Juan Martín Del Potro vivió otra jornada de entrenamiento con buen humor, distendido y con muchas ganas. El partido del viernes ante Novak Djokovic, número uno del mundo, no le hace perder la serenidad.
Su práctica, igual a la de todos los días que no juega, duró un poco más de 40 minutos, pegando muy fuerte, con constancia y, sobre todo, firmeza en su rodilla.
“Estoy bien, es momento de empezar a pensar en el partido del viernes. Las rutinas son las mismas de todos los días”, dijo el tandilense tras su sesión.
La costumbre marca que en los minutos finales, disputa una suerte de partido junto a Franco Davín, su coach, y Martiniano Orazi, preparador físico. Delpo sólo debe sacar, el entrenador devuelve y luego Orazi es el encargado de jugar. Así disputan un game entero y el que pierde paga el café con medialunas.
“Mi compañero anda cada vez peor, estoy medio complicado”, bromeó Del Potro, que le dedicó varios minutos a la prensa internacional y argentina. “Ahora vamos a distendernos un rato, relajarnos, descansar y prepararnos para el viernes”, señaló.
Pese a su buen entrenamiento y sus ganas de jugar su segunda final en un torneo grande (la anterior fue en el US Open 2009, donde resultó campeón), nunca desvió la mirada hacia su izquierda, donde entrenaba Djokovic.
El serbio practicó junto a un juvenil durante el mismo tiempo que su rival y puntualizó aspectos de juego similares a los que tiene Del Potro, fundamentalmente el servicio.
“Es una semifinal de Grand Slam, un gran momento para mí. Enfrente está el número uno del mundo, al que conozco mucho y él me conoce a mí. Me ha ganado partidos duros y fáciles, en varias superficies”, evaluó el mejor argentino del ranking.
Pero a pesar del momento del serbio, también dio esperanzas sobre sus posibilidades de estar en la final, al decir que “cada día es diferente y trataré de hacer lo mejor posible. Sé que necesito incluso jugar mejor que ante David Ferrer, porque el rival es el mejor del mundo y mucha veces no alcanza con jugar bien”.
“No sé si podré jugar mejor que el miércoles, ojalá que sí. Si mantengo ese nivel, voy a poder hacer un buen partido. Seguramente Djokovic está con mucha confianza, no perdió ningún set durante el torneo. Sabe que está haciendo historia en cada Grand Slam que juega. No va a ser nada fácil”, agregó.
La Torre también habló de las claves para superar al serbio: “Trataré de sacar los mejores tiros que tengo, partiendo desde mi saque y mi derecha. Djokovic devuelve muy bien y eso a mí me va a perjudicar si no estoy fino con el saque. Tengo que potenciar cada golpe mío al máximo, que funcionen diez puntos y después esperar alguna mínima oportunidad que se me presente”.
Resulta evidente que su problema en la rodilla no está solucionado, porque el vendaje todavía está. Sin embargo, este jueves se lo vio mucho más dinámico que en otras jornadas. De hecho, pegó como suele hacerlo durante cualquier partido.
Respecto a su lesión, la “Torre” detalló que tiene “un golpe muy fuerte, que ante Ferrer me lo resentí, con el mismo movimiento de la otra vez”, a la vez que explicó su tratamiento: “No me trabajan la zona puntual donde me duele sino el resto, porque los músculos se contraen y tengo que cambiar la postura. Tomo antiinflamatorios y me pongo mucho hielo”.
Existe un antecedente entre Del Potro y Djokovic en césped de Wimbledon, el año pasado, cuando el argentino ganó la medalla de Bronce en los Juegos Olímpicos. “Haberle ganado hace un año acá no influye tanto. Lo conozco mucho y él a mí. Cada partido es diferente. Después de esa ocasión jugamos varias veces más y en el único Grand Slam en el que nos cruzamos fue en el US Open y me ganó. Ojalá que pueda hacer un buen partido, que tenga suerte con mi saque, que funcione lo mejor posible y que pueda encontrarle la vuelta y tener una oportunidad”, puntualizó.
Por último, Delpo dio su parecer sobre estar entre los finalistas del torneo más prestigioso del mundo: “No es normal encontrar todo vacío, tener disponibilidad de cancha todo el tiempo, que en el vestuario estemos solos. Esto te hace sentir que estás en instancias finales. Cuando uno se pregunta por qué está todo así, es porque ya estás en los últimos partidos del torneo. Es un placer poder ser parte de esos cuatro que quedan”.
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