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Debate por uso de agrotóxicos se define en Diputados

Hay dos proyectos en la Legislatura que buscan zanjar diferencias en la zona de restricción de fumigaciones terrestres y aéreas, y en la autoridad de aplicación. La ministra Ciciliani y las comisiones de Agricultura y de Ambiente se reunirán después del 12 de noviembre


Un nuevo intento por modificar la ley de Agroquímicos de la provincia de Santa Fe va tomando forma. En la comisión de Salud de la Cámara de Diputados se firmaron dos dictámenes: uno que avala un proyecto presentado por el diputado Carlos Del Frade y otro, con menos restricciones, impulsado por el oficialismo.

El proyecto del diputado del interbloque Igualdad obtuvo dictamen de minoría. Propone una restricción de 1.500 metros a contar desde los límites de los cascos urbanos para fumigaciones terrestres, al tiempo que directamente prohíbe la fumigación aérea. En esta propuesta, la autoridad de aplicación es la provincia.

El dictamen de mayoría lo obtuvo la propuesta del oficialismo, que establece un límite progresivo para fumigaciones terrestres: 600 metros el primer año y 1.000 metros el segundo. Y en el caso de las pulverizaciones aéreas, propone una restricción de 3.000 metros. Además, deja que los municipios y comunas decidan sobre su aplicación.

Para Del Frade, un proyecto consensuado entre las dos propuestas podría llegar al recinto para su debate el 8 de noviembre próximo. Y para que eso ocurra uno de los sectores podría ceder en la cantidad de metros de restricción, que se irían aumentando de manera progresiva, pero del otro lado deberían aceptar que sea el gobierno provincial la autoridad de aplicación.

“Los límites terrestres que establece el proyecto del oficialismo están bien. En el caso de las (fumigaciones) aéreas, podemos comenzar con los 3.000 metros, pero ir avanzando hacia la prohibición”, dijo Del Frade en diálogo con El Ciudadano.  Pero dejó en claro que para que eso se cumpla la norma no puede quedar en manos de la decisión de cada distrito.

El diputado Carlos Del Frade, del Frente Social y Popular.

“No pasa por los metros”

Para este miércoles estaba prevista una reunión entre los integrantes de las comisiones de Agricultura y de Medio Ambiente, con la ministra de Producción Alicia Ciciliani, pero la funcionaria pidió una prórroga para que el encuentro se realice el 12 de noviembre.

En diálogo con El Ciudadano, la ministra dijo que la ley actual, que establece límites de 200 a 500 metros “no es mala”. Pero remarcó que “hay que lograr que se cumpla”.

“No pasa por los metros. No es una cuestión de distancias sino que hay que hacer un plan para que se cumpla, y en eso estamos. Ya contratamos 21 ingenieros agrónomos y vamos a controlar a los aplicadores para que lo hagan en condiciones adecuadas”, expresó.

Respecto a la fumigación aérea, Ciciliani reconoció que “es algo que se está realizando mal”, por lo que insistió que, más que prohibirla, el Estado debe regular su aplicación.

La ministra Ciciliani destacó la “buena voluntad” de los productores agropecuarios: “Nos piden ellos mismos que regulemos porque quieren cambiar y mejorar las prácticas agrícolas. Se sienten mal ante esta situación porque no quieren ser los malos de la película, son vecinos de los pueblos y también se ven afectados”.

Alicia Ciciliani, ministra de la Producción de la provincia de Santa Fe.

 

La mirada de los productores

La ley actual data del año 95. El avance de la soja profundizó las fumigaciones desmedidas y por eso comenzaron a tomar fuerza organizaciones como Pueblos Fumigados y Paren de Fumigarnos.

Los productores agropecuarios nucleados en la Federación Agraria Argentina (FAA) no ven con malos ojos una reglamentación que cuide la salud de la población pero solicitan que no afecte a la producción. En diálogo con El Ciudadano, el vicepresidente 2° de la entidad, Marcelo Banchi, expresó: “Queremos cuidar la salud pero también tener una producción”.

“Siempre fomentamos prácticas agropecuarias que no afecten la salud y el medio ambiente. Nos parece muy bien todo lo que sea controlado y modificar las leyes a medida que la producción avanza. Y si tiene que haber sanciones que las haya, porque nadie quiere envenenarse”, señaló el productor agropecuario.

Sin embargo, aclaró que “es un debate muy complejo dentro de una sociedad en la que también están los productores”. “Tendremos que sentarnos en una mesa y consensuar proyectos que sean buenos para la producción y la salud. En el caso de los campos que estén dentro del límite, deben plantearse producciones alternativas para no dejar toda esa zona sin producir. Por ejemplo, la soja orgánica es rentable”, explicó.

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