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Calor, pandemia y frío

De Rosario a Canadá: pasó de no tener qué comer en México a ser un profesional de la animación

Marcelo Azulay tiene 42 años. A los 21 años se fue de Rosario con una meta: visitar Cancún y regresar. Las circunstancias cambiaron sus planes. Trabajó en hoteles y cruceros, conoció a su mujer y ahora vive con ella y el hijo de 5 años de ambos en Edmonton. En Youtube cuenta su vida


Marcelo Chelo Azulay consiguió materializar el sueño de muchos : irse de viaje de joven, conocer otras culturas, trabajar, superarse y tener éxito en el exterior haciendo lo que le gusta. Esta es la historia de un rosarino que vive en Edmonton, la capital de la provincia canadiense de Alberta, junto a su esposa e hijo. Y decidió relatar sus experiencias a través de videos de YouTube.

Chelo partió en 1999 de Rosario a Playa del Carmen. Le contó a El Ciudadano que su idea, entonces, era era viajar y conocer, pero con regreso posterior a la ciudad por tierra. En Rosario pensaba “hacer una gran fiesta en el Monumento o en el Parque España con mis amigos”. Nada fue, sin embargo, como había imaginado.

Se ganaba unos pesos tocando la guitarra en los colectivos de las ciudades a las que llegaba. Había partido con apenas 200 dólares en el bolsillo para todo el periplo. “He estado tres días son comer, sólo fumaba para no tener hambre y tocaba la guitarra en los colectivos hasta que una persona me vio y me ofreció trabajo en el sector de entremetimientos de un hotel de Cancún”, recuerda Chelo. Fue el disparador: en los siguientes 20 años se desempeñó como director de entretenimiento en hoteles y cruceros.

Su vida en Rosario

Antes de emprender su viaje, Chelo trabajaba en un local de ropa para niños en la peatonal Córdoba. “Trabajaba para ahorrar, porque tenía claro que me quería ir. Recibía la mercadería y la repartía en otros tres locales que había por la peatonal Córdoba, más un cuarto por San Martín”, recuerda.

“Bailaba en las ferias de colectividades en el stand de Israel, hacía teatro callejero, en el Parque España, jugaba al fútbol de salón”, enumera Azulay sus actividades en Rosario. Y destaca que también participó de algunos shows en el teatro La Comedia y El Círculo, entre otros. También, fuera de la ciudad, pero en la Argentina.

En Rosario quedan parientes y amigos. “Mis primos, mis tíos, amigos que quedaron allí y otros que también están en diferentes partes del mundo, pero tengo un vínculo muy fuerte con mi ciudad y con mi pasado”, aclara.

De México a Canadá

Después de vivir en Cancún, Chelo decidió junto a su familia radicarse en Edmonton. Fue hace un año. “Conocí a mi mujer, canadiense,  bailarina en los cruceros que llegó a participar en el elenco de Tinelli una temporada, y nació nuestro hijo en Playa de Carmen, donde vivimos juntos  durante cinco años”, recorre los tramos más allá de la frontera. Ya trabajaba como director de entretenimientos y las mudanzas –concede– fueron duras al principio.

“Llegué a Canadá un 14 de diciembre, hacía -32ºC. Había venido otras veces, pero de visita. Las primeras dos semanas fueron duras. Después me acostumbré. Trabajé con muchas culturas, en relación al turismo. Pero el canadiense es más frío, no hay muchos besos y abrazos, ni el reírse en voz alta, ni hablar de los asados y las comidas compartidas por horas. Acá es más formal la cosa”, explica las diferencias.

“Mi hijo Luca ahora tiene 5 años y en septiembre comenzará el Kinder, lo que sería el preescolar, así que por ahora nuestra idea es quedarnos en Canadá, ahorrar para comprarnos una casa. Hace un mes y medio llegó mi visa de trabajo. Vivimos de un solo sueldo. Yo hago los videos en YouTube pero no vivo de eso”, explica el emprendedor. Agrega que su familia es de Israel, y que el pasado que construye su identidad incluye a Rosario y 20 años en México. “De todas formas, no cierro las puertas a ningún lugar del mundo”, se describe.

Aggiornarse en pandemia

Su esposa Brandy es bailarina. Trabajaba en Canadá dando clases en una academia. Por las restricciones ante la pandemia de covid- 19, esas actividades quedaron suspendidas y entonces comenzó a trabajar en un local de comidas rápidas y en un shopping. Chelo trabajo un poco en algunos hoteles, pero la escasa actividad turística le retaceó ingresos. Fue entonces que comenzó a publicar videos en YouTube sobre la vida en Canadá. “El canal creció en cuatro meses y llegó a los 5000 subscriptos”, se alegra Azulay.

A través de la red, le llegan muchas preguntas de gente que planea o necesita migrar. “Recibo de 15 a 20 consultas diarias, pero yo no soy consultor en migraciones, ni puedo ofrecer información oficial. Sólo puedo relatar mi experiencia”, aclara.

Hacia la nueva normalidad

Las restricciones sanitarias en Edmonton se levantaron este 1º de julio. “El plan de vacunación comenzó lento aquí, pero luego fue todo muy rápido y en la provincia (Alberta) ya está inoculada más del 70% de la población. Como el 1º de julio es el Día de Canadá, se tomó esa fecha para volver a la vida sin restricciones”, explicó.

 

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