A diferencia de lo que ocurrió en la Cámara de Diputados, el tratamiento del proyecto de ley que establece el descanso dominical obligatorio para el comercio será muy discutido en el Senado, donde no hay posiciones unificadas y donde ya aparecieron las primeras dudas sobre la viabilidad de la iniciativa. La semana pasada la Cámara baja dio media sanción a la ley con el voto positivo de todos los bloques excepto la UCR. Ahora el tema será abordado por los senadores, algunos de los cuales ya manifestaron sus reparos por el impacto que pueda tener la ley sobre el empleo y la actividad económica.
El socialista Miguel Lifschitz se diferenció de los diputados de su partido y señaló ayer: “Creo que podría llegar a tener un gran impacto sobre los trabajadores, el turismo y el esparcimiento. Por lo tanto, es un proyecto que merece un tiempo de análisis y evaluación, que lamentablemente no tuvo en (la Cámara de) Diputados”.
Aclaró que comparte “el espíritu del proyecto” pero agregó: “Soy consciente de que la realidad del trabajo y de la economía no es la misma que hace 100 años, cuando la planteó Alfredo Palacios. Hay que escuchar a los intendentes de las ciudades más importantes, a empresarios y a trabajadores para buscar la mejor alternativa”.
En ese sentido, desde el Senado ya avisaron que iniciarán una ronda de consultas con todos los actores involucrados –trabajadores, empresarios, comerciantes y autoridades municipales y comunales– para luego abocarse al tratamiento del proyecto.
El senador del departamento Rosario sostuvo: “Hay que estudiar la situación del comercio de pequeña y mediana dimensión vinculado al turismo. Rosario y Santa Fe tienen mucho movimiento los fines de semana largos y la actividad comercial se ve favorecida con eso. No queremos que una norma termine afectando a los trabajadores y a los pequeños empresarios”. Lifschitz remarcó que “a los supermercadistas les conviene que se obligue a cerrar los domingos para no pagar jornadas dobles, total ellos saben que el consumo se traslada a otro día”. Y añadió: “Nos preocupa el pequeño y mediano comercio. No queremos generar impactos negativos. Vamos a ponernos a trabajar en esta norma, a pesar de la cercanía de las elecciones, para darle una resolución rápida”.
Más allá de las intenciones del legislador socialista, el tratamiento del proyecto no será rápido. El titular de la comisión de Presupuesto y Hacienda, Alcides Calvo (PJ-Castellanos), adelantó que se debería “abrir una ronda de consulta” para recabar las opiniones de todos los actores involucrados. Además de trabajadores y comerciantes, Calvo pretende que algún funcionario del gobierno provincial se sume a la ronda de diálogo: “Queremos saber las opiniones que tiene el Ejecutivo provincial en este tema”.
Sobre el espíritu del proyecto, Calvo sostuvo: “Hay que analizar cuáles son las partes beneficiadas y afectadas para tomar una decisión responsable sobre esa base. Todos queremos el descanso dominical, es un derecho adquirido, pero tenemos que ser conscientes a la hora de aprobar un proyecto porque para eso nos eligieron”. Y agregó: “Uno puede estar de acuerdo desde lo individual, pero medidas de estas características pueden generar verdaderos impactos que, en vez de ser a favor, pueden ser en contra”.
El proyecto, que tiene media sanción de Diputados, establece que los comercios pueden abrir de lunes a sábados de 7 a 22 y que domingos y feriados nacionales son días no laborales salvo para rubros esenciales como farmacias, establecimientos de salud, hotelería y expendio de combustibles.
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