El Hincha

Desgracias bienvenidas

Central, afuera de todo, Racing y Gimnasia en promoción, Chacarita y Atético en descenso directo, no se cansan de perder. En un juego por demás peligroso para la salud de sus hinchas

Parafraseando al inolvidable alberto Olmedo, en lugar de asegurar que “el negro no puede” es posible transformarlo en “Central no puede”, ganar un partido jugando como visitante en el presente Clausura. Pero no importa demasiado, aunque sí debería ser una preocupación, pasa que el resto tampoco gana. Pocas veces se ha vivido una pelea por el descenso tan decepcionante. El repaso se aproxima a lo ridículo. El viernes, en el arranque de la 9na fecha, perdieron Chacarita y Atlético Tucumán. Algo que le daba mucha tranquilidad a los que pelean hoy por jugar la pomoción o quedarse en la categoría mayor directamente.

Así jugó Racing, sin embargo no tuvo tranquilidad y perdió en cancha de Lanús. Otro dulce que recibió Central previo a su, desde el vamos, difícil partido frente a Independiente. Aguantó lo que pudo, principalmente por la buena tarde de Galíndez, pero terminó perdiendo. Una cuestión de jerarquía que inclinó la balanza a favor del líder del Clausura. Gimnasia ya sabía todo, y tenía como pemio extra si conseguía los tres puntos que iba a alcanzar a Central, dejando a Racing detrás. Y sin embargo perdió con Arsenal, y en La Plata. No es común que pierdan todos los que saben que tienen que ganar, la falta de categoría de ellos es enorme. casi que ofende.

En el caso de Central, que es lo que más nos interesa, aún no se puede definir a qué juega. Sí está claro que la no presencia de un volante derecho con oficio arrastra a Chitzoff (un lateral regular) al seguro fracaso, además de invitar al rival de turno que juegue por ese sector a eregirse en la figura del partido. Fue Yacuzzi, de Arsenal, en su momento, Mareque y Mancuello ayer. Pero volviendo a las formas que dominan el fútbol, no se puede encasillar con una palagra a qué juega Central, no es un equipo tocador acostumbrado a dominar los partidos, tampoco es contragolpeador. Crea poco, a veces tira pelotazos con Galíndez, otras intenta desde acciones personales con Núñez o Gómez, pero nada parece funcionar. Simplemente juega como puede, y es igual de flojo que los demás. Por ahora le alcanza con las desgracias de sus competidores, pero sería muy aconsejable mejorar. Quedan nueve finales, alguna tiene que ganar. Sus incondicionales hinchas lo merecen.

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