Ciudad

Crimen y castigo

Desarmar los imaginarios sociales: la violencia de Rosario explicada en claustros catalanes

El pasado martes, la criminóloga Eugenia Cozzi presentó su libro “De ladrones a narcos: violencias, delitos y búsqueda de reconocimiento” en el marco del Seminario Permanente de Investigación “Estado y acción pública” de la Universidad de Barcelona

Gentileza Diego Stortoni

Desde Barcelona / Especial para El Ciudadano

Invitada por la Universidad de Barcelona, la investigadora y docente Eugenia Cozzi dictó un seminario en el que expuso los resultados de su investigación doctoral de la que surge su  libro “De ladrones a narcos: violencias, delitos y búsqueda de reconocimiento”, editado por Teseo Editorial en 2022.

El desarrollo del seminario centró el eje de discusión en el modo en el que se  construyeron los temas y los problemas que durante varios años ocuparon la agenda de la investigadora. Con la experiencia que le proporciona su paso por la gestión de políticas públicas en materia de seguridad hasta su incorporación como becaria, en un principio, y luego como investigadora de Conicet, Eugenia Cozzi, comenzó el seminario afirmando la posición ética y política que sostiene su labor académica: “Ninguna investigación se hace en el vacío”. Y a partir de esa afirmación, abrió un espectro amplio de referencias que fue profundizando en el transcurso de una hora frente a un público conformado por investigadores y estudiantes de distintas nacionalidades.

La primera referencia que hace Cozzi se relaciona con el marco académico. Las investigaciones construyen sus temas desde distintas posiciones y de este modo se abre el abanico de perspectivas teóricas que permiten crear nuevas categorías con las cuales pensar y analizar la realidad social. Estas son las herramientas básicas del investigador en ciencias sociales, el bastidor que servirá de soporte para la imagen que  surge de las horas y horas de entrevistas y trabajo de campo que supone una investigación de estas características .

En segundo lugar, las investigaciones se llevan adelante en el marco de políticas públicas que fomentan y financian la construcción de conocimiento. El estado a través de instituciones como CONICET o las Universidades públicas son las que posibilitan que existan estos campos de estudio a la vez que brindan la posibilidad de utilizar estas herramientas en “otras arenas”; ya que en este caso particular, este trabajo representa un aporte para “la elaboración de políticas públicas en materia de seguridad ciudadana, desde una perspectiva democrática y de derechos humanos.”

Las afirmaciones de Cozzi cobran un especial sentido en el contexto político que atraviesa nuestro país: en un momento en que los sectores reaccionarios encienden discursos que propagan el odio y los agitan en redes sociales para cuestionar valores fundamentales como la democracia, la justicia y la igualdad de oportunidades, resaltar la importancia del rol del estado que está presente por medio de estas políticas públicas es un modo de recordar a la sociedad que lo que hemos obtenido en materia de derechos es algo que no debemos negociar ni regalar a los agitadores de la rabia.

En este marco, el punto central del seminario fue poner en discusión la forma de entender la violencia y el rol del estado para abordar “el ambiente del delito popular”. Para ello, la investigadora recorrerá los relatos de tres generaciones que habitan un espacio geográfico de la ciudad de Rosario caracterizado como “barrio narco” en el imaginario social. A través de su investigación, nos indicará de qué manera fue cambiando la percepción del delito por sus protagonistas y nos invitará a desarmar ciertas cristalizaciones o preconceptos relacionados al mundo del narcotráfico con los que usualmente se caracterizan estos espacios en los medios de comunicación o en la calle.

Algunas ideas cristalizadas que circulan en la sociedad como las de que hay zonas de la ciudad que “son territorios gobernados por los narcos”,  que “el narcotráfico avanza a raíz del abandono del estado” o bien que “la violencia es producto de la falta de códigos de los sectores ligados a la distputa de terriorio por parte del narcotráfico” se tensan con los datos que arroja la investigación y con los relatos de los protagonistas que la investigadora recoge y sistematiza. De ahí, la investigadora logra desarmar otra idea que circula en las calles y en los taxis de Rosario, aquella de que todos los pibes de estos barrios desean ser narcos para salvarse la vida.

Fue tal el impacto de la exposición, que a la hora pautada para cierre del seminario hubo que agregarle media hora más para que Cozzi responda las inquietudes que fueron surgiendo del público. Gracias a esas intervenciones nos enteramos de que la nueva línea de investigación en la que trabaja la investigadora incorpora la perpesctiva de género para abrir una serie de preguntas relacionadas al lugar de la mujer en el “ambiente del delito”: ¿hay menos participación de las mujeres? o ¿estamos estudiando este campo de manera diversa? Esta nueva investigación sin lugar a dudas planteará nuevos desafíos en lo que respecta a  desarmar lugares comunes que circulan en la sociedad.

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