Fueron dos días seguidos de incidentes en la comisaría 26ª de Villa Gobernador Gálvez, donde unos 30 reclusos, según denunciaron, vivían hacinados y soportando los golpes de la guardia.
Anteayer a la tarde, los familiares decidieron agruparse en la puerta para protestar. El penal se fue descomprimiendo con un traslado de algunos a Coronda, pero sin embargo los familiares plantearon que la distancia hace imposible visitar a los internos. “Nosotros no tenemos plata para ir a verlos a Coronda y a los que quedaron, les siguen pegando”, afirmó una de las mujeres que seguía en la puerta del penal con otros familiares de internos ante el temor de que los volvieran a golpear.
“Mi marido está detenido a la espera de la audiencia que lo impute por tenencia de arma de fuego. Pero no se merece que lo traten así”, detalló una mujer.
Según denuncian los familiares hace semanas que los internos vienen atravesando hacinamiento y maltrato.
Uno de los internos relató a sus familiares que fue quemado con agua hirviendo y haber sufrido múltiples golpes, aunque no fue el único. “Hay una guardia que los golpea y maltrata a la visita”, detalló una familiar de detenido a El Ciudadano.
En los días de visita fueron también maltratados los familiares y obligados a caminar entre la orina y el excremento, “también les cortan el agua y les prohíben ir a los baños. La comida se la arrojan al piso”, aseguró otra de las mujeres. “Nosotros queremos que la guardia se vaya, porque después que nos vamos los familiares los maltratan”, contó otra mujer que va a visitar a su hijo al penal y que sufre maltratos también. “Soy una mujer grande, soy abuela. Me hacen sacar el corpiño, es muy denigrante”, sostuvo. “Nos decían que fue todo un intento de fuga y es mentira. El problema es que los golpean y los maltratan”, agregó.
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