Ciudad

Piden resarcimiento

Demandan a un salón de fiestas por 50 intoxicados

La mitad de los invitados a un cumpleaños de 15 terminaron con diarrea y vómitos, y algunos fueron internados. La familia de la chica pide que les devuelvan el monto del alquiler y los gastos del evento. Ocurrió el 29 de agosto de 2015


Una familia demandó por daños y perjuicios al dueño de un salón de fiestas de zona sur después de que cerca de 50 personas resultaran intoxicadas en una fiesta de cumpleaños de 15. El hecho pasó hace tres años y luego de agotar las instancias de mediación el padre de la menor decidió iniciar una demanda al salón. Pide que les devuelvan el dinero de la fiesta y un monto en resarcimiento por los daños, amparándose en la Ley de Defensa del Consumidor.

La noche del 29 de agosto de 2015 Natalia festejó su cumpleaños de 15 en un salón de fiestas ubicado en la zona sur de la ciudad. Los padres venían organizando el evento y pagando el salón desde hacía un año y medio atrás. Habían invitado más de 100 personas entre familiares y amigos de la chica.

El catering, a excepción de la mesa dulce, estaba a cargo del salón. Cuando terminaron de comer el plato principal, unos creppes de verdura y pollo, Darío, el padre de la cumpleañera, se descompensó. También lo hicieron la mitad de los invitados que se abalanzaron al baño con diarrea y vómitos. Llamaron al servicio médico del salón, pero no llegó. Ante la desesperación, Darío salió a la calle a pedir ayuda. Frenó un patrullero que pasaba por la zona y se subió. Lo llevaron de urgencia al Hospital Roque Sáenz Peña por un cuadro de intoxicación, donde derivaron a 30 invitados más. Los trasladaron la Guardia Urbana Municipal y el Servicio Integrado de Emergencias Sanitarias (Sies), quienes llegaron al lugar tras el llamado del patrullero. El resto de los intoxicados regresó a su casa.

La fiesta no terminó. Pese a que la cumpleañera no quiso continuar el festejo con su padre internado y la mitad de los invitados intoxicados, Julián, el dueño del lugar, insistió con que la fiesta debería continuar. Sin ánimos de festejos, con miedo de seguir comiendo y doloridos para bailar, el ansiado evento llegó al final con la mitad de los invitados.

Personal de bromatología tomó muestras para analizar los alimentos y determinar qué produjo la intoxicación, pero la familia no tuvo acceso a los resultados. El lugar fue clausurado y la Justicia abrió una causa penal de oficio que fue desestimada.

“Según el fiscal, las intoxicaciones no configuraban una lesión dado que las consecuencias físicas desaparecieron a los pocos días”, explicó Danilo Maier, el abogado patrocinante de la familia de la chica, quienes apelaron la medida y esperan la resolución.

El año pasado, la familia y el dueño participaron de una mediación civil sin llegar a un acuerdo. En febrero, interpusieron una demanda civil por daños y perjuicios amparándose en la Ley de Defensa del Consumidor. Pidieron que les reintegren la plata del alquiler del salón y de los gastos de la fiesta, más un porcentaje por el daño moral que provocó en la familia.

“Es lamentable la conducta del prestador de servicios que, lejos de dar una solución al problema, pretendió finalizar la fiesta para evitar reintegrar algo de dinero. Se desentendió del tema, no preguntó por el estado de salud de la familia y no se presentó cuando la Justicia lo citó. La fiesta de 15 es un momento único e irrepetible. No hay posibilidad de hacer una nueva fiesta”, concluyó el abogado.

Denuncias por estafas

En febrero se conocieron 78 denuncias de estafas que llegaron al Ministerio Público de la Acusación después que una quinceañera se quedara sin festejo de cumpleaños. Apuntaron a un salón de avenida Presidente Perón al 6900 donde en tres oportunidades el catering contratado para el evento nunca llegó. El resto de las denuncias son de personas que pagaron fiestas venideras y no recibieron más respuestas de los responsables del salón que tenía cuatro clausuras municipales.

En la causa investiga la fiscal de la Unidad de Delitos Económicos Natalia Benvenuto, quien pidió informes al municipio sobre las clausuras que tenía el local que alquilaban los organizadores de las fiestas.

El monto de los resarcimientos pedidos en las 78 denuncias ronda los 800 mil pesos, pero sólo las tres referidas a eventos no realizados pueden considerarse como estafas. Por éstas, el monto ronda los 90 mil pesos. El organizador de las fiestas sigue prófugo.