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Desembarcan 300 agentes federales que serán destinados a patrullar el centro de la ciudad

Este importante número de efectivos federales se suman a los más de 3400 que hoy prestan servicio dentro de Santa Fe. Reforzarán la zona céntrica y la Policía Provincial irá a los barrios


Luego de un fin de semana violento que sumó 5 homicidios, las fuerzas federales comenzaron a llegar Rosario. Se esperan 300 efectivos están arribando en grupos y que se sumarán a los 200 nuevos policías provincias que comenzaron a trabajar la última semana. Como en todas las grandes crisis de seguridad, las fuerzas federales aparecen como una forma de tranquilizar a los vecinos, ya que según las denuncias diarias, las marchas y las protestas, no sólo son víctimas de los delitos cometidos por el crimen organizados, sino por robos, entradoras y atracos callejeros que también resultan violentos.

 

Fuentes del Ministerio de Seguridad de la Nación indicaron que el viernes 12 comenzaron a llegar los agentes a Rosario y para este martes sumarán 300 que revistan en la Prefectura Naval y de la Policía Federal Argentina para colaborar en tareas de seguridad ciudadana en la ciudad. Por orden de la ministra de Seguridad de la Nación, Sabina Frederic, este importante número de efectivos federales se suman a los más de 3400 que hoy prestan servicio dentro de Santa Fe.

Vale la pena menciona que al asumir la actual gestión del Ministerio de Seguridad de la Nación, la provincia contaba con menos de 1900 funcionarios federales como apoyo en el territorio. Esta decisión se enmarca en una serie de convenios firmados durante el 2020 entre la cartera nacional y su par local, donde el objetivo de prevenir y enfrentar las estructuras del delito complejo son prioridad. Además, desde el año pasado, se vienen realizando distintas tareas de control en zonas conflictivas que permiten potenciar la investigación criminal y así poder brindar mayor seguridad a toda la población santafecina en general, y en particular, a la de Rosario.

Operativo

Germán Montenegro, secretario de Seguridad Pública, dijo que en la coyuntura que está viviendo el sur de la provincia, intentan desde su cartera colocar la mayor cantidad de policías en la calle. Sin embargo aclaró que cuentan con una Policía muy chica en relación a la necesidad de patrullaje. En ese sentido aclaró que buscan oficina por oficina a agentes para patrullar las calles y lograron sumar un 15 por ciento más de policías a cuestiones operativas.

También detalló que este año de sumarán 1600 aspirantes a oficiales, ya que hasta el momento el números de egresados de la escuela de policías eran muy pocos.

Desembarco Federal

Las fuerzas federales aportarán 300 agentes que ya comenzaron a llegar a la ciudad y que se ocuparán de patrullar la zona céntrica, mientras que los agentes provinciales serán destinados a los barrios. “Se trata de operativos de seguridad ciudadana y los federales van a complementar el trabajo de la Policía local para prevenir el delito cotidiano”, sostuvo Montenegro.

Federales en Santa Fe

Los desembarcos federales en la ciudad siempre estuvieron asociados al alza de los homicidios. Cuando el reclamo popular pide acción y el Estado provincial se queda sin respuestas llegan los federales. El primer desembarco fue en 2014. La suma de homicidios llegó a 264 en Rosario, a fines de 2013 y buscaron ayuda en la Nación. Unos meses después llegaron las fuerzas federales.

La presencia de los gendarmes en los barrios tranquilizó a los vecinos, aunque rápido vinieron los abusos. El descontrol y la falta de políticas de seguridad transformaron esta medida en un manotazo de ahogado. Sin embargo los homicidios bajaron hasta llegar a 138 en 2019.

Pero el verano de 2020 fue complejo. Fueron 17 homicidios en los primeros 15 días de enero, cifra que se utilizó para dar cuenta de un 2021 más tranquilo. Pero las balaceras del fin de semana, con cinco muertos y varios heridos entre los que figura un abogado, volvió a armar revuelo y al igual que en 2020 los federales volvieron a Rosario.

En la era del secretario de Seguridad Sergio Berni fueron varios los desembarcos. Todos asociados con el crecimiento de los homicidios. También los hubo con Cambiemos en el Gobierno. Siempre llegaron de la mano del aumento de las muertes violentas.

El 8 de abril de 2014 se realizó “el operativo más grande de la historia Argentina”. La frase era repetida por funcionarios tanto del Ministerio de Seguridad, comandados por Berni, como de la Procuraduría de Narcocriminalidad, quienes ese día llegaron en Rosario junto a tres mil agentes federales, seis helicópteros y un avión, para ocupar los barrios más calientes de la ciudad, donde el narcotráfico muestra su rostro más duro y más violento.

En ese momento se registraba un homicidio por día y los cuestionamientos hacia la Policía de Santa Fe eran constantes. La llegada de los federales se leyó como una ocupación del territorio que se había dejado abandonado y que fueron tomando los traficantes de drogas.

Si bien la espectacularidad del operativo rememoró las ocupaciones de las favelas brasileñas, la curiosidad es que en Rosario se realizó el desembarco federal sin necesidad de disparar un solo tiro, algo que no dejaban de resaltar los funcionarios.

Como consecuencia del megaoperativo, 89 búnkers donde se comercializaba droga fueron destruidos, a la vez que unas 25 personas fueron apresadas. Sin embargo, los funcionarios no parecían interesados en mostrar esas cifras, sino en dejar en claro que las fuerzas federales habían ocupado un territorio abandonado y que se quedaban en la ciudad.

En mayo de 2015, otra vez llegaron los gendarmes. Eran 2.500 los efectivos de fuerzas federales que llegaron a la provincia, y casi la mitad de ellos, 1.200, se quedaban asentados en Rosario.

La estadía prevista era de cuatro meses, período en el que el gobierno provincial debía completar la capacitación de nuevas camadas de la Policía provincial para ir reemplazándolos en el territorio.

Después, con el tiempo, las fuerzas federales habían regresado a reforzar la provincia de Buenos Aires, pero los homicidios comenzaron a bajar en Rosario. Es que en 2013 se registraron 264 muertes violentas, y en 2014, 234. Un año después, en 2015, los crímenes violentos sumaban 199 y en 2016 habían bajado a 158. Y 2017 terminó con 162 homicidios, 2018 con 198 y 2019 con 138. Pero la secuencia de muertes que se sucedieron desde comienzos de 2018 sembró la alarma y, como consecuencia, los federales volvieron a la ciudad.

En septiembre de 2016, cuando dos masivas movilizaciones conocidas como Rosario Sangra reclamaban seguridad, el gobierno nacional recibió al gobernador Miguel Lifschitz y se produjo el tercer desembarco, ya en la gestión Cambiemos.

El acuerdo de “colaboración estratégica” firmado con la provincia de Santa Fe para la lucha contra el narcotráfico y otros delitos derivados de esa problemática, determinó la llegada de fuerzas federales a la ciudad.

En mayo de 2018, precedido por la polémica sobre quién debía pagar por el alojamiento y la estancia de los federales en territorio santafesino, otra vez de la mano de la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich llegaron cerca de 800 efectivos en la provincia de Santa Fe, aunque hasta el final de su gestión la funcionaria macrista dijo que había tres mil.

 

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