Rosario no escapa la tendencia latinoamericana: una de cada tres chicas trans y uno de cada 10 chicos gays tiene VIH. Las infecciones detectadas aumentaron entre un 30 y 40 por ciento. En los últimos cinco años se detectó un crecimiento de los contagios de VIH en trans, gays y entre hombres que tiene sexo con hombres. También aumentaron las infecciones en hombres y mujeres mayores de 60.
Para el coordinador general del Programa Municipal de Sida, Damián Lavarello, la suba se debe a un cambio cultural. “Hay menos miedo al contagio y un cierto grado de aceptación. Las personas sienten que el VIH no tiene la gravedad que tenía en otras épocas cuando era fatal”, dijo a El Ciudadano. El jueves presentará el detalle en un último informe epidemiológico en el Centro de Especialidades Médicas Ambulatorias de Rosario (CEMAR).
Cambio de hábitos
La semana pasada se hizo en Rosario el tercer encuentro Regional de la Red GayLatino del que participaron más de 20 referentes de toda Latinoamérica. En tres días debatieron sobre el avance de grupos de derecha en la región, la conquista de derechos del colectivo gay en otros países y la lucha contra el VIH. La transmisión del virus estaba en baja y tuvo un pico alto en los últimos años. Las cifras en Latinoamérica indican que hay 120 mil nuevas infecciones al año.
Para el coordinador general del Programa Municipal de Sida los números no son alarmantes. “Tienen que ver con un cambio cultural donde las personas le perdieron el miedo a contagiarse de VIH”, explicó Lavarello.
La mayor accesibilidad a un tratamiento médico y la baja en el riesgo de transmisión en las personas infectadas hizo que la gente no use preservativos.
“Con el tratamiento algunas personas infectadas pierden las chances de transmitir el virus. Muchas parejas dejan de cuidarse y otras aceptan contagiarse porque saben que cuentan con un tratamiento efectivo”, dijo el funcionario.
El subsecretario de política de Diversidad Sexual, Esteban Paulón, coincidió en el diagnóstico: “Hay una noción que el VIH es una enfermedad crónica y no es tan grave vivir con él”.
Vulnerables
Para el subsecretario las campañas a nivel nacional contra el VIH funcionaron, pero no lograron revertir la cantidad de infectados en el colectivo LGTBI. Bajó el número de transmisiones de madre e hija y de infectados por compartir jeringas. El virus se detecta más temprano y los tratamientos son eficientes y cuentan con cobertura médica.
El colectivo LGTBI es el más afectado por el virus. A nivel nacional una de cada tres chicas trans y uno de cada 10 chicos gays tiene VIH. En el resto el promedio es mucho menos problemático: una de cada 200 personas tiene el virus.
Para Paulón se debe a que muchas veces los hombres gays no acuden al centro de salud por miedo a que los discriminen.
“La discriminación los hace más vulnerables y los aleja de los métodos de prevención por miedo al señalamiento”, explicó el funcionario y mencionó la necesidad de trabajar en forma conjunta entre el colectivo y las áreas de salud para planificar estrategias específicas.
“Necesitamos un trabajo permanente entre la comunidad gay, personas con VIH, activistas y los equipos de salud. Planeamos financiar proyectos sociales y participativos para aportar recursos y dar una respuesta”, adelantó Paulón.
