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CANDIDATAS Y CANDIDATOS

Del Frade: “La consigna del momento es democracia o mercado”

El diputado provincial Carlos del Frade, quien aspira a renovar su banca, analizó el resultado de las Paso nacionales y consideró que la tendencia se puede revertir si la sociedad analiza en concreto las propuestas del libertario


El diputado provincial Carlos del Frade analizó el resultado de las Paso nacionales y atribuyó el alto porcentaje de votos a Javier Milei como un castigo ante la falta de respuesta de la política actual. Habló de la “dictadura del presente” y de la falta de expectativa de futuro que tiene gran parte de la población. Al mismo tiempo, consideró que la tendencia se puede revertir si la sociedad analiza en concreto las propuestas del candidato libertario. 

De cara a las generales provinciales de septiembre, el candidato del Frente Amplio por la Soberanía busca renovar su banca y ampliar la representación de ese sector en la Legislatura provincial, con la expectativa de duplicar votos. En tanto, considera que Maximiliano Pullaro ganará en la provincia y Juan Monteverde en Rosario. En diálogo con El Ciudadano expuso algunos de los proyectos que pretende convertir en ley: congelamiento de tarifas de luz y agua, ley provincial de educación, jornada laboral de 6 horas, entre otros.

—¿Cómo analizás el resultado de las Paso nacionales? 

—No me sorprendió. Recorriendo la provincia de Santa Fe y hablando con las chicas y los chicos de escuela secundaria de distintos departamentos noté que del único político del que hablaban era de Milei. Me parecía que iba a hacer una excelente elección, pero sí me sorprendió la cantidad de votos que sacó.

El gran aparato que tiene Milei es el mediático. Fue la construcción de la síntesis del repudio a las malas políticas de gobiernos nacionales, provinciales y municipales. La construcción de la herramienta para castigar la mala política desde 2018. Fue una producción de los grandes medios de comunicación convirtiéndolo en la figura más entrevistada en los últimos cinco años en Argentina. Cuando algunos analistas políticos hablan acerca de la falta de aparato, en referencia a la falta de listas en las provincias, resulta un análisis escuálido. Le sobraba aparato por la presencia mediática que tuvo. 

La política que se expresó a través del voto popular es una política de hartazgo a las mentiras, a las hipocresías, a las cobardías de los sectores que han gobernado la nación, la provincia y el municipio, poniendo en la bolsa a sectores que nunca gobernamos y que sí queremos transformar la realidad y dejar de lado el Estado cómplice para hacer otra cosa como, por ejemplo, los sectores de izquierda. 

Hay una especie de dictadura del presente. Se vota el castigo al presente por los castigados. Los castigados votan en contra de su castigador y lo hacen a través de Milei porque piensan solamente en el presente. Hay un drama muy profundo en Argentina y en la provincia de Santa Fe: mucha gente no tiene futuro ni otra manera de pensar que no sea castigar el presente que duele y desgarra. Hay tantos suicidios en la provincia porque no hay futuro y eso se expresa políticamente eligiendo en el presente a lo que no se quiere, a lo que se debe castigar. Ahora viene una instancia distinta porque incluso la gente que sufre la ausencia de futuro va a tener que pensar qué es lo que quiere. Cuál es el futuro que espero con lo que yo elegí para castigar. Qué es lo que nos promete y cómo va a ser eso que promete. En esa reflexión, en la cual va a entrar necesariamente el futuro, los resultados pueden ser otros y creo que van a ser otros.

La política tradicional tiene pocas herramientas, salvo tratar de construir algo diferente y ser muy sincero sobre lo que significa haber entregado prácticamente todo y haber hecho una política a favor de los sectores dominantes y del poder económico. Milei es una de las construcciones de los poderes económicos, no solamente nacionales, sino también supranacionales. Es el neofacisimo contemporáneo que se vio en Brasil con Bolsonaro o con Trump en Estados Unidos o con sectores de derecha en España. Es el neofascismo que ha construido a nivel casi planetario el sistema capitalista.

Es muy probable que quien se eligió como castigador de la mala política termine siendo un arma reversible que castigue al propio pueblo que lo votó. Dolarizar significa asumir la moneda nacional de Estados Unidos como propia. Es entregar totalmente a Argentina. En ese mercado salvaje propone una vida peor para las grandes mayorías que lo votaron y que, por ahora, lo están eligiendo como principal candidato a ser presidente de los argentinos. Milei termina siendo cómplice del principal responsable de lo malo de la democracia que es el poder económico y, por supuesto, sus socios de la dirigencia política cobarde, traicionera, mentirosa que siempre estuvo en distintos gobiernos nacionales, provinciales o municipales. La consigna del momento es democracia o mercado. 

—¿Se puede modificar el panorama nacional y revertir los votos en octubre? 

—La gente votó lo que no quiere, pero cuando empiece a pensar qué es lo que quiere en función del futuro, creo que se puede revertir esa elección.

—¿Qué herramientas de transformación tiene la política actual para dar una esperanza de futuro en el corto plazo? 

—Hay que ver si los gobiernos nacionales, provinciales y municipales tienen valentía. Dudo de eso. Si la tienen, hay que pedir perdón por tantos años de mirar para otro lado, por responder siempre que sí al poder empresarial y nunca que sí a las necesidades populares, y por entregar el país. A partir de eso, pensar con seriedad qué pasa en el futuro, qué pasa el día después, qué pasa el 11 de diciembre. Hoy ya dieron el puñetazo pero no se puede vivir dando puñetazos. Hay que preguntarse cómo se vive, cuál es la planificación, cuál es el rol del Estado, qué pasa con los trabajadores, con las riquezas, con el medio ambiente, con la Justicia, con los medios de comunicación. Eso se tiene que discutir en Argentina.

—¿Existe una concepción que asocia lo estatal con la corrupción? 

—Históricamente sucedió así. Hoy tenemos un Estado colonizado al servicio de las empresas privadas en Rosario, en Santa Fe y en Argentina. Hay que terminar con ese Estado bobo y cómplice, democratizar la democracia, reconstruir el Estado con participación ciudadana municipal, provincial y nacional, y dejar de responder a la extranjerización y concentración de las riquezas para recuperar lo propio. Es importante incorporar la idea de la soberanía porque sin soberanía no hay democracia y termina siendo democracia para unos pocos.

—¿Cómo analizás el resultado de las Paso provinciales? 

—Estuvimos a casi 15 mil votos de repetir dos diputados. Hay que sacar 84 mil votos en septiembre y sacamos 66.956, estuvimos muy cerca. Nuestra idea es crecer y duplicar. Que Palo Oliver, que es una figura extraordinaria, siga en la Legislatura de Santa Fe y que vuelva Mercedes Meier. Es posible porque casi el 40% de la gente no fue a votar en la provincia de Santa Fe y casi la mitad no fue a votar en Rosario. Además hay un voto en blanco. Nosotros no somos lo mismo, no hemos gobernado, no somos responsables del saqueo. Al revés, lo enfrentamos. Le pedimos a la gente que reflexione porque dentro de la política hay también otras maneras de repudiar lo que hay pero, al mismo tiempo, de tener un proyecto de una sociedad santafesina mucho mejor. Les pedimos que nos voten con absoluta claridad, con mucha humildad pero con firmeza. Somos de las únicas voces que se han levantado desde hace años contra el narcotráfico, contra empresarios fugadores y atorrantes como los de Vicentin, contra el lavado de dinero en el fútbol. Somos los únicos que hablamos de estos temas. Necesitamos seguir para decir lo que los demás ya no dicen por falta de valentía o miedo.

—¿Cuáles son los principales proyectos que van a llevar a la Legislatura?

—Es muy importante una reforma impositiva para congelar los aumentos en la tarifa de la Empresa Provincial de la Energía (EPE) y de Aguas Santafesinas, a través de cobrarle a 20 empresas, y solamente a las exportadoras, un 5% de ingreso bruto del que hasta ahora están exentas. Se recaudaría casi 150.000 millones de pesos, mucho más que el presupuesto del Ministerio de Salud actual para un año. Generaría que pudiéramos, por ejemplo, congelar durante un año las tarifas de agua y energía para que no sean siempre las mochilas pesadas que caen sobre la espalda del pueblo santafesino. 

La recuperación de los puertos y del Banco Provincial de Santa Fe. Una ley de jornada laboral de 6 horas para que en las 530 grandes empresas, en lugar de haber tres turnos de 8 horas, haya 4 turnos de 6 horas, con lo cual podrías tener casi 60 mil puestos de trabajo nuevos en blanco con plenitud de derechos laborales y sociales. Generaría que entren a trabajar los dos sectores más castigados de la población: las chicas y los chicos menores de 30 años, que es el primer núcleo de la desocupación, y la gente que tiene más de 40 años, que es el segundo grupo más desocupado.

Leyes ambientales: ley de Agrotóxicos y de Agroecología. Ley Provincial de Educación: la provincia tiene la vergüenza de tener la ley de Educación más vieja del país, que data de 1947, por el poder terrible que tienen tres arzobispos como son el del Rosario, el de Rafaela y el de Santa Fe. Subir de Secretaría a Ministerio de Deporte. Son las cosas que venimos trabajando desde hace años, pero que algún día se tienen que hacer ley. Le pedimos a la gente que nos vote para tener más fuerza política y hacer la ley. Y si no se puede todavía, que por afuera las distintas organizaciones sociales y políticas nos ayuden a presionar.

—¿Qué expectativas tenés para el resto de las candidaturas provinciales? 

—Creo que por el pésimo gobierno de Perotti, Pullaro va a ganar las elecciones provinciales y creo que en Rosario va a ganar Juan Monteverde.

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