El Centro de Investigación y Extensión Forestal Andino Patagónico (Ciefap) de Esquel, Chubut, y la empresa Lifestyle Media de Trevelin desarrollaron un drone multirrotor, con una cámara óptica de alta resolución y otra térmica de alta sensibilidad, para la prevención y control de incendios forestales, que comenzó a operar en el siniestro del parque nacional Los Alerces.
Se trata del proyecto “Desarrollo e Innovación tecnológica para el monitoreo de catástrofes”, financiado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación, junto las provincias patagónicas de Neuquén, Río Negro, Chubut y Tierra del Fuego, creadoras del Ciefap.
Este vehículo aéreo no tripulado (vant) fue probado exitosamente días atrás en el incendio del parque nacional Los Alerces que ya consumió 1.730 hectáreas, transmitiendo a tierra datos e imágenes en tiempo real, de gran valor para autoridades y brigadistas de los organismos que luchan contra el fuego.
El drone se llama Fénix 3D y está asociado a una plataforma móvil de alta tecnología para el estudio y seguimiento de catástrofes, cuyo proyecto aún está en desarrollo, y entre otros usos estiman que será esencial para el monitoreo de erupciones volcánicas, también de fuerte impacto en la región.
Tiene un alcance de hasta 20 kilómetros de conexión de radio y 5 kilómetros de señal de la cámara óptica HD y el video térmico, este último con posibilidad de detectar los puntos calientes de un incendio, esencial para el combate del fuego, en especial cuando el campo visual es limitado por humo o nubosidad.
“El desarrollo está hecho para dar soluciones tecnológicas a problemas ambientales. Es posible realizar otros modelos y con otras capacidades mediante su financiamiento público o privado y a demanda”, sostuvo la coordinadora del proyecto, Brigitte Van de Heede.
Los desarrolladores destacaron también que la cámara térmica permite el adicional de detectar trabajo del personal debajo del bosque, movimiento de maquinaria, animales o personas en riesgo, así como puntos calientes en la periferia del incendio que indican nuevos focos.
Por otra parte, el Centro Nacional Patagónico (Cenpat, del Conicet) desarrolló un modelo estadístico sobre cartografía digital, con información satelital y análisis biofísicos de contexto, que permiten detectar y estudiar los riesgos, amenazas y vulnerabilidad de sectores expuestos a incendios. Estos mapas digitales describen la relación entre el riesgo y amenaza de incendio y los factores que lo determinan, como la temperatura, precipitaciones, viento, vegetación y densidad de población.
Este desarrollo estuvo a cargo de Héctor del Valle y Leonardo Hardtke , quienes también idearon una técnica de detección automática de áreas quemadas: “La computadora localiza las áreas que ya han sido afectadas por el fuego y las incorpora a una base de datos que se renueva cada 16 días”, explicó Hardtke.
Explicaron que la idea fue contraponer el desarrollo a la falta de una cartografía sistemática del área quemada, que dificulta la evaluación del impacto ambiental y la introducción de medidas apropiadas para prevenir la erosión del suelo y ayudar a la regeneración de la vegetación.
Los investigadores participaron recientemente de una reunión junto a autoridades del Ministerio de Ciencia y Tecnología.
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