Ciudad

De la memoria hacia el futuro

Se conocieron las conclusiones del III Congreso de las Lenguas realizado en la ciudad. En un crítico documento se le reclaman al Estado distintas reivindicaciones históricas para los pueblos originarios.

Por: Diego Montilla

Luego de tres días de debates, charlas y exposiciones de las que participaron disertantes de la Argentina, Brasil, Chile, México España y las comunidades de pueblos originarios en los últimos días de mayo pasado, finalmente se conocieron las conclusiones del III Congreso de las Lenguas realizado en la ciudad en el Centro Cultural “La Toma”. Los organizadores emitieron un documento pidiendo –entre otras cosas– el reconocimiento de la plurinacionalidad del Estado argentino, la restitución de tierras a las comunidades originarias, la devolución de su patrimonio ancestral a las comunidades indígenas, la oficialización de los idiomas existentes antes de la llegada de los conquistadores, la implementación de la ley de Medios y demás reivindicaciones históricas.

Al respecto, el etnolingüista y organizador del congreso Rodolfo Hachen señaló que “todavía queda mucho por hacer”. “Lo que suelen hacer los gobiernos es legislar en función de los reclamos de los pueblos originarios y después no garantizar el cumplimiento de las distintas normas. El derecho a la educación, por ejemplo, no se garantiza porque después no hay un presupuesto que acompañe a un determinado decreto. Se les pide a las provincias que garanticen escuelas aborígenes pero sin apoyo presupuestario, lo que hace imposible su concreción. Además, no hay capacitación docente, no hay formación para los maestros, no se pagan las investigaciones. No se termina de reconocer a los pueblos aborígenes tal como lo dice la Constitución. No hay ningún gesto por parte del Estado para oficializar a las lenguas indígenas. Seguimos siendo un país monolingüe y monocultural, que no reconoce la diversidad de culturas que tiene. La clave y la deuda pendiente sigue siendo la falta de integración, algo que lamentablemente no se da”, remarcó.

La idea eje del encuentro –del que participaron comunidades aborígenes, investigadores, lingüistas, académicos, escritores, alumnos y artesanos, entre otros– es el reconocimiento de la plurinacionalidad del Estado argentino “respecto a la diversidad y el derecho a la igualdad con identidades y reconocimiento de las identidades de géneros”.

Con respecto a la restitución de los territorios ancestrales, el reclamos se basa en “la necesidad de la figura de posesión comunitaria de las tierras, como una forma jurídica por fuera de la categoría de propiedad privada existente en la legislación vigente; y el reconocimiento y reparación histórica del los genocidios cometidos por el Estado argentino desde su constitución como Estado nacional contra los diferentes pueblos originarios preexistentes”.  Además, se pidió “declarar las matanzas ocurridas como crímenes de lesa humanidad”.

“Se dieron discusiones muy profundas. Toda la gente que participó del congreso dejó en claro por donde va la problemática. La frase de los cabildantes de 1810 que decía «el pueblo quiere saber de qué se trata» ahora cambió a «esta vez el pueblo quiere decir de qué se trata». La gente ya está informada de varios porqués. Es muy fuerte la demanda ahora, y eso es muy saludable, de parte de los pueblos indígenas. Hay un proceso de evolución con respecto a sus derechos”, indicó el integrante del Instituto de Artes Contemporáneas de Rosario (Icaro).

Otro de los puntos se basó en la “necesidad de que los pueblos originarios tengan una representación política proporcional en todos los estamentos del Estado, asegurando una participación real y efectiva en todos los estamentos ministeriales con las formas organizacionales de cada pueblo, garantizando que los mismos asuman su representación sin pasar por los partidos políticos, realizando asambleas en cada comunidad, para elegir los representantes”.

Más adelante, en el documento se solicita la “inclusión en el Censo Nacional a realizarse este año, de un punto que interrogue sobre la descendencia originaria de la población, para poder garantizar la real proporcionalidad de la representatividad pluricultural del Estado argentino”. “Que el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (Inai) sea quien garantice la inclusión de los dos puntos anteriores”, se destacó.

También se reclama que “los Estados nacional, provinciales y municipales garanticen y financien la educación intercultural bilingüe en todo el territorio de Argentina, respetando las cosmovisiones originarias, los calendarios y efemérides originarias y la autonomía de los pueblos en la construcción de la currícula, formación de los docentes y elaboración de todos los materiales didácticos”. “Es importante promulgar la creación de un estamento concreto dentro del Estado que garantice la educación intercultural hasta que esta sea incluida completamente dentro del Ministerio de Educación”, se solicitó en otro párrafo.

En otra parte del escrito se pidió la “implementación de becas de estudio y promoción cultural para que el Estado deje de subsidiar a las escuelas privadas”, con el objetivo de tener “un Estado y una educación laica para todas y todos reviendo la simbología nacional, compartiendo e integrando la cosmovisión de los pueblos originarios”.

“Durante todo el congreso lo que se pidió fundamentalmente es que el Estado tenga una participación más clara y más presente. Hay reclamos que se vienen reiterando desde hace muchísimos años y que no son escuchados”, continúa Hachen.

En otra parte se solicitó la “efectiva implementación de la ley de Medios, garantizando una verdadera democracia participativa y el reconocimiento de la igualdad de acceso a la información de los comunicadores de los pueblos originarios”.

“Exigimos la soberanía alimentaria y las garantías de un pluricultivo consiente.  Por el derecho a la salud, y el reconocimiento a los saberes ancestrales respecto de las formas de curar, prevenir y sanar enfermedades; por el respeto de los derechos de la infancia y la ancianidad, por un verdadero intercambio intercultural entre los pueblos originarios y la sociedad global. También nos solidarizamos con el Pueblo Wichí en este momento histórico en el marco del Bicentenario, en el que se encuentran fosas comunes con hermanos/as asesinados en tiempos de la dictadura”, se subrayó en otra parte del escrito.

“Nosotros lo venimos viendo a través del desarrollo de los distintos congresos. Hay una toma de conciencia por parte de la sociedad en general con respecto a los temas de los pueblos originarios. Lo que quiero decir con esto es que antes los indígenas pedían por sus derechos y ahora los demandan o los exigen. Esa es una toma de conciencia que se ha generado tras largos años de lucha. Hay un desarrollo. Estamos hablando del derecho a la educación, a la infancia, a una vejez digna, a la biodiversidad y muchos puntos más”, concluyó el etnolingüista.

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