Las consecuencias de la falta de vivienda tuvieron ayer dos episodios fuertes. Por un lado, frente a la Dirección Provincial de Vivienda y Urbanismo (DPVyU), de Santa Fe y Sarmiento, continuaba instalada una carpa reclamando soluciones para las personas que viven en pasaje Quilmes y Esmeralda. La protesta comenzó con el día. Desde muy temprano, la música de Alfredo Zitarrosa acompañó a los manifestantes que al cierre de esta edición continuaban con la protesta.
Pero la peor parte se la llevaron tres familias que usurpaban casas en Monteagudo al 200, quienes ayer quedaron en la calle tras ser desalojadas, operativo que estuvo a cargo de los agentes de la comisaría 8ª.
“Estamos en la calle. No tenemos a dónde ir, ni siquiera chapas ni tirantes para al menos un techo”, explicó Santiago, un florista de 19 años, víctima del procedimiento. “Yo sé que no tenía que estar ahí, pero tampoco pueden sacarnos tan descaradamente”, añadió.
Según informó el comisario Horacio Sciffo, el desalojo comenzó a las diez de la mañana de ayer, y se desarrolló en forma normal y sin la resistencia de los habitantes. Por otro lado, Santiago, que vive junto con su novia de 23 años y su hija de 8 meses, agregó que el procedimiento “fue tranquilo, pero porque nosotros no nos resistimos. Un hombre de traje y cuatro policías se me acercaron y ofrecieron 200 pesos si me iba tranquilo. ¿Qué voy a hacer yo con esa plata?”
Las tres viviendas en cuestión fueron usurpadas hace aproximadamente tres años, y si bien durante algunos meses hubo un ida y vuelta de órdenes de desalojo y prórrogas, ayer por la mañana fue la jornada definitiva: son tres familias las que quedaron, literalmente, en la calle.
En el caso de Santiago, quien habló con El Ciudadano, él, su mujer e hija, y hasta los muebles, quedaron “desparramados” entre familiares y amigos, ya que no tienen a dónde ir, y con su trabajo de florista no logra juntar los 600 pesos que puede costar un alquiler, sin contar el mantenimiento de su familia.
Según explicó, sus vecinos también desalojados, entre los que se encuentra una chica sola con cuatro hijos, “están en la misma situación”.
En la DPVyU
Mientras en la zona norte de la ciudad se sucedían estos hechos, Víctor, que acompaña a Claudia Fernández en la resistencia contra su desalojo de barrio República de la Sexta, manifestaba a El Ciudadano la necesidad de que estos conflictos “salgan a la luz, ya que hay muchos, algunos no mediatizados, que se resuelven de forma violenta”.
El reclamo por la vivienda de Claudia, quien desde octubre resiste a ser desalojada con una carpa en la puerta de su casa, continuaba, desde el lunes, frente al DPVyU. Tras pasar la noche en la puerta de la Dirección, comiendo arroz y escuchando algún grito borracho y perdido que les pedía “que se vayan a laburar”, el grupo de jóvenes que acompaña a Claudia volvió a cortar calle Santa Fe y Sarmiento a primera hora del día, a modo de continuar con el reclamo. “A nosotros no nos gusta estar acá, tenemos ganas de estar en nuestras casas, o estar trabajando o estudiando”, manifestaban desde un micrófono abierto vecinos del barrio. También hablaron e informaron sobre la lucha que vienen llevando a cabo.
En lo que a este caso respecta, el desalojo es inminente, y la solución a la vivienda de Claudia Fernández, sus hijas y nietos, aún no ha llegado.
A ella se le suma, además, una orden de captura por resistencia a la autoridad, razón por la cual no puede asistir a las manifestaciones.
Y según denuncia Víctor, él y sus compañeros están siendo perseguidos y judicializados. “Yo creo que ésta es una manera de trabarnos, pero entre dejar a gente en la calle y tener una causa, me parece que es claro que vamos a seguir acá”, sostuvo.
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