Derrota dolorosa y adiós al sueño de meterse en la Copa Libertadores 2018. Newell’s tuvo una decepcionante presentación ante Belgrano en el estadio mundialista Mario Alberto Kempes de Córdoba y cayó 2-1 para despedirse casi por completo de la ilusión de entrar al máximo certamen internacional de América.
No importó tener enfrente al peor equipo del torneo. La Lepra se dio maña para complicarse sola. Ni siquiera el empuje de los pibes alcanzó para capear el temporal. Tampoco el talento de Mauro Formica, quien nunca encontró sociedad para desequilibrar: tanto Víctor Figueroa como Ignacio Scocco brillaron por su ausencia durante todo el encuentro.
Es más: Nacho se mostró contrariado, fastidioso y sobre todo desconectado del partido. Y el equipo lo sintió. Y para peor, dos experimentados como Luciano Pocrnjic y Néstor Moiraghi fallaron feo y entonces ganar se hizo muy cuesta arriba para la Lepra.
Insólita demora del arquero rojinegro en salir a cortar ante un pelotazo sin peligro y penal para que el Pirata se fuera al vestuario con una ventaja por la que no había hecho absolutamente nada.
Reaccionó la Lepra. Por un momento pareció entender que estaba obligado a ganar (no todos parecieron saberlo) y con quince minutos de furia y fútbol encontró un golazo del Gato tras gran acción de Fertoli y rodeó el área de Belgrano amenazando con revertir el marcador. Pero de otro pelotazo sin destino, Moiraghi se confió y cometió una falta torpe y le dio a Trucco la chance para que lo eche. Y con uno menos se frenó el envión anímico.
Para colmo, Vojvoda falló en los cambios y el Rojinegro se desinfló. Y sin fútbol por la salida de Formica, no quedó lugar para buscar la victoria. Y como castigo llegó otra vez un gol del rival en el epílogo para que duela más todavía.
No hubo caso. La derrota fue un golpe duro. Y despidió al equipo de la Libertadores. Pero lo de ayer fue sólo el final de una muerte anunciada. Cuando las cosas se hacen mal en todo sentido, conseguir objetivos es pensar en milagros. Y en el Parque hicieron un gran esfuerzo para que todo salga mal.
Comienza a cerrarse, entonces, uno de los semestres más convulsionados de los últimos tiempos en el Parque.
“Nos duele perder así”
Golpeado. Así terminó Juan Pablo Vojvoda tras la derrota sufrida en el Mario Alberto Kempes de Córdoba ante el colista Belgrano. “Lo que duele más es que fue en el último minuto”, argumentó el DT interino de la Lepra.
“Pero bueno, es un juego y se comenten errores, los hemos cometido y lo hemos pagado muy caro, y lo que duele más, es que fue en el último minuto como ha sucedido la semana pasada”, insistió el técnico recordando el gol que le marcó Lanús en el cierre del último pasado domingo en el Parque y que finalizó 1 a 1.
Sin embargo, Vojvoda valoró el desempeño del equipo: “En el primer tiempo la intención de juego era de parte nuestra, la actitud del segundo tiempo fue ir a buscar el partido”. “Creo que teníamos que abrir al rival, no habíamos sufrido sobresaltos, pero en el segundo tiempo fuimos más incisivos en las búsquedas, no así en las situaciones”, agregó.
“Si hubiésemos tenido los 11 hombres en cancha hubiese sido diferente, pero es hablar sobre supuestos, creo que la actitud y el compromiso por ir a buscar el partido siguió estando a pesar de tener un hombre menos”, aseguró el director técnico.
Valenzuela sigue en el Parque
La venta de Milton Valenzuela entró en una zona decisiva y el final de la historia no está del todo claro, aunque el jugador se quedaría. Su entorno, los hinchas y algunos directivos pretenden que siga en el Parque Independencia, pero el grupo español que lo compró ahora quiere apurar su transferencia y en Newell’s necesitan la plata.
La venta del 60 por ciento del pase por 750 mil euros se aprobó en comisión directiva hace dos meses e incluso tiene el visto bueno del juez Fabián Bellizia. Pero la plata nunca llegó (la dirigencia la iba a utilizar para pagar sueldos atrasados) y la Lepra hoy tiene la potestad de dar por caída la operación.
Ayer, en señal de descontento, se colgaron dos pasacalles frente a tribunales solicitándole al juez Bellizia desestimar el negocio. Y eso se suma al deseo del jugador, que ahora siente que va a tener chances y no se quiere ir.
El problema es que ahora el grupo inversor español presiona e incluso les envió pasajes al jugador y su representante, Fabián Basualdo, para viajar a España el próximo lunes. La idea de los ibéricos es hacerle la revisión médica y si todo está bien, transferir inmediatamente el dinero.
Pero la dirigencia leprosa estaría convencida. Y ayer el vicepresidente Cristian D’Amico aseguró que Valenzuela no va a ser vendido. “Hoy la comisión no vende a Valenzuela ni a España ni a nadie. Es nuestra última opción de venta”, confió el directivo en radio La Red.
Así, la venta del lateral está completamente descartada. Aunque su futuro inmediato quedará definido en las próximas horas. Y todo indica que el juvenil se quedará en el Parque Independencia.
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