Hasta ayer al mediodía, una construcción de ladrillos se erguía a un costado de la vía del ferrocarril en barrio Empalme Graneros, interrumpiendo la continuidad de ranchos de lata adornada con ropa secándose al sol. Allí funcionaba un búnker de drogas que, tras una investigación, fue allanado ayer por la mañana y más tarde derribado, en el marco de la nueva política del Ministerio de Seguridad de tirar abajo los puntos de venta de estupefacientes que se levanten sobre terrenos fiscales, por la cual en las últimas dos semanas fueron demolidos otros tres lugares. En el lugar tirado abajo ayer fueron detenidos un hombre de 34 años y un adolescente de 16.
De acuerdo con fuentes del caso, la investigación comenzó hace unas dos semanas, cuando tomaron conocimiento que en el lugar funcionaba un búnker de drogas. “Por orden del Juzgado Federal Nº 3 comenzó la pesquisa, con fotos y videos, para reunir pruebas y así obtener la orden de allanamiento”, explicó el subjefe de la Dirección Provincial de Prevención y Control de Adicciones, Ernesto Andriozzi.
En ese contexto, ayer a las 9.30 se realizó un operativo en una construcción de ladrillos vistos de cuatro metros cuadrados, que se levantaba a un costado de la vía del ferrocarril, en la zona de Patagones y Gorriti. “Tiene paredes de 30 centímetros, y el terreno estaba bordeado con chapas para evitar que se viera desde afuera”, explicó un vocero.
En el lugar, se secuestraron 700 bochas de cocaína –cuyo pesaje ascendería a un kilo–, y 300 de marihuana –que sumaban 500 gramos–. Allí mismo fueron detenidos Ángel Enrique C., de 34 años, y un pibe de 16 años. Según las fuentes, ambos viven en la zona.
La topadora
Cerca del mediodía de ayer, una pala mecánica de la Municipalidad de Rosario llegó al búnker. Primero, el operario tiró abajo el cerco de chapas que rodeaba al espacio. Casi dos horas y media después, cuando los efectivos terminaron de hacer el inventario de lo secuestrado, se procedió a derribar la construcción de ladrillos, ante los ojos de los vecinos que pasaban por el lugar.
Esta medida surge de una decisión del ministro de Seguridad, Raúl Lamberto, quien resolvió tirar abajo los puntos de venta de drogas que se levanten sobre terrenos fiscales.
“Es un mensaje a la sociedad”, explicó el secretario de Seguridad Comunitaria, Ángel Ruani. “Si el terreno tiene dueños legítimos y está escriturado no se procede a la demolición, pero si la tierra es fiscal, como en este caso, se consigue un acta y se lo tira abajo”, detalló el funcionario provincial.
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