Anfetaminas, opiáceos, cannabis, cocaína, metanfetamina y metadona son las drogas que se controlarán en los tests de narcolemia a los automovilistas que la Municipalidad de Rosario se apresta a implementar en breve. Así quedó definido durante un encuentro que tuvo lugar ayer entre referentes de diversas reparticiones oficiales y el edil Jorge Boasso, autor del proyecto que fue aprobado por el Concejo Municipal y luego avalado por la intendenta Mónica Fein.
“Cada droga tendrá su punto de corte, medida en nanogramo”, indicó Boasso, quien informó que desde el Ejecutivo municipal ya están confeccionando el decreto reglamentario que pondrá en vigencia la nueva disposición, aplicable a los conductores de vehículos. Estimó que ese trámite estará concluido en diez días.
“Paralelamente se comenzarán los procesos licitatorios o contractuales para adquirir los dispositivos para el control en calle de drogas por saliva”, añadió el edil, quien aclaró que estos exámenes se realizarán de manera conjunta con los de alcoholemia.
Estas definiciones se plasmaron durante una reunión que Boasso mantuvo ayer con el secretario de Control y Convivencia Ciudadana, Gustavo Zignago; el subsecretario del área, Guillermo Turrín, la subsecretaria de Salud, Silvia Marmiroli, el director de Tránsito, Gustavo Adda, y diferentes profesionales médicos.
“El fin es seguir avanzando en la implementación de los controles de narcolemia a los conductores”, expresó el concejal.
En el encuentro se ratificó que “no es intención perseguir a los consumidores, sino evitar que conduzcan drogados”. Por esa razón, se ofrecerá a los adictos acceder de manera voluntaria a un tratamiento médico y terapéutico a través de los efectores públicos.
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