¿Vergüenza y neurosis de clase para entender al hombre en la sociedad? Alicia y Julio formaron este año el primer laboratorio de sociología clínica en Rosario, una corriente que vincula conceptos de la sociología, la psicología y la filosofía para entender al hombre en su totalidad: la individual y social. El espacio funciona en la Facultad de Humanidades y Artes de la UNR –en el Centro de Estudios de América Latina Contemporánea–. En el ámbito educativo, utilizan estas herramientas en lo que denominan educación divergente. Como punto concreto, referencian el proyecto Escuela Ética y del Bachillerato Popular de Tablada, que puso en marcha Ciudad Futura. Este miércoles a las 10, el laboratorio hará una teleconferencia en la casa de estudios de Entre Ríos al 700.
“Sociología Clínica: Vergüenza y Neurosis de Clase” es el título de la teleconferencia con Vincent De Gaulejac, referente de la corriente, que será traducido por Marcela De Grande. Se realizará vía skype y en simultaneo con Chile.
Julio Luna es sociólogo y contó a El Ciudadano que hace años trabaja la problemática educativa. “Cómo incide el pensamiento divergente en la educación. Queremos fomentar una educación más divergente”, resumió.
Alicia y Julio tomaron contacto con la bibliografía del francés De Gaulejac, presidente y fundador de la Red Internacional de Sociología Clínica y colega del reconocido sociólogo Pierre Bourdieu.
“Los ejes de la sociología son los análisis de las organizaciones y de la sociedad”, describió Luna para explicar qué aborda la sociología clínica. Y una pregunta crucial: “Qué puedo hacer de mí con lo que la sociedad ha hecho de mí”.
Por eso, cuando se estudia el individuo se comienza por su pasado familiar, por las circunstancias de la vida y por las proyecciones personales. “Es una crisis entre lo que somos y lo que queremos ser”, indicó el sociólogo.
Esta rama de la sociología trabaja con la psicología y la filosofía, más precisamente con el existencialismo. La sociología clínica apunta entro otros a los conceptos de vergüenza desde el punto de vista social.
“La vergüenza siempre surge desde la mirada del otro, se puede agudizar o profundizar, y cuando se pierde se cobra dignidad”, señaló Julio.
“Ahí entra a trabajar la sociología cínica, construyendo la superación en los grupos de implicación. No sólo en materia de educación. También en recuperación de adicciones, en el ámbito laboral, es decir todo aquel que se siente excluido de la sociedad”.
Teleconferencia con Vincent de Gaulejac
El próximo miércoles 27 de septiembre se realizará a las 10 en la Facultad de Humanidades y Artes –sala 7A– la teleconferencia: “Sociología Clínica: Vergüenza y Neurosis de Clase” a cargo de Vincent De Gaulejac y con la traducción de Marcela De Grande; se realizará vía skype y también con transmisión en Chile.
La Teleconferencia consta de los siguientes ejes: la neurosis de clase: trayectorias de vida y cambios de clase. La intersección entre lo individual y lo social. Mecanismos de internalización de la vergüenza y la culpa. El enfoque clínico para analizar la génesis social de los conflictos psíquicos. Y también la novela familiar y trayectoria social: la metodología de los grupos de implicación e investigación.
Es gratuita y abierta todo el público.
Trabajo del Laboratorio en Rosario
Cinco personas integran el laboratorio de sociología clínica en la ciudad. Si bien se formó este 2017, hace unos siete años que trabajan en las diferentes problemáticas sociales.
Uno de los principales lugares con los que trabajan es con los chicos de escuela Ética y del Bachillerato Popular de Tablada (las dos primeras escuelas de gestión social de la provincia) puestas en marcha por Ciudad Futura.
Neurosis de clase
La neurosis de clase define las principales características de los conflictos psicológicos vinculados con el desclasamiento social. Remite a la relación entre los conflictos sociales y los psíquicos, que se potencian unos a otros. Alicia López Robledo, una de las fundadoras del Laboratorio de Sociología Clínica en Rosario, relató a El Ciudadano que Gaulejac explica la neurosis de clase con tres historias. Alicia las resumió: “París en los años 80, un chico cuyo padre es un trabajador metalúrgico que luchaba contra la burguesía capitalista en Francia. Envió a su hijo al mejor colegio para que tuviera la mejor educación. Allí conoció a una chica de familia universitaria. Se casaron y tuvieron hijos. El padre, un día, le dice al hijo: “Has llegado”. “De esta manera se explican las paradojas que atraviesan nuestra existencia personal y social. Un hombre del partido comunista luchando contra la burguesía capitalista felicita al hijo que ascendió socialmente a esa misma burguesía”, explicó Alicia.
Otro ejemplo es el de Ani. Era una chica de de clase social muy baja. Su madre, sin instrucción pero trabajadora, la envió a estudiar al pueblo vecino para que tenga un mejor futuro. Cuando la joven termina sus estudios, siente vergüenza de la madre, porque ella ya pertenece a otra clase social. “Esa es la neurosis de clases”, explicó López Robledo.
Sociología clínica
Vincent de Gaulejac, en su libro Neurosis de clase, explica que para comprender las relaciones dialécticas entre la psiquis y lo social que operan en la neurosis de clase, hace falta un enfoque doble: sociopsicológico, para entender los condicionamientos que las estructuras sociales ejercen sobre las prácticas y representaciones (los dramas y desdichas personales), y psicosociológico, para analizar los puntos de vista e intervenciones con las que los actores responden a esos conflictos y sus efectos en diversos contextos y campos sociales. Es un abordaje que combina la sociología crítica (entre otras, el pensamiento social de Bourdieu) y el psicoanálisis freudiano, teniendo en cuenta la autonomía y heteronomía relativas de los procesos sociales y psíquicos, que se comportan según lógicas y mecanismos específicos pero también entablan correspondencias sistémicas mediante la yuxtaposición de sus interacciones.