Luciana Mangó
Juan Recoaro cursa el último año de la secundaria en el Instituto Superior Politécnico y es uno de los estudiantes que más sabe de física en el país. También es uno de los jóvenes que esta semana participa de las 50ª Olimpíada Internacional de Física en Tel Aviv, donde compite junto a otros dos santafesinos: Facundo Leguizamón de la carrera de Ingeniería Civil de la UNR Y Gastón Francois de la carrera Mecánica Eléctrica de la UNL.
Enfrentan a representantes de otros 69 países por una medalla. No les fue fácil. El pasaje aéreo dos semanas antes y la confirmación el mismo día que cerraba la inscripción. Es que los responsables del comité nacional resolvieron que Argentina no iba a participar. Finalmente, y luego de reiterados reclamos, el Ministerio de Educación de la Nación giró los fondos. “El jueves 20 a la tarde nos pusimos a entrenar. Nunca pensé que íbamos a poder viajar. Aún estoy en estado de shock. Quiero agradecer a quienes colaboraron. Vamos a dar lo mejor de nosotros”, dijo Recoaro a El Ciudadano.
De 0 a 100
Recoaro dice que hasta que entró al Politécnico no sabía nada de física. En primer año estudió las primeras materias y le encantó. Para él, la ciencia le permitió entender cómo funciona la realidad. En 2016 participó por primera vez de una olimpíada de física, y al año siguiente integró el equipo que compitió en un concurso iberoamericano. En 2018 ganó una medalla de bronce representando a Argentina en las olimpíadas de Portugal.
Este año Recoaro quedó en el podio del ranking nacional junto con Facundo Leguizamón y Gastón Francois. Los tres pasaron el verano planeando viajar a Israel para la competencia internacional. Sin embargo, el comité ejecutivo de la olimpiada nacional –integrado por tres docentes de la Facultad de Matemática, Astronomía y Física (Famaf) de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) – no los convocó. Habían resuelto, sin muchas explicaciones, que Argentina no iba a participar. Junto a la Secretaría de Asuntos Estudiantiles de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y el profesor Juan Farina, jefe del Departamento de Física del Politécnico, elevaron un reclamo a la Nación.
El jueves 20 de junio era el último día para anotarse. Horas antes, un llamado de presidencia de la Nación les avisó que iban a viajar. El presidente Mauricio Macri, en su fugaz paso por Rosario por el Día de la Bandera, los saludó y felicitó minutos antes de subirse al avión.
“El nivel es alto. Este año participan 69 países. No tenemos el ejercicio que tienen otros. En China entrenan 8 años, en Brasil dos, y nosotros dos semanas y media. Aun así vamos a dar lo mejor y a entrenar de manera eficiente”, aseguró Recoaro.
La competencia
Las 50ª Olimpíada Internacional de Física empezó el 7 de julio y se extenderá hasta el 15 de julio. Es una competencia individual que tiene dos pruebas teóricas y dos experimentales. Cada una dura cinco horas. El puntaje máximo es 50. Quienes lo alcancen recibirán medallas de oro, plata, bronce o menciones especiales. En 2018 Recoaro participó en la competencia internacional en Portugal y trajo una de las tres medallas de bronce que obtuvo Argentina. Fue el año que el país consiguió el mayor número de medallas en una competencia internacional.
Odisea
No fue la primera vez que los jóvenes tuvieron dificultades para participar de un certamen internacional. En 2017 Recoaro integró el equipo que compitió en las olimpiadas iberoamericanas, pero desde Nación les informaron que no había fondos para viajar. El Ministerio de Educación finalmente los envió el dinero, pero los estudiantes perdieron dos días de entrenamiento.
En 2018 quedaron seleccionados para la competencia internacional de Portugal, pero otra vez la falta de fondos puso en duda la participación. Distintas organizaciones y empresas se ofrecieron a costear el viaje. Luego de fuertes reclamos la Nación los giró el dinero para los aéreos. “Sentimos una falta de respeto porque nos manejamos en la institucionalidad. Sólo pedíamos una respuesta de por qué no viajábamos. Es extraño que tomaran la decisión de no competir”, señaló Recoaro.
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