El envío televisivo más tradicional de la ciudad, De 12 a 14, perdió esta semana a una de sus caras más representativas. En efecto, Julio Cesar Orselli, casi se diría un fundador del programa, se desvinculó definitivamente del clásico de los mediodías. Según él mismo relató a El Ciudadano, sus motivaciones para dejar Televisión Litoral fueron varias, pero el detonante fue una crítica efectuada a Los Cosos, el programa que Orselli conduce junto al Negro Álvarez por LT2.
“Esta no fue una decisión tomada de un momento para otro, sí hubo un detonante que fue una crítica al programa Los Cosos, pero hace un tiempo ya que lo pienso, lo consulté con mi analista, con mi familia y todos me apoyaron. No quiero estar en un lugar en el que no me siento cómodo. Me considero un humorista, siempre me caractericé por el humor, es lo que me gusta hacer, siempre afronté mis trabajos con una sonrisa y no me gusta hacerlo si no es de esa manera”, relató el conductor cuya vida profesional se inició en Canal 3 el 22 de junio de 1966.
“No están dadas las condiciones para que siga trabajando en Televisión Litoral”, resumió el locutor oriundo de la ciudad de Bell Ville, provincia de Córdoba, al tiempo que especificó: “Siempre que te llamaban era para hacerte una crítica: «la extensión de los segmentos no es la que debería, el estilo de humor no es el correcto», eso es algo que te termina cansando. Yo ya no estoy para algunas cosas”.
“Cuando me jubilé, cuando llegó ese día le pregunté a (Alberto) Gollan «¿qué hago?». Y me respondió: «Si te querés ir y estás cansado es tu tema, pero por mí podés seguir»”, había contado Orselli a este diario en una nota a fines de 2010.
De 12 a 14 sufrió varios cambios en los últimos tiempos, una renovación que, como señaló Orselli, nada tuvo que ver con la decisión que tomó el pasado lunes cuando pudo verse por última vez en el programa del que es fiel referente. “Del programa se fue (Luis) Novaresio, se fue (Carlos) Bermejo eso tiene que ver con que no los supieron cuidar. Ahora el canal tiene un equipo de gente joven que es excelente, son diamantes que hay que pulir pero si no los motivan no van a poder crecer. Eso es algo que tendrían que rever”.
“No renuncié –aclaró–, no tengo que hacerlo, estoy jubilado, así que simplemente me despedí y me fui. Ahora me voy a tomar algún tiempo para estar tranquilo y descansar, después seguramente voy a volver a trabajar. Nunca podría estar alejado de los micrófonos así que seguramente buscaré la forma de volver a conectarme con la gente, con el público rosarino al que quiero y respeto mucho. Yo siempre fui muy agradecido con esta ciudad que siempre me brindó su afecto”.
Y continuó: “Llevo tantos años de trabajo que la gente me acepta. Lo siento porque no recibo agresiones en la calle sino un saludo cordial. Y eso que me perdonaron no ser santafesino, menos rosarino, nací en Córdoba y hasta tengo la tonada; no soy ni de Central ni Newell’s, sino de Boca; tengo todo para que me odien y sin embargo hay buena onda conmigo, y siento que me adoptaron desde el primer día”.
Sin duda los rosarinos tendrán la oportunidad de volver a ver y a escuchar a quien supo poner su impronta y su humor a más de un ciclo y supo ganarse el corazón de la gente. “Lo que pasa es que, por más que tengamos una profesión que nos expone, somos trabajadores como cualquier otro y tenemos que comprender que estas cosas nos pasan como a cualquier trabajador”.
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