Ciudad

Desbaratan otras dos remiserías “truchas”

Atendían desde México 1550 y Mendoza 7616 pero no estaban habilitadas.

Dos remiserías truchas dejaron de funcionar en la ciudad, tras la clausura y desarticulación que emprendiera el equipo integrado por la Guardia Urbana Municipal, Inspección General y personal del la Policía de la provincia. Los transportes, que funcionaban hasta ayer en Mendoza 7616 y México 1550, en la zona oeste de la ciudad, en jurisdicción de la subcomisaría 22ª, fueron desmontados por completo: se secuestraron computadoras, teléfonos, planillas de viajes realizados y a realizar, entre otros equipos y documentación. Con los operativos concretados ayer, ya suman diez las remiserías obligadas a cerrar por no estar en regla.

Ambas clausuras se realizaron con tan sólo 11 cuadras de diferencia. “Las denuncias las hemos recibido de vecinos de la zona o bien de remiseros que ven cómo les afecta esta competencia ilegal”, explicó a El Ciudadano el coordinador general de la Secretaría de Seguridad de la Municipalidad, David Sánchez.

El funcionario detalló que en el domicilio de México al 1500 se decomisó una base radial y se secuestraron computadoras y teléfonos fijos para que el lugar no siga funcionando como remisería. A su vez, se desmanteló la antena de 8 metros de altura que se alzaba en la terraza de la vivienda. Esa estructura habría sido la razón –y no la actividad del lugar– de la ira de vecinos que terminaron denunciando la situación.

“Estos vehículos trasladan personas de manera ilegal y sin seguro, por ende es un peligro que la gente viaje de esta manera. Les recomendamos a la gente que nos ayude a terminar con estas empresas truchas, exigiendo su ticket al final de cada viaje y que visualice la patente que lo identifica como remís; estos sin habilitación no los tienen”, insistió por su parte Luis Baita, subsecretario de Prevención y Seguridad Ciudadana de la Municipalidad.

El funcionario resumió a este diario que en el lugar había unas diez personas en funciones, los que optaron por fugarse cuando llegó el personal policial y de la GUM a revisar el inmueble. Si bien no hubo detenidos, se emprendió una averiguación por los autos empleados en la remisería, para constatar que no fueran vehículos con pedido de captura.

En tanto, en el local de Mendoza 7616 los encargados discutieron con el personal de Inspección General que comenzaba a alzar también los monitores de las computadoras: “Alguien coherente sabe que no tenemos información en los monitores, pero parece que deben necesitar uno en su oficina”, se quejó uno de los encargados de la remisería.

De igual modo, y en defensa de su puesto de trabajo, un remisero lamentaba que los inspectores “se llevaron todo”.

“Somos de una cooperativa, estamos trabajando para ponernos en regla y no nos faltan papeles –explicó–. Sólo los de la ley de Transporte. Estamos en falta con ellos, pero no nos dejan trabajar”.

En tanto, este titular comentó que en la ciudad hay más de 3.500 remises truchos, es decir casi la misma cantidad que el total de taxis. “Todos queremos trabajar, no le robamos a nadie, pero la Municipalidad no nos deja ganar el pan”, se quejó el remisero.

En ese lugar se secuestró, además de los monitores, las computadoras mismas, y planillas que constataban la función del local. Sin embargo, al llegar el personal afectado a la clausura, los autos que estaban esperando por un viaje se dispersaron, y no fueron requisados por los inspectores.

Estos dos locales se suman y elevan a diez la cantidad de remiserías no habilitadas que fueron cerradas. El informe de ambas clausuras fue elevado a los tribunales de Faltas municipal y provincial para continuar con las acciones legales correspondientes.

Con todo, el subsecretario Baita indicó que estas tareas se suman a las que se vienen realizando de auditoría y detección de vehículos en circulación que se presume funcionan como coches de alquiler, al tiempo que reiteró que los controles sobre el servicio de remises “están íntimamente vinculados con la seguridad del pasajero”, por lo que también recordó a la población verificar que el vehículo solicitado como transporte posea la chapa azul que lo identifica como remís en regla. Y también exigir el ticket por el viaje efectuado, ya que allí figuran los datos relacionados con el auto y su correspondiente habilitación.

Comentarios