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De festejo entre la risa y la resistencia

Payasos Autoconvocados cierra el año con función y varieté

Este viernes en el Teatro de Plataforma Lavardén, y el domingo en Buenos Aires y el río, siempre con entrada a la gorra.


Una década de risas compartidas, disparates clownescos e imprescindible compromiso político. Los Payasos Autoconvocados, colectivo local cuya búsqueda está íntimamente ligada al proyecto Teatro X la Identidad Rosario que lleva adelante la delegación local de Abuelas de Plaza de Mayo, cerrará este fin de semana los festejos que comenzaron en abril último por su primera década de trabajo en la ciudad. “Cumplimos una década y queremos agradecer a todos los que nos han acompañado en estos 10 años de alegría incansable por las plazas, las marchas, los teatros, los galpones y todo lugarcito que hemos encontrado para desplegar nuestra bandera transparente; la bandera de la risa y la resistencia”, publicaron en la últimas horas en las redes sociales los Autoconvocados acerca de la función de este viernes de Algo me hace ruido, último trabajo del grupo, una creación colectiva sobre la identidad, que se presentará a las 21.30, en el Teatro de la Plataforma Lavardén (Sarmiento y Mendoza), y del megavarieté que el domingo, desde las 18, ofrecerán, con música en vivo, en el predio de Buenos Aires y el río, en ambos casos, con entrada a la gorra, una de las marcas distintivas de este colectivo de artistas rosarinos.

Identidad en primer plano

“Son dos eventos que están ligados a los festejos por los diez años de este colectivo de laburo. El primero, la función de Algo me hace ruido, es una nueva función de este espectáculo que estrenamos el año pasado con motivo de los diez años de Teatro X la Identidad Rosario; y el varieté del domingo es bien exagerado, olímpico, como nos gusta a nosotros, con una banda en vivo y con la participación de la mayoría de los artistas que formamos parte del proyecto en estos diez años, además del buffet y los choripanes que también son una marca”, adelantó Julia Castillo, integrante histórica de los Autoconvocados, quien además tuvo a cargo la dramaturgia y dirección de Algo me hace ruido junto a Lucas Cristófaro De Vincenti, y participan en escena con Mauricio Tejera, Fernanda Molina, Marisa Rinaldi, Esteban Angeloff, Alejandro Rodríguez Zabala, Magdalena Dayub, Rodrigo Tejerina, Axel Siebenrock, David Delena, María Scacchi, Augusto Izquierdo, Facundo Fernández, Gonzalo Oviedo y Atilio Basaldella.

Respecto de la búsqueda de Payasos Autoconvocados, que ofrecen una propuesta estética ligada al clown más puro y directo pero sin perder de vista en ningún momento lo ideológico, Castillo detalló: “Claramente, la identidad es una marca de la propuesta porque la temática está siempre en los contenidos; de todos modos, aún nos cuesta definir nuestra estética; vamos mutando en la medida en que recorremos el camino, porque además es un grupo abierto, del que entra y sale gente todo el tiempo, y los que llegan traen siempre algo propio y nuevo que se mixtura con lo que está. Somos entre 25 y 30 payasos que llevamos adelante nuestro trabajo de manera independiente y autogestiva y eso también es ideológico, es una forma de hacer política a través del arte, que es nuestra herramienta de trabajo, porque ante todo somos trabajadores de la cultura”.

Lo que “hace ruido”

“Todo parece estar en su lugar, las cosas suceden en el orden previsto: mi casa es mi casa y estos son mis vecinos. Me enseñaron que yo soy yo, que este es mi nombre, mi familia, mi país, mi cultura; pero miro alrededor y algo me hace ruido”, adelantan acerca de Algo me hace ruido y agregan: “También sé que el amor es el amor, que la guerra es la guerra, que los buenos triunfan y los malos siempre son los otros… pero algo me hace ruido. Y ese ruido se multiplica, se vuelve voz, llanto, sombra juguetona, danza absurda de tropiezos y cachetazos. O simplemente un grito ciego, una risa sin rostro. Entonces, en cada rincón, escucho una canción íntima y abismal, aquella voz tan mía y tan extraña que entre sueños me pregunta: «¿Y ese ruidito?»”.

“Este proyecto comenzó por la convocatoria de Teatro X la Identidad y a partir del trabajo de las Abuelas de Plaza de Mayo que siguen buscando a sus nietos; una rama muy fuerte de ese trabajo tiene que ver con lograr desde el teatro que aquellos que duden acerca de su identidad, se lo cuestionen, ése es el origen”, analizó Castillo, al tiempo que agregó: “De todos modos, buscamos hablar de identidad en un sentido más amplio; qué es la identidad para nosotros o de qué hablamos cuando hablamos de identidad son algunas de las preguntas o premisas que en general son las mismas preguntas que un payaso se hace en su derrotero. Y el proceso fue largo y complejo porque estuvo lleno de interrogantes que de un modo u otro fuimos plasmando en la escena. Por otro lado, hay un personaje troncal, al que llamamos El Desenfocado, que es el que puntualmente siente que todo está en un estado de supuesta «normalidad», más allá de que la normalidad no exista y que hay que estar bastante loco para sentirse normal, y entonces todo el tiempo siente que algo no está bien, que no encaja en esa realidad, y su búsqueda es interminable”.

Hijos de la dictadura

“La mayoría de los que estamos en este trabajo somos hijos de la dictadura pero tenemos una fuerte marca que nos dejaron los 90 –expresó Castillo–; por lo tanto, la actualidad está siempre presente en lo que hacemos y estamos impregnados de ese cocoliche que generamos como colectivo abierto y multicultural que siempre celebra, y sobre todo en este momento, la alegría de seguir estando juntos, porque somos artistas populares pero no masivos, que elegimos vivir del apoyo de la gente; necesitamos que vengan a mirar, a confrontar, a ver qué les gusta, qué les parece lo que hacemos. Lo bueno de esto es que sólo pasa ahí: no sucede ni en internet ni en la televisión”.

Vasto recorrido

Payasos Autoconvocados es un colectivo artístico amplio, dinámico e inclusivo de otros equipos de trabajo locales, que en la actualidad suma alrededor de 30 payasos, y que se gestó hace diez años con la premisa de investigar en la escena a partir de la estética del clown, apelando a su potente “fragilidad”, buscando establecer un punto de encuentro con el espectador desde las poéticas teatrales ligadas, básicamente, al humor y a lo popular que caracterizan lo clownesco. En su primera década de recorrido, estrenaron o acompañaron un puñado de propuestas ligadas al clown en un sentido amplio, entre las que se destacan sus habituales varietés y maratones, o espectáculos tales como ConCiertos payasos o la recordada versión de Cenizas (quedan siempre), de Héctor Presa, además de la presente Algo me hace ruido.

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