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Delfino: “Fue una fatalidad”

El árbitro se mostró convencido de haber actuado correctamente en la jugada previa al gol polémico.


centraldentro

La acción previa al segundo gol de San Lorenzo sigue generando controversias. Existe cierta unanimidad, al menos desde lo mediático, en considerar que el árbitro Germán Delfino cumplió con el reglamento. Pero no todos están convencidos de la corrección en el accionar de Fernando Elizari. Quien, para muchos, habría sacado provecho de una situación vinculada al fair play.

Uno de los que habló ayer del tema fue el propio Germán Delfino. Desde su rol protagónico en la acción, el juez definió como una “fatalidad” que el futbolista Elizari haya propiciado un gol a poco de entrar después de haber sido atendido fuera del campo de juego.

“La orden de ingreso la di mucho antes, justo se dio que el jugador entró y pasó lo que pasó”, se excusó el árbitro.

El tanto definió el encuentro a favor del Ciclón cuando faltaban pocos minutos para su finalización y Central pugnaba por la igualdad. Elizari recuperó la pelota ingresando a espaldas de Paulo Ferrari, y luego asistió a Héctor Villalba para que convierta.

“Fue mala fortuna; el juego iba por el sector izquierdo, le hago la orden al jugador (por Elizari) y lo autorizo a ingresar”, contó Delfino sobre el inicio de la acción. Y luego siguió con el relato: “Después de unos segundos, los de Central hacen un cambio de frente, y la pelota justo fue hacia el sector donde entraba Elizari; y pasó lo que pasó”.

Más allá de las críticas recibidas por el final de la jugada, el juez continuó justificando su decisión: “No hay nada que se pueda cambiar; di la orden mucho antes de que el jugador se perfilara para cambiar de frente”. Y agregó al respecto: “No hice nada reglamentariamente mal”.

Delfino comentó también que gran parte de la culpa la tuvieron los jugadores de Central, que no prestaron atención. “Una vez que autoricé al ingreso de Elizari, los jugadores tenían que saber que él estaba afuera y que cuando entrara, tenía la potestad de hacer lo que quisiera”, analizó.

Inclusive, tratando de encontrar un ejemplo  que tenga que ver con lo sucedido, apeló a una jugada que marcó la historia del fútbol.

“En el Mundial de 1986 festejamos un gol con la mano; seguro que fuimos más los que lo gritamos que los que lo criticaron”, recordó Delfino. “Cuando es en contra de uno, duele más, pero cuando es a favor se lo minimiza o no se hacen cargo”, planteó el árbitro, que siempre se mostró convencido de haber acertado con su decisión.

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