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Japón: decretan estado de urgencia en otra planta nuclear

Lo decidieron las autoridades sobre la central de Onagawa, luego de registrar niveles de radiactividad que superaban los autorizados en zonas cercanas. El portavoz del gobierno, Yukio Edano, se retractó hoy sobre una posible fusión en el reactor de Fukushima y expertos estadounidanses alertaron sobre "un Chernobil" en el país asiático. Según la ONU, hay casi 600 mil evacuados Cuatro heridos por la fuerte explosión en central nuclear Graves accidentes de centrales nucleares en los últimos 30 años El riesgo de fusión nuclear Explosión en planta nuclear sembró el temor radioactivo

Decretaron el estado de urgencia en la planta nuclear de Onagawa (noreste), afectada por el fuerte terremoto del viernes.

Las autoridades japonesas decretaron el estado de urgencia en una segunda planta nuclear, la de Onagawa (noreste) también afectada por el fuerte terremoto del viernes, anunció la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA).

“Las autoridades japonesas informaron a la AIEA que el primer estado de urgencia (el nivel más bajo) en la central de Onagawa fue señalado por la Tohoku Electric Power Company”, explicó la agencia de la ONU, cuya sede está en Viena.

Los tres reactores de la planta de Onagawa “están bajo control”, según las autoridades japonesas, precisó la AIEA.

En conformidad con la reglamentación japonesa, “la alerta fue declarada tras niveles de radiactividad registrados que superaban los autorizados en la zona cercana a la central”, explicó la AIEA.

“Las autoridades japonesas tratan de determinar cuál es la fuente de las radiaciones”, añadió la agencia.

El portavoz del gobierno japonés, Yukio Edano, se retractó hoy de sus propias declaraciones sobre una posible fusión del núcleo del reactor de la central nuclear de Fukushima 1, y señaló que en el reactor 3 no tuvo lugar fusión alguna.

Los valores radioactivos en la central superaron hoy los límites permitidos, reconoció Edano, pero aseguró que no hay peligro para la salud de la población.

Con ello contradijo sus propios datos, según los cuales no había que excluir una “pequeña fusión del núcleo”.

En tanto, especialistas estadounidenses en energía atómica aseguraron que utilizar agua de mar para enfriar un reactor nuclear como lo hacen los japoneses en su central de Fukushima, dañada por el sismo del viernes pasado, es “un acto de desesperación” que evoca la catástrofe de Chernobil.

Varios expertos, hablando con periodistas por audioconferencia, prevén además que este accidente nuclear pueda afectar la reactivación de este sector energético en varios países.

“La situación se volvió tan crítica que no tienen más, al parecer, la capacidad de hacer ingresar agua dulce para refrigerar el reactor y estabilizarlo, y ahora, como último extremo, deben recurrir al agua de mar”, dijo Robert Alvarez, especialista en desarme nuclear del Instituto de Estudios Políticos de Washington.

Lo que pasa actualmente en la central es una pérdida total de alimentación de los sistemas de refrigeración, exterior e interior (asegurada en este caso por generadores diesel).

Esta falla total “es considerada como extremadamente improbable pero es un tema de gran inquietud desde hace décadas”, explicó Ken Bergeron, un físico que trabaja sobre simulaciones de accidentes en reactores. “Estamos en un terreno desconocido”, precisó.

Los reactores de Fukushima han sido detenidos pero el corazón del reactor puede fusionarse si no es refrigerado y comenzaría a fluir hacia el fondo del recinto de confinamiento.

“La estructura de confinamiento en esta central es ciertamente más sólida que la de Chernobil, pero mucho menos que la de Three Mile Island, y solo el futuro dirá” qué puede suceder, señaló Bergeron, al hacer alusión a los dos más graves accidentes nucleares, el de 1986 en Chernobil (Ucrania) y el de 1979 en Three Mile Island, en Pensilvania, Estados Unidos.

“En este momento, estamos frente a una situación semejante a la de Chernobil, donde se comenzó a verter arena y cemento” para recubrir al reactor en fusión, explicó Peter Bradford, ex director de la Comisión de vigilancia nuclear estadounidense.

“Si esto continúa, si ellos no retoman el control de todo esto, vamos a pasar de una fusión parcial del corazón (del reactor) a una fusión completa. Eso será un desastre total”, dijo por su lado Joseph Cirincione, jefe de Ploughshares Fund.

Cirincione reprochó a las autoridades japonesas por ofrecer informaciones parciales y contradictorias sobre la situación en la central de Fukushima.

La presencia de cesio en la atmósfera después de que la central hubiera lanzado el vapor excedente indica que una fusión parcial está en curso, según este especialista.

“Esto señala a los operadores que las barras de combustible han sido expuestas, que el nivel de agua ha caído por debajo de las barras y que las barras comenzaron a quemarse, liberando cesio”, explicó.

Para Bradford, esta situación representa “un grave revés para el pretendido relanzamiento” del sector nuclear en varios países.

“La imagen de una central nuclear estallando delante de sus ojos en la televisión es una primicia”, subrayó.

Pero para el portavoz de la Asociación nuclear mundial, Ian Hore-Lacy, los riesgos de fusión o de explosión del reactor “disminuyen a medida que pasa el tiempo y que el combustible nuclear se enfría”, según dijo en declaraciones a la cadena CBS.

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