Un joven de 27 años fue imputado con prisión preventiva por dos años como autor del asesinato de Valeria Nasca, una mujer que había sido condenada como miembro de la banda del capo narco Esteban Alvarado, informaron fuentes judiciales.
Los fiscales que investigan el crimen de Nasca (45), asesinada de once balazos el domingo 7 de mayo pasado en una emboscada, acusaron a Eric Rojas por los delitos de homicidio, portación ilegítima de arma de fuego y encubrimiento, precisaron las fuentes.
Rojas, de 27 años, fue detenido el domingo último por la Policía de Rosario en la localidad entrerriana de Nogoyá, a cien kilómetros de Rosario, donde vivía y mientras conducía un vehículo.
Ese día también fue allanado un domicilio en esa ciudad y otros dos en Rosario, mientras los investigadores buscan a otros dos presuntos cómplices.
El juez de la audiencia imputativa, Florentino Malaponte, tuvo por formalizada la acusación y le dictó prisión preventiva por dos años a Rojas, informó el Ministerio Público de la Acusación (MPA).
Los fiscales Luis Schiappa Pietra y Marisol Fabbro acusaron al hombre detenido el domingo de ser uno de quienes el domingo 7 de mayo alrededor de las 11 llegaron en un Ford Focus gris robado a un galpón ubicado en la calle Liniers al 2600 de Rosario.
De acuerdo con la investigación, la víctima había llegado al lugar con su pareja, Jorge Benegas (47), ambos condenados como miembros de una asociación ilícita liderada por el narco Alvarado y de largo vínculo con él, para realizar la venta de una batea de camión.
En el lugar hay un galpón donde funciona una empresa de logística de la pareja, acusada por lavado de activos de origen ilícito pertenecientes a Alvarado.
Según la pesquisa, quienes llegaron en el Focus no pretendían comprar la batea sino asesinar a Nasca o a su marido.
Las pericias de la Policía Científica determinaron que dispararon once veces contra la mujer, que murió en el lugar, para luego huir y abandonar el automóvil robado en calle Teniente Agneta al 2100 de Rosario.
Rojas fue imputado como uno de los sicarios y también por haber circulado en el vehículo “a sabiendas” de que era robado, dijeron los fiscales.
También por la portación sin autorización del arma, calibre 9 milímetros, empleada en el asesinato.
Entre la evidencia mencionada por el MPA, figura que en la puerta del Focus quedaron las huellas dactilares del acusado, y que iba y venía a Nogoyá, donde vive con su pareja, con su propio DNI en colectivo.
Nasca, que era tía de la actual pareja de Alvarado, fue condenada en 2021 mediante un juicio abreviado a 3 años de prisión de cumplimiento condicional, por lo que quedó en libertad.
Además, se le impuso una multa por lavado de activo que ascendió a 51.600.000 de pesos, según la sentencia a la que se arribó mediante un juicio abreviado.
En el mismo procedimiento fue condenado su pareja, Benegas, considerado como histórica mano derecha en los negocios de Alvarado y acusado como organizador de la asociación ilícita liderada por el capo narco.
Benegas recibió una pena de 5 años de prisión y una multa de 62.200.000 de pesos, equivalente al doble del monto de dinero de origen ilegal que ayudó a “lavar”.
La mujer había sido empleada administrativa de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y, según los fiscales que investigaron a Alvarado, integró el complejo andamiaje societario que el capo narco conformó para darle apariencia legal al dinero negro.
Por la misma causa, Alvarado fue condenado en juicio oral en junio del año pasado a prisión perpetua por los delitos de homicidio, balaceras, lavado de activo y asociación ilícita.
Diez días después la Justicia Federal de Rosario lo condenó a 15 años de cárcel como organizador del transporte de media tonelada de marihuana desde Rosario a la Patagonia, y en marzo pasado protagonizó un cinematográfico intento de fuga en helicóptero de la cárcel de Ezeiza, donde cumple las penas impuestas en ambas sentencias.
Su nombre alcanzó dimensión nacional meses atrás, cuando fue desbaratado un plan para escapar de la cárcel en un helicóptero, en una fuga que iba a compartir, según la pesquisa, con el también capo narco Alan Funes, cuyo nombre figura en la investigación del crimen de Nasca como quien pudo haber transmitido la orden de matarla.
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