La noticia conmueve, duele, y genera reacciones. El Juzgado de Instrucción de distrito en lo Civil y Comercial y Laboral Nº 1 de Melincué dictaminó la subasta del mítico estadio del Club Olimpia de Venado Tuerto a raíz de un reclamo histórico de varios acreedores.
En Venado hay permanentes negociaciones y charlas con dirigentes políticos para evitar el remate, y para sumar presión y ganar adeptos se organizó un abrazo simbólico al estadio, aquel que fuera escenario de grandes eventos para la historia del básquet provincial y en el que apenas hace una semana se jugó la fase inicial del Argentino de Mayores.
Si en las próximas horas no se llega a un acuerdo para modificar la situación, el 1º de septiembre abrirán los sobres de la licitación judicial con mejoramiento de ofertas de los bienes muebles e inmuebles del club. Amalia Gladys Urtubey es la martillera designada por la Justicia. La deuda supera los dos millones de pesos.
Lo más sencillo sería culpar a los acreedores que generan el reclamo, algunos desde hace veinte años y varios que fueron protagonistas de las épocas de esplendor de la institución. La inmensa mayoría no hizo ni hace más que reclamar lo que le corresponde, y lejos están de desear que Olimpia se quede sin estadio.
La historia de la deuda habrá que buscarla allá por las épocas de gloria cuando quebró el Banco Integrado Departamental (BID) que fue el auspiciante del Olimpia multicampeón. Habrá que entender que entre esa dirigencia del banco y del club se gestó la debacle y que luego, en los años siguientes de TNA la situación nunca pudo encaminarse, e incluso se empeoró. Los problemas económicos lejos estuvieron de solucionarse y en 2009 se vivió una situación muy similar a la actual, pero se llegó a un acuerdo para evitar lo peor. El problema es que para un club ya alejado de los grandes escenarios también fue muy duro encontrar la forma de pagar.
Olimpia, apostando a lo social, a seguir compitiendo con los chicos en la Venadense y en la Liga Provincial, se mantuvo en la lucha. Con Andrés Rodríguez como jugador-DT participó de la Liga de Mayores y actualmente lo hace en Formativas. En la Venadense llegó a semifinales.
La gente que lo siente de corazón se está moviendo para evitar la subasta, para encontrar un poco de aire a la situación. Por eso el próximo domingo 7 de agosto a las 14.30 en Juan B. Justo y Uruguay está convocada toda la familia venadense para darle un abrazo simbólico al estadio y mostrar el deseo de que todo se solucione. Un buen paso, una demostración de afecto, que seguramente deberá ser acompañada de un proyecto para cumplir con los que trabajaron y nunca percibieron sus pagos, y por un apoyo político para colaborar con una institución que supo darle alegrías a todo Santa Fe.
EL APOYO DE LOS GRANDES
La situación de Olimpia toca de cerca a los protagonistas del básquet nacional. Todos resaltan el deseo de que la situación se solucione. Sebastián Uranga fue todo un símbolo del equipo y reflexionó a pedido de El Hincha: “Olimpia es grande en serio. Supo vivir en poco tiempo cuestiones de gran impacto más allá de los campeonatos. Logró apoyo popular y marcó un momento en la Liga. Que viva esta situación me pone mal, porque jugué ahí, mis hijos son de Venado. Es algo que le tiene que doler a todo el básquet y hay que intentar solucionarlo de una vez por todas. Sé que va a salir de esta situación, los grandes siempre vuelven”.
Como Andrés Nocioni desde la Villa Olímpica, Lucas Victoriano fue uno de los que invitó al pueblo venadense al abrazo simbólico por intermedio de un video: “Me encantaría que sea algo masivo, que todos los que vivieron esos títulos y fueron felices en ese estadio puedan estar el domingo apoyando a Olimpia”.
“Todos unidos podemos hacer cosas grandes y evitar que se remate el estadio. Le doy todo mi apoyo a Olimpia en este momento”, fue el mensaje de Leo Gutiérrez en un video.
Mientras que el DT rosarino Pablo D’Angelo contó sus sensaciones y experiencia: “Es una mala noticia la posibilidad de que desaparezca una institución por la función social que cumple, personalmente me tocó estar y no cobrar, pero no hice juicio y preferí dar vuelta la página. Muchos pasaron por lo mismo y de tanto en tanto aparece esta situación de tener que salvar al club, pero una vez logrado todo sigue igual y hay nuevos damnificados. Esta cruzada es muy loable y creo que debe seguir hasta encontrar una solución definitiva”.
“Olimpia es mi lugar en el mundo, ver las inferiores respirar ese aroma de mi niñez lo es todo. Por favor que esto no quede en un recuerdo, que haya más chicos divirtiéndose, haciendo amigos como me pasó a mí, que no les roben la ilusión, el dinero importa, pero no compra sentimientos”, se emocionó Damián Palacios, hoy en Vasco de Brasil.
El rosarino Gonzalo Bogado vivió la época de esplendor de Olimpia y está abocado en ayudar: “Siento profunda tristeza y a la vez desprecio por la raza política a la que sólo le interesa el inmueble sin considerar la cantidad de chicos que salen de la calle para estar en el gimnasio. Siento dolor porque es un tema más político que económico. Fui damnificado por Racing y allí no hubo remate. Espero que también se ayude a Olimpia”.
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