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Decisión judicial repudiada

Organismos de DD.HH. rechazaron la reapertura de una causa para investigar atentado que dejó nueve policías y dos civiles muertos en 1976, atribuido a Montoneros. Dicen que no son crímenes de lesa humanidad.

Organismos de derechos humanos repudiaron ayer el intento de reapertura de la investigación judicial de un atentado explosivo en el que murieron nueve policías y dos civiles, ocurrido en septiembre de 1976 en el barrio Refinería y atribuido a la organización Montoneros, al señalar que se trata “de una estrategia de la derecha para reinstalar la teoría de los demonios”.

“Para la normativa nacional e internacional es muy diferente lo que ocurrió con el terrorismo de Estado, que está más que probado, con lo que podrían haber sido hechos cometidos por personas, incluso por personas que podrían haber  integrado organizaciones armadas, que de ninguna manera pueden ser investigados porque han prescripto”, dijo ayer la abogada Ana Oberlin, representante dela Secretaríade Derechos Humanos nacional en Rosario.

“Solamente son imprescriptibles los delitos de lesa humanidad, y para que sean tales tienen que haber sido cometidos por el Estado o por organizaciones que hayan tenido poder dentro del territorio”, abundó la abogada.

En esa línea, el integrante de la agrupación Hijos, Juan Emilio Basso, sostuvo que la decisión judicial “parece un disparate” y agregó que “hay es una embestida política que pone en cuestión el proceso de juicio y castigo al terrorismo de Estado, que se funda en una pelea de muchos años, pero que se profundizó desde2003 aesta parte”.

El juez federal Martín Bailaque, a cargo del juzgado Nº 4 de esta ciudad, aceptó el pedido de instrucción de una causa elevado por el fiscal federal Marcelo Degiovani a partir de la solicitud presentada por Gabriel Alfonso, hijo del policía Domingo Alfonso, quien falleció como consecuencia del atentado.

Y lo instruyó para que investigue si se trató de un delito de lesa humanidad, único modo de reabrir la causa y reiniciar la investigación, que tuvo su capítulo judicial durante la última dictadura aunque sin resultados.

El hecho ocurrió el 12 de septiembre de 1976 en inmediaciones de Junín y Rawson, en el barrio Refinería, cuando un colectivo con policías regresaba de un partido en el estadio de Rosario Central. A esa altura, una bomba ubicada en un Citroën estalló, provocando la muerte de nueve uniformados y dos civiles que estaba en el lugar.

El hecho fue atribuido a la organización Montoneros, a partir de la distribución de volantes de ese grupo del peronismo de izquierda que se hacía cargo del episodio, según señalan las crónicas de la época.

“Se trata de una estrategia de la derecha por reinstalar la teoría de los dos demonios, para volver hacia atrás en lo que hemos andado como pueblo argentino”, sostuvo Oberlin.

“Se está queriendo instalar estos temas para volver hacia atrás en lo que hemos andado como pueblo argentino; se trató de Terrorismo de Estado y de ninguna manera de una guerra”, afirmó en declaraciones a LT8.

Por su parte, Basso sostuvo que “hay un intento de poner obstáculos a ese proceso de enjuiciamiento a los represores, que abre una oportunidad ala Argentina–que sufrió varias dictaduras–, de poner al país en el concierto de los países que no perdonaron a los verdugos que cometieron crímenes aberrantes”.

“Con la idea de reinstalar la teoría de los dos demonios, lo que buscan es que no se pueda avanzar sobre otro costado de estos temas, que es discutir el proceso histórico que vino a encarnar la dictadura”, dijo el militante de Hijos.

En esa línea, agregó que “la idea de dos bandos armados es la manera de reducir que de lo que se trató fue de un proyecto político para construir una Argentina diferente, y que la dictadura como brazo armado de sectores económicos minoritarios vino a barrer a los opositores que cuestionaban su poder, como lo hicieron en el 55, en el 30 y con la conquista del desierto”.

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