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Denuncian a la Otán por no auxiliar barco

The Guardian dijo que la alianza dejó a la deriva a 72 africanos, en marzo pasado.

Al menos 61 inmigrantes africanos murieron de hambre y sed, tras quedar a la deriva en un barco rumbo a Italia, en marzo pasado, que no fue socorrido por las naves que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otán) mantiene en la zona, a pesar de habérseles solicitado ayuda, denunció ayer la prensa británica.

Según The Guardian, la embarcación con 72 personas a bordo, varias de ellas mujeres y niños, quedó a la deriva a finales de marzo tras partir desde Trípoli y, pese a que pidió ayuda a los guardacostas italianos y se contactó con un helicóptero militar y un buque de guerra de la Otán, fue ignorada.

Sólo once las personas a bordo consiguieron sobrevivir, mientras el resto murió de hambre y sed tras pasar 16 días en el mar, según relató uno de los supervivientes, Abu Kurke, a la agencia de noticias Europa Press.

“Cada mañana nos despertábamos y había más cuerpos, que dejábamos 24 horas y luego los lanzábamos por la borda”, señaló.

El hecho se produce tres días después de que otra embarcación sobrecargada con 600 personas, la mayoría somalíes, se hundiera poco después de dejar Trípoli, dejando un número aun no determinado de muertos.

El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur), en tanto, recordó que el derecho internacional del mar obliga a cualquier embarcación a responder llamadas de socorro de otros barcos cercanos y pidió una mayor cooperación entre los barcos comerciales y militares en el Mediterráneo para salvar vidas.

“El Mediterráneo no puede convertirse en el lejano oeste”, subrayó la portavoz de Acnur, Laura Boldrini, subrayando que “aquellos que no socorren a personas en el mar no pueden permanecer sin castigo”.

El padre Moses Zerai, un religioso eritreo en Roma que fue el último en comunicarse por teléfono satelital con algunos integrantes de la embarcación, denunció que “hubo una negación de responsabilidad que llevó a la muerte de más de 60 personas, entre ellas niños”.

La Otán, sin embargo, negó rotundamente que un portaaviones aliado ignorara las peticiones de auxilio de la barca, pues “no había barcos de la Otán en la zona”, según señaló Carmen Romero, portavoz de la alianza atlántica.

“Los barcos de la Otán son plenamente conscientes de sus responsabilidades con respecto a las leyes marítimas internacionales sobre el salvamento de vidas en el mar”, dijo la portavoz.

Romero aseguró que “sólo un portaaviones, el italiano Garibaldi, estaba en alta mar por esas fechas, pero operaba a unas cien millas náuticas (unos 180 kilómetros) y no vio nada”.

También Francia negó categóricamente en comunicado oficial de la Marina la información de The Guardian y que el portaaviones nuclear francés Charles de Gaulle, se cruzara con la embarcación.

“En el caso de haberlo hecho, habríamos acudido en su ayuda. No nos sentimos aludidos. No se trata de un barco francés”, afirmó.

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