Edición Impresa

¿De qué se habla realmente cuando se habla de RSE?

Se ha expandido tanto el término Responsabilidad Social Empresaria que suele confundirse el verdadero sentido.


ambientedentro

La Responsabilidad Social Empresaria (RSE) designa una línea de gestión empresarial que reclama desmalezar su denominación para facilitar su capacidad de generar valor para todos los actores involucrados.

Han florecido tantos casos, expertos y análisis relacionados con la RSE que por momentos parecería que el término se utiliza hasta en forma abusiva para hacer referencia a un rango de temas que ninguna actividad sería capaz de cubrir y abarcar, por lo que parece oportuno intentar contar con un análisis que nos permita saber de qué hablamos cuando nos referimos a la RSE.

Lo razonable es descomponer la denominación para saber que hablamos de Responsabilidad (la “R” de la sigla) para comenzar considerando que somos culpables, aunque sea potenciales, de cuestiones de las cuales nos tendremos que hacer cargo.

El siguiente término, al que corresponde la “S” de Social, pone en evidencia la pertenencia que todos tenemos al ser parte de una comunidad y vivir organizados como sociedad. Completamos la sigla con la “E” de Empresa que nos recuerda que siempre está involucrada una actividad que promete –porque lo requiere para existir– lucro.

Así tenemos “una empresa dispuesta y capaz de hacerse cargo de las consecuencias de sus actos en la comunidad de la que forma parte”, lo que debería abarcar a todas las empresas pero, aunque la definición le quepa a cualquiera, lo cierto es que no todas las empresas se identifican con la RSE.

Podría no haber sido necesario todo esto de la RSE si las empresas no hubieran llegado a la instancia en la que se las considera, en diferentes grados, culpables de algunos de los males que afectan a la comunidad. Ingresar en una categoría semejante debería involucrar su contraparte, la Irresponsabilidad Social Empresaria, lo cual pondría en evidencia el sinsentido de ambas, ya que no hace falta aclarar que, si hubiera empresas socialmente irresponsables, el deber de cada uno de quienes integramos la comunidad debería ser el de denunciarlas y hacer lo necesario para que dejen de operar y respondan por las consecuencias de su irresponsabilidad.

Pero lo que tenemos en el mercado es RSE y allí nos enfocamos. ¿Qué pretende usted de mí? Conocer la sigla que identifica a la RSE es conocer sólo la parte superior de la punta del iceberg que forman las denominaciones vinculadas en un mar que congela el entusiasmo de quien intenta avanzar logrando resultados sostenibles; y es justamente la sostenibilidad el concepto vital para que todo lo relacionado tome sentido. Las empresas deben ser sostenibles, por conveniencia propia y comunitaria, ya que son actores principales del progreso y la riqueza de la comunidad de la que forman parte.

Las empresas requieren de una visión amplia para tener presente que dañar a la comunidad es dañarse a sí mismas tanto como necesitan contar con una misión clara que les recuerde que su evolución no consiste en dejar de ser empresas para migrar hacia otras formas de instituciones relacionadas con la caridad, el altruismo y la filantropía.

La verdadera RSE no depende de cómo la denominemos sino de lo que hagamos en su nombre; en especial de lo que logremos con nuestras acciones.

Las dificultades que encuentra la RSE en su evolución son al menos dos relacionadas con su esencia. La primera tiene que ver con su origen; la RSE toma el sitio de la filantropía y pretende mejorar todo lo relacionado con una actividad que no tiene vínculo con lo empresario, desde el momento en que su razón de ser se limita a dar sin esperar nada a cambio.

La filantropía aplicada por empresas no es más que una versión del asistencialismo que pone una “curita” prolija sobre una enfermedad en busca de la fotografía que inmortalice el momento.

La filantropía no es sustentable y las empresas deben serlo por sí mismas y por su pertenencia a la comunidad. La segunda razón tiene que ver con la culpa, con sentirse culpable de algo que tienen que reparar en vez de sentirse parte de un mejor futuro compartido y de la evolución integrada con la comunidad.

La pretensión de la RSE debe ser evolucionar integrados donde todos avancen generando valor y cada etapa sea mejor que la anterior para todas y cada una de las partes involucradas. Ni la comunidad debe dejar de serlo ni las empresas renunciar a su esencia, simplemente ser todos mejores en lo que a cada uno le compete.

Comentarios