Ciudad

madrugada violenta

Descarnado relato de trabajador de prensa que sufrió un salvaje intento de robo el fin de semana

#Zafar. Así tituló el periodista Diego Fiori el violento intento de robo que sufrió el sábado por la noche.


#Zafar. Así tituló el periodista Diego Fiori el violento intento de robo que sufrió el sábado por la noche. Tres sujetos lo abordaron mientras esperaba un taxi en Córdoba y España luego de una salida con amigos, y le propinaron una feroz paliza que le provocó doble quebradura de muñeca izquierda.

“Ya pasaron unos 23 años que voy y vengo por todas partes de mi #Rosario. Me duele no poder caminar por la ciudad; a ninguna hora y por ningún lugar… me duele pensar cosas que no pienso ni siento”, comienza el descarnado relato que hizo el periodista en un posteo de Facebook que rápidamente se llenó de mensajes de fuerza y apoyo. Fiori trabaja para Canal 5, LT8 y conduce el noticiero Apuntes y Resumen en Radio Universidad.

“No hice nada de los que mil veces había pensado ante éstas situaciones, la reacción me llevó a resistir y no largar nada. Empecé a gritar, a transpirar y sentir que me estaba muriendo. Avanzaban y sentía mi cuerpo temblar, la cara paralizada y no me salían los gritos… de golpe los tengo encima”, dice el relato. Si bien no pudieron robarle nada, Fiori calificó la situación sufrida como “horrible. Maldad, furia descontrolada, odio. Ningún código”. También contó que no vio ningún móvil de la Policía ni de la Guardia Urbana.

“Duele. Pienso y me angustio más.No me deja descansar. Insulto y me siento un pelotudo. Por suerte no me mataron, el consuelo de la propia conclusión coincide con las personas que pasaron por una situación como ésta, o peores: por suerte no te mataron […] Esto es #inseguridad, pero mucho peor es permitir que la ciudad sea sólo puertas adentro. #Zafar… en la ciudad prohibida. la cuidad oculta detrás del miedo”.

Con esas palabras cierra el periodista el duro testimonio de una madrugada violenta que lo dejó con un yeso en el brazo, dolor y lleno de angustia e indignación.

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