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Diciembre negro

De la Rúa declaró por muertes de 2001

Responsabilizó al ex ministro Mestre y a la jueza Servini de Cubría.


El ex presidente Fernando de la Rúa responsabilizó ayer al fallecido ex ministro del Interior de su gobierno, Ramón Mestre, por la brutal represión de diciembre de 2001 en Buenos Aires (Plaza de Mayo y Obelisco), donde murieron cinco manifestantes y 117 personas resultaron lesionadas.

Al declarar como testigo ante el Tribunal Oral Federal 6, lamentó haberse ido de la Casa de Gobierno en helicóptero tras renunciar a su cargo y sobre eso reflexionó: “Fue una errónea decisión por el efecto que después tuvo como imagen”.

De la Rúa, quien fue investigado por esta causa y resultó sobreseído por decisión de la Corte Suprema de Justicia, declaró ante el Tribunal que desde hace meses sigue el juicio oral y público contra varios ex funcionarios, entre ellos el ex secretario de Seguridad Enrique Mathov y el ex jefe de la Policía Federal Rubén Santos.

El ex mandatario declaró por varias horas, razón por la cual hubo que realizar más de un cuarto intermedio.

De La Rúa inició su exposición a las 11.30 luego de ser repudiado por los sobrevivientes y familiares de las víctimas del accionar de las fuerzas de seguridad aquellos días que forzaron la renuncia del ex presidente, quienes vistiendo remeras con la inscripción “los caídos viven en nuestra lucha” apuntaron contra el ex primer mandatario gritándole “asesino”.

“Mestre había sido gobernador de Córdoba e interventor en Corrientes, era un hombre muy comprometido y habrá supervisado personalmente” la actuación de las fuerzas de seguridad que actuaron en el operativo del 19 y 20 de diciembre, sostuvo De la Rúa.

“Todo esto estaba en la órbita del Ministerio del Interior. Yo le dije a Mestre que actuara y obedeciera lo que dijera la jueza” María Servini de Cubría, agregó.

Según el ex mandatario, quien se definió “abogado retirado”, los hechos que se investigan fueron causados “porque la jueza (Servini de Cubría) ordenó actuar a la Policía” hacia la media tarde de ese 20 de diciembre, y ella fue quien dispuso “desalojar la plaza hasta atrás del vallado” el cual estaba ubicado a la altura de la pirámide de Mayo.

Sobre la actuación del ex secretario de Seguridad Mathov, De la Rúa afirmó que éste no actuó directamente en el asunto, sino que estuvo ocupado “en hacer llamados y recibir llamadas con los gobernadores de las provincias que pedían refuerzos de seguridad, que les mandásemos a efectivos de Gendarmería y a Prefectura”.

En tanto, del ex jefe de Policía Santos recordó que esa jornada “no habló con él durante todo el día” y que “tampoco” lo vio en la Casa Rosada.

Además, se refirió al abandono ido de la Casa de Gobierno en helicóptero tras renunciar a su cargo: “Fue una errónea decisión por el efecto que después tuvo como imagen”, afirmó.

En cuanto a los heridos y manifestantes muertos, dijo que se enteró recién de la gravedad “cuando ya estaba en la Quinta de Olivos, por un llamado telefónico de Mathov desde el juzgado”.

“Primero me dijo que había dos fallecidos y después que ascendían a cuatro”, recordó.

De la Rúa finalmente evitó la causa penal en su contra, al ser sobreseído de manera definitiva por un fallo reciente de la Corte Suprema de Justicia, y ahora declaró como testigo.

El ex presidente no figura entre los acusados dado que el juez federal Claudio Bonadio lo desprocesó en 2002 y la sala II de la Cámara Federal porteña corroboró ese criterio asegurando que carecía de conocimiento exacto sobre la situación creada.

En esa oportunidad, la única disidencia fue la del camarista Horacio Cattani, quien puso en duda que el entonces presidente no estuviera anoticiado de lo que estaba ocurriendo tras su decreto, pero a fines de 2012 Casación confirmó el desprocesamiento.

Luego la medida fue apelada ante la Corte Suprema por el Ministerio Público Fiscal y el Centro de Estudios Legales y Sociales (Cels), que es querellante en el juicio oral de esta causa, y en mayo de este año, ese tribunal ratificó el sobreseimiento.

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