Policiales

Una voz en el teléfono

Desbarataron banda de secuestradores virtuales, todos de la colectividad gitana, en Roldán

Según la investigación se dedicaban a estafar mediante la modalidad cuento del tío a sus víctimas, preferentemente ancianos. El fiscal a cargo de la investigación es Mariano Ríos, quien imputará a los ocho detenidos la próxima semana por extorsión


La modalidad del cuento del tío no deja de generar víctimas. La estafa se concreta la mayoría de las veces por vía telefónica: el interlocutor le hace creer a la persona a la que llama que tiene cautivo a algún familiar o la engaña con alguna treta para que entregue sus ahorros, joyas u objetos de valor. Muchas veces los objetivos de estos estafadores son ancianos que terminan entregado todo su dinero pensando que un familiar está en riesgo o que sus billetes perdieron curso legal.

Este jueves la Agencia de Investigación Criminal AIG llevó adelante una serie de allanamientos con el fin de desbaratar una banda dedicada a cometer secuestros virtuales. Por pedido del fiscal Mariano Ríos, ocho personas que pertenecen a la comunidad gitana quedaron detenidas y serán imputadas por los hechos el martes o el miércoles de la próxima semana.

En los últimos meses hubo una escalada de secuestros virtuales cuya investigación quedó en manos del fiscal Ríos. Tras diversas tareas investigativas llevadas adelante por personal de AIC se logró identificar a distintos sospechosos de perpetrar estos hechos, dijeron voceros del caso. Obtuvieron el dato que se encontraban en unas cabañas ubicadas en Leloir al 2400 de la ciudad de Roldán, lugar que usaban como base de operaciones.

Durante la medida, en cercanías de las cabañas, los uniformados detuvieron un auto Chevrolet Prisma y un Peugeot 408, automóviles que terminaron secuestrados y sus ocupantes detenidos.

Las personas que iban en los choches fueron identificados como: Matías H., Julio César T., Vanesa T. y Blanca Violeta M. Mientras que en dos de las cabañas allanadas se arrestó a Diego Roberto T. Vanesa Aldana M. y Florencia Sofía T. También secuestraron más de 360 mil pesos, 1.177 dólares, 8 celulares, dos netbooks –en una de ellas había una pestaña abierta en la guía telefónica–, joyas y ropa.

También hubo allanamientos en Rosario: una casa en Pueyrredón al 5400, dos más en Anchorena al 2100 y otro par en Oroño al 4300, donde el personal policial detuvo a Franco Emanuel M. y secuestró un auto VW Polo, una VW Suran, 312 mil pesos, 13 celulares, elementos de informática y documentación de interés para la causa.

Una modalidad que se repite

En 2015 una ola de secuestros virtuales terminó con una banda desbaratada y muchos de sus integrantes condenados mediante acuerdos abreviados. La metodología utilizada es siempre la misma. Engañan a a sus víctimas a través de llamadas telefónicas haciéndose pasar por un familiar y inventan alguna historia para lograr que entreguen sus ahorros. Les dicen que tienen un billete que perdió curso legal, que le habla un familiar que esta secuestrado, que hay un corralito, que son policías. No le permiten cortar la comunicación y cuando tienen posibilidad de hablar con sus familiares las víctimas ya entregaron el dinero o los bienes de valor que tienen en sus domicilios. Por lo general son ancianos que viven solos o no están acompañados al momento del llamado.

Si bien los secuestros virtuales no se han detenido, esta metodología recrudeció en los últimos meses y son millones de pesos los que logran obtener los estafadores con este ardid. El Ministerio Público de la Acusación brindó en reiteradas oportunidades recomendaciones para no caer en la trampa.

Aconsejan las autoridades que ante una comunicación telefónica de ese tipo hay que mantener la calma y es recomendable cortar la comunicación inmediatamente, si es posible, y desde otra línea verificar que el familiar que supuestamente está sufriendo un secuestro esté bien, llamar al 911 y no brindar datos personales o del grupo familiar que los estafadores puedan utilizar para continuar con el ardid.

Pedir al interlocutor datos de identidad y descripción física del familiar que supuestamente se encuentra en emergencia, o cual es su vestimenta, lugar y circunstancias del suceso que habría ocurrido y es motivo del llamado.

Es fundamental en todos los casos realizar la denuncia al 911, aun cuando se haya evitado el engaño, porque permite investigar y prevenir esta modalidad delictiva y consultar sobre el avance de la pesquisa en la fiscalía, explica la Fiscalía en sus redes sociales.

Devolvieron un millón y medio de pesos a víctimas de secuestros virtuales

 

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