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República de la Sexta

Denuncian gatillo fácil

La familia y vecinos de Dante Fiori marcharon ayer hasta el lugar en donde el jueves a la madrugada el muchacho fue asesinado por un policía que dijo haber actuado en un enfrentamiento.


La expresión gatillo fácil se utiliza en los casos en que una fuerza de seguridad comete abuso de poder contra un ciudadano y lo presenta como una acción accidental o de legítima defensa. La mayoría de las veces, esos ciudadanos son pibes pobres de zonas periféricas, con alguna anotación penal, y los ejecutores, policías. El jueves pasado, un joven de 25 años fue ultimado a tiros a metros de su casa de barrio República de la Sexta, por un agente que brinda servicios en la Policía de Investigaciones (PDI). La versión del uniformado fue diametralmente opuesta a la de algunos testigos, que en la tarde de ayer se movilizaron al lugar del hecho junto a familiares y amigos del joven asesinado, Dante Iván Fiori, para reclamar Justicia.

“Milico asesino mataste a un vecino”, fueron algunos de los cánticos que unas 40 personas entonaron desde las 17 de ayer en la esquina de La Paz y Chacabuco, donde la madrugada del jueves quedó tendido el cuerpo sin vida de Dante, con cuatro plomos , tres en el tórax y otro en la espalda.

“Esta es la política que se está implementando en el último tiempo. Al que se droga lo tienen que matar, al que roba, aunque no tenga un arma, lo tienen que matar. Esto es un caso más de gatillo fácil”, dijo a El Ciudadano una vecina tras acusar al Estado que “no hace nada en la zona y se desliga de todo problema y responsabilidad. A nadie le interesa la gente pobre” y luego hizo mención al Centro de Asistencia a la Comunidad (Ceac), un espacio que surgió de un acuerdo entre la Universidad y la Municipalidad que es “un dibujo”, en sus palabras, porque “no hacen nada por la comunidad, ni proponen, ni si interesan, y hubo casos en que han juntado firmas para pedir la expulsión de vecinos”.

Noemí, la mamá de Dante, remarcó que la madrugada del jueves su hijo entró a su casa, buscó una campera, y momentos después escuchó las detonaciones que lo mataron.

“Hacía siete minutos que había salido de casa, en siete minutos me lo mataron”, dijo entre sollozos la mujer de 48 años al lado de su nieto de seis, único hijo de Dante.

“Sabemos que no tenía un arma, que no estaba robando. El policía vive acá, a media cuadra de nuestra casa. Sabemos que lo conocía. Pensamos que lo tenía marcado”, agregó una prima del pibe asesinado.

La causa es investigada por el fiscal de homicidios dolosos, Miguel Moreno. Según el Ministerio Público Fiscal, el relato del agente Luciano S. “concuerda” con la escena del crimen. En su versión, el policía dijo que el jueves a la madrugada llevó en su auto a una amiga a su casa, ubicada en La Paz al 50 bis, acompañado por su hijastro. Cuando regresó a su vehículo dijo que fue abordado por un masculino que le apuntó al muchacho y los obligó a ambos a entrar al auto, para robarle. En esas circunstancias declaró que sacó su arma, dio la voz de alto y tuvo lugar un enfrentamiento. Esa versión fue desmentida por los manifestantes de ayer, que dijeron que sólo se escucharon entre cuatro y cinco disparos, todos corridos. La marcha terminó con cantos y una promesa de seguir exigiendo justicia.

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