Ciudad

No hay delito

Denuncia al taxista: la Fiscalía asegura que no hay indicios de intento de secuestro

Desde Fiscalía confirmaron que no hay indicios de que Sofía E. haya sido víctima de un intento de secuestro. La joven presentó una denuncia el lunes luego de viralizar un video donde relataba su viaje en taxi


En la madrugada del lunes Sofía E. se subió a un taxi en España y Pellegrini. Comenzó a escuchar audios del taxista con otra persona y le pareció que eran en clave. Hablaban de comida y ella interpretó que podía tratarse de un secuestro. Aturdida y con miedo pidió bajarse en Entre Ríos y 27 de Febrero. Solicitó ayuda a unos chicos y estaba en estado de shock. Luego contó lo vivido en Instagram, video en el que aportó el número de chapa del coche de alquiler. El taxista, una vez escrachado, dio su testimonio: explicó que hablaba con su hijo de comida y este martes se presentó con las pruebas del GPS y los audios ante el Ministerio Público de la Acusación (MPA), que abrió una investigación. En ese marco, desde Fiscalía confirmaron que se peritaron los audios de su celular y de su hijo. También el informe preliminar del GPS que da cuenta del recorrido que manifestó el taxista en el que se corrobora que se dirigía a la casa de comidas. “No hay delito aparente al momento”, manifestaron.

Así todo indicaría que el miedo que vivió Sofía E. arriba del taxi tuvo que ver con “una percepción errada de la conversación” que estaba teniendo el taxista delante de ella. Lo que falta ahora es el informe de la titularidad de las líneas de celulares aportadas y el relevamiento de cámaras del 911 en relación a lo manifestado por el GPS.

Por otra parte, el mismo lunes se presentó una denuncia similar de una mujer de 27 años. Sin embargo no se trata del mismo taxista en cuestión. La misma narró que este conductor la maltrató y al bajarse del móvil agarró su mano, con lo cual la pasajera se asustó más y luego hizo su denuncia al 147. Esta denuncia está en proceso de investigación.

Pizzagate

En el video que auto filmó Sofía la madrugada del lunes, donde se la ve desconsolada narrando los hechos que interpretó como intento de secuestro, hace referencia al Pizzagate como la información previa que le permitió concluir que podría estar siendo víctima de un delito.

Pizzagate es una teoría conspirativa que se hizo viral durante el ciclo de elecciones presidenciales de los Estados Unidos en 2016. Sin embargo, fue desmentida por una amplia gama de organizaciones, incluido el Departamento de Policía Metropolitana del Distrito de Columbia en Washington, lugar en donde surgió.

La información fue difundida en redes sociales y páginas web de noticias falsas, y aseguraba que la pizzería Comet Ping Pong de Washington era el epicentro de una presunta red de pedofilia ligada a Hillary Clinton, candidata demócrata en las elecciones presidenciales de 2016. En marzo, la cuenta de correo electrónico personal de John Podesta, gerente de campaña de Hillary Clinton, fue pirateada en un ataque de phishing (suplantación de identidad).

El 7 de octubre WikiLeaks, comenzó a publicar miles de correos electrónicos recuperados de la cuenta privada de Gmail de Podesta, algunos de los cuales contenían material controvertido sobre las posiciones o la estrategia de campaña de Clinton. Podesta y la campaña de Clinton no confirmaron ni negaron la autenticidad de los correos electrónicos. Los expertos que investigan la filtración, incluida una empresa de seguridad privada llamada CrowdStrike, afirmaron haber rastreado las herramientas de piratería utilizadas, y afirmaron que un grupo de piratería ruso había accedido a la cuenta de Podesta.

Los defensores de la teoría conspirativa Pizzagate afirmaron que los correos electrónicos contenían mensajes codificados en las que aparecían varias palabras repetitivas como “pollo y pasta”, “pizza”, “hot dog”, “queso” . Tras varios análisis se dio a conocer que las palabras sin sentido podrían significar algo, representaban supuestos códigos para hablar de porno, niñas, niños, pedofilia que conectaban a varios restaurantes estadounidenses y funcionarios de alto rango del Partido Demócrata con una supuesta personas, abuso sexual y una secta satánica.

El 4 de diciembre, Edgar M. Welch, un joven de 28 años de Carolina del Norte, llegó a Comet con un rifle de estilo militar y una pistola. La policía dijo que disparó el rifle dentro de la pizzería, no lastimó a nadie, y se rindió después de no encontrar evidencia que respaldara los reclamos de niños esclavos retenidos allí. Lo que hizo que el tiroteo generara teorías de que la conspiración era más grande.

El término “pizza de queso” se había utilizado previamente como código para “pornografía infantil”. Un usuario anónimo especuló que otros términos relacionados con los alimentos también podrían tener un doble significado.

Esta interpretación se extendió, y otros correos electrónicos que contenían supuestas palabras de código fueron reinterpretados como evidencia de actividad pedófila.

Luego, el dueño de la pizzería fue arrastrado a los rumores en los tableros de mensajes. Los detectives aficionados en línea vincularon la señalización de la pizzería con símbolos satánicos. Al mismo tiempo, surgieron historias falsas que ubicaron al restaurante en el centro de una red de trata de niños.

Comentarios