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Desde Rosario, apoyan a la comunidad kurda

Desde hace dos años funciona en la ciudad una sede del Comité de Solidaridad con Kurdistán.


Rosario es una de las únicas dos ciudades del país (la otra es Buenos Aires) que cuenta con una sede del Comité de Solidaridad con Kurdistán de América latina. La organización hizo pie hace aproximadamente dos años, de la mano de la Juventud Guevarista de Argentina, cuando un grupo de profesionales y estudiantes establecieron contactos con la comunidad asiática durante el foro por la paz en Colombia, realizado en Brasil.

Pese a que el comité ancló en la ciudad hace tiempo, la semana pasada llevó a cabo su primera actividad pública con la presentación del libro Orígenes de la civilización. La era de los dioses enmascarados y los reyes encubiertos, escrito en la cárcel por el líder del pueblo kurdo, Abdullah Ocalan. Se trata de la primera versión traducida al castellano que narra los orígenes milenarios de la civilización kurda.

“Porque para entender los conflictos actuales en la región hay que saber sobre su génesis y cómo influyó la división impuesta por las grandes potencias occidentales luego de la Primera Guerra Mundial”, dice en diálogo con El Ciudadano Mario Bortolotto, rosarino, ingeniero de profesión, docente y uno de los encargados de difundir las actividades que se realizan en Rosario a favor del pueblo kurdo, que desde hace décadas se encuentra enfrentado con al menos cuatro países limítrofes, lucha a la que se le sumaron los intentos de invasión del grupo terrorista Isis.

—¿Cómo se forma el Comité de Solidaridad con Kurdistán en Rosario?

—A través de la Juventud Guevarista de Argentina cuando participamos hace aproximadamente dos años en un encuentro que se realizó en Brasil por la paz en Colombia. Ahí nos conectamos con los compañeros kurdos de América latina, quienes por todos los sucesos ocurridos en nuestro continente en los últimos 15 años estaban muy interesados, en especial en el proceso de refundación de Bolivia como un estado plurinacional en el cual se reconoce a las grandes naciones de los pueblos indígenas. Así surgió la posibilidad de que integrantes de nuestra organización viajaran el año pasado a conocer la realidad de la región kurda.

—¿Por qué la Juventud Guevarista se interesa sobre la problemática kurda?

—Basándonos en uno de nuestros lemas: “Luchar contra cualquier injusticia realizada contra cualquiera, en cualquier parte del mundo”, y muestra un poco el panorama actual que vive el pueblo kurdo.

—El libro que presentaron, ¿se suma a otras publicaciones de Abdullah Ocalan?

—Es uno de los tres libros que escribió desde la cárcel de máxima seguridad de la isla Imrali, en donde es el único preso que tiene el lugar y es considerado el preso número uno del gobierno turco. Hace 16 años que está detenido y totalmente aislado. De hecho, a sus abogados les cuesta mucho poder tener una entrevista con él. Este libro, en particular, es una de las obras principales que no estaba traducida al castellano y en el mismo el autor hace un repaso por la historia de la civilización de esas regiones para comprender la realidad actual desde sus raíces.

—¿En qué contextos internacionales escribe este libro?

—En 2003 hubo un intento de proceso de paz con Turquía fundamentalmente, y en 2013 lo mismo. En ambas oportunidades esos intentos fracasaron. En esos procesos, Ocalan escribió varios libros, uno de ellos sobre la salida democrática en el Medio Oriente, otro por el reconocimiento de todas las naciones que hacen vida en sus estados y el respeto por los derechos culturales, sociales y económicos. Los kurdos han cambiado la línea que tenían hace 20 años de aspirar a ser un estado independiente y hoy persiguen una salida democrática a los conflictos.

—¿Por qué considera importante la lectura de esta obra?

—El libro es importante para poder profundizar sobre la realidad de la región y además está escrito por alguien que desde hace décadas viene organizando el movimiento kurdo. Su lectura es una manera de acercarnos al conflicto más allá de las noticias, basándose en la condición histórica de la región. Hay que tener en cuenta que las luchas del pueblo kurdo no fueron solamente contra los regímenes de hace cien años, sino que se remontan mucho tiempo atrás con los intentos de invasión del imperio Otomano y para comprender lo que pasa en Medio Oriente hay que conocer la génesis de esas civilizaciones.

—¿Cuál es la realidad del pueblo kurdo hoy?

—Se debe tener en cuenta que surge con la división de una serie de estados de Medio Oriente que se dio en el siglo XX después de la repartición del territorio que hicieron las grandes potencias cuando terminó la Primera Guerra Mundial, en función de sus títeres y sus aliados. Por ejemplo, el origen de la civilización kurda se remonta a 4 mil años atrás, tiempo en que habitaban en las montañas. Para ellos hubo una imposición total de las fronteras y las grandes potencias entonces instalaron el conflicto con los países linderos en los que había un nacionalismo muy exacerbado. Un claro ejemplo de la consecuencia de estas imposiciones occidentales fue el Genocidio Armenio, en el que el gobierno turco nacionalista terminó con una de las poblaciones más fuertes de la región. Hoy Kurdistán dejó de lado la lucha por convertirse en un estado independiente y busca la salida democrática. Además, el movimiento de liberación kurdo pudo repeler al Estado Islámico en el norte de Siria

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