El Hogar Encuentro, Corrientes 1513, es un lugar de tránsito que ampara a niños recién nacidos, hasta cinco años de edad. El refugio nació en 1995 y las causas por las que llegan los pequeños son muchas: violencia familiar, abandono, abuso, entre otras.
Mariana Coppari es encargada del Hogar y habló con El Ciudadano: contó que en un comienzo albergaron niños derivados de los Tribunales, otros del Hospital de Niños; pero cuando cambió la ley, en 2005, los niños comenzaron a llegar desde la Dirección Provincial del Menor, no desde Tribunales.
—¿Cómo comenzó a trabajar en el Hogar?
—Originalmente se creó la Asociación Civil Encuentro, la escuela de metafísica, el objetivo era el servicio y la directora era mi mamá, Beatriz. Al poco tiempo, se planteó, con los directores, ir a Tribunales y preguntar si podíamos hacer un hogar de ancianos, o de niños. Nos respondieron de Tribunales que hacía muchos años que Rosario no tenía un hogar cuna, hace 12 años que estoy acá, el Hogar cumplió 17.
—¿Qué tipo de necesidades tienen?
— En este momento hay ocho niños en el Hogar. Mucha de la ayuda que ingresa se la damos a los ex combatientes de Malvinas que están yendo al norte, a lugares carenciados. Nuestro objetivo también es ayudar a otras instituciones que no se conocen; ropa y medicamentos no necesitamos porque recibimos de los laboratorios, las pañaleras también nos envían ayuda. Sí necesitamos comida perecedera, como por ejemplo, carne, pollo, crema, pescado, queso. Las personas que quieran colaborar con ayuda económica, la institución tiene una cuenta bancaria, también pueden acercarse al hogar y nosotros le entregamos su respectivo recibo, el horario de atención es de 9 a 12.30.
—¿Cómo funciona el Hogar?
—Contamos con el personal que se encarga de la comida y la limpieza, la provincia aporta personal que viene a ayudar, además están los colaboradores que son las que nos dan el oxígeno para que ellas puedan hacer las tareas, y todas las empleadas cobran su sueldo. La provincia nos pidió más espacio físico para poder albergar más chicos como Centro de Día, por eso ampliamos la institución, para poder brindarles a 25 niños más su desayuno, almuerzo y merienda. A la espera de este cambio provincial, tenemos que hacer una modificación y colocar todo lo que sea Centro de Día. En este momento hay ocho niños, seis en Centro de Día.
—¿Qué significa el Hogar para usted?
—Tengo dos hijos, mi marido, el Hogar es mi segunda casa, literalmente. Es parte de mi vida, no tengo palabras para explicarlo, lo tengo incorporado. Las empleadas se encargan de los chicos, yo me ocupo de que no falten pañales, óleo, que sean atendidos, todo lo que sea organización, que es la base.
—¿Y para los niños?
—Siempre quisimos que los chicos supieran que hay otra realidad, ellos acá viven como cualquier niño, van a la escuela, pero tienen que aprender que hay personas que los quieren y los respetan. Había niños que comían de la basura y tuvimos que enseñarles a comer del plato, otros se bajaban de la cama y hacían sus necesidades fisiológicas al lado de la cama, cuando alguien ingresaba al Hogar le preguntaban si tenían una monedita.
—¿Cuál es el sueño que anhelan?
—Necesitamos “nuestra” casa, que el lugar físico sea del Hogar, nos cuesta mucho pagar el alquiler, una empresaria nos ayuda con este tema. Hace 16 años que alquilamos y necesitamos un hogar propio, no podemos irnos muy lejos de la escuela de metafísica porque es la que sostiene el Hogar; es importante el alumnado, la gente viene a clases y siempre deja algo de dinero en la canasta. Sin la Asociación Civil, sin fines de lucro, se disuelve, todo lo nuestro va a la fundación del Hospital Vilela, rige en el estatuto. El Hogar Encuentro está por la ayuda de la gente.
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