico, ya que presenta los primeros años de trayectoria del joven “Ruy” hasta convertirse en fiel vasallo, caballero y héroe de la corona española en el siglo XI.

Ambientada en Castilla, la trama inicia en un período de convulsiones entre la corona y los territorios árabes, a partir de la descomposición del otrora poderoso Califato de Córdoba.

Ruy es hijo de un guerrero de frontera de estirpe noble que muere en una de las batallas intestinas entre reinos cristianos, luego de lo cual su abuelo decide llevarlo a la corte del rey Fernando I de León y ubicarlo como escudero del infante Sancho, heredero al trono.

Intrigas palaciegas, romances y ambiciones darán un contexto a los primeros pasos del joven guerrero, en una producción que llega con el mote de la “serie en español más cara de la historia”.

Pese a que no trascendieron las cifras del presupuesto invertido por Prime Video y Zebra Producciones para crear esta suerte de Game of Thrones castellana, sí se supo que para sus cinco episodios de una hora se rodó durante 109 días (el 70 por ciento en exteriores en locaciones de Soria, Zaragoza, Teruel y Burgos), con un equipo técnico de más de 300 personas.

Además, más de mil cien caballos y hasta tres mil cuatrocientos extras fueron empleados en las escenas de batalla, que prometen estar a la altura de Hollywood.

“Lo que más me sorprendió es la gran desinformación que teníamos todos con respecto a la figura de El Cid”, apuntó Llorente a la agencia de noticias Télam. Y continúo: “Yo lo conocía casi por el imaginario popular que tenemos todos, y en cuanto empecé a investigar me di cuenta de que era una figura muy manoseada, incluso por intereses políticos. De las cosas más bonitas que he aprendido ha sido la capacidad que ha tenido de conciliar culturas; él se nutrió muchísimo de la cultura árabe, estuvo muy cerca del mundo árabe para intentar desarrollarse como guerrero y como político que después fue. Es un personaje mucho más interesante de lo que nos han hecho creer; luchó muchas veces a favor de los árabes, en contra de ese apodo que tenía de «matamoros», que me parece terrible, bastante grosero y que no fue verdad. La serie nos va a acercar un poco más a la realidad de esta figura”.

Respecto de la preparación que tuvo que hacer para hacerle frente a este personaje, que incluyó entrenamiento físico, el actor contó: “Tuve que meterme un poco al gimnasio, no tanto por estética sino por poder soportar todo lo que venía. También intentar dar un aspecto un poco más rudo, no creo que el cuerpo que conocemos hoy de gimnasio fuese real en esa época. Luego, yo no había montado a caballo nunca en mi vida, entonces fueron muchas horas en el picadero montando para dominarlo; tenía que montar muy bien. ¡Iba a ser El Cid! También mucho trabajo de espada, para marcar bien las coreografías, para trabajar en un ambiente seguro y hacer algo muy real. En estas series se nota cuando las batallas no están muy ensayadas y pueden estropear el trabajo, y les dedicamos mucho tiempo para hacerlas muy realistas”.

Además Llorente advirtió: “Hay una trampa en la primera temporada”. Es que si bien su personaje es el protagonista, en los primeros capítulos, se lo ve en el último escalafón a nivel jerárquico. “Toda la gente que me rodea está por encima de mí, no le puedo levantar la voz a mi señor, no puedo ir en contra de él. Estoy supeditado a todo lo que los demás quieren de mí. Entonces ¿Cómo hacer un protagonista sin el poder del protagonista? Trabajé mucho lo que no se decía, el poder de la mirada, lo interno, el subtexto”, apuntó.

Tras el éxito de series como Game of Thrones y consultado sobre que es, a su parecer, lo que llama la atención del público a estas propuestas de “caballeros” y reinos; el actor analizó: “Creo que hay un halo misterioso, poético, onírico en la época que es muy llamativo. Y luego es genial, porque no dejas de entender a través de estas series de dónde venimos y cómo era nuestro pasado. Todo el mundo necesita saber de dónde viene, y entender que ha pasado tanto tiempo y nos pasan las mismas cosas como sociedad. Todas esas cosas en comunión hacen que tengamos mucho interés, junto con la fantasía, porque no deja de ser un juego de niños, de gente que se pelea con espadas, que era lo que queríamos hacer de pequeños”.

Ficción española

“En cualquier lugar del mundo se pueden hacer series muy buenas si se tienen los medios”, dijo Llorente tras protagonizar dos de las varias producciones que los últimos años pusieron el foco en el trabajo que se viene realizando en España. “España ha sido un ejemplo, pero quedan muchos países para que suceda esto mismo. Al final, no tenemos la industria de Estados Unidos, pero tenemos ideas que solo hacen falta los medios y el desarrollo para generarlas”, concluyó.

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