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¿De qué período viniste?

De barrilete a libélula: bautizó un fósil de insecto desconocido en homenaje a Maradona

Julián Petrulevicius estudia fósiles de insectos por el mundo y halló en Jujuy un espécimen hasta ahora único. Calcula que tendrá 60 millones de años. Una de las principales revistas científicas internacionales publicó su investigación el día de la muerte del 10


En octubre Julián Petrulevicius mandó la investigación en la que venía trabajando durante años a la revista Palaeoentomology, parte de Magnolia Press, un ícono de las publicaciones científicas internacionales. Le dijeron que si todo iba bien la publicarían en diciembre. El 25 de noviembre los editores de la revista lo contactaron apresurados. Diego Armando Maradona había muerto y querían publicar su investigación dedicada a una nueva especie de libélula nunca antes vista que vivió hace 60 millones de años en Jujuy y a la que Petrulevicius había bautizado Librelula maradoniana.

El homenaje del científico argentino que estudia insectos fósiles en distintas partes del mundo servirá para otras investigaciones sobre la conexión que había entre América y Oceanía. No fue la primera vez que Petrulevicius dio nombre a sus hallazgos con personalidades del campo popular. En 2016 había homenajeado a Milagro Sala, Cristina Fernández de Kirchner y Néstor Kirchner al dar nombre a un grupo de insectos de los más antiguos del mundo encontrados en La Rioja. En diálogo con El Ciudadano, el investigador contó del fósil maradoniano recuperado cerca de El Fuerte, Jujuy. Y también de cómo en el homenaje agregó un señalamiento a la persecución política y judicial al ex presidente de Brasil Lula Da Silva jugando con las palabras libélula y Libre Lula.

—¿Qué características tiene la Librelula maradoniana?

—Cuando se descubren especímenes fósiles o actuales se estudian en comparación con las especies ya conocidas por la ciencia y publicadas previamente en revistas científicas. Después de enviar el manuscrito los revisores constatan el método, resultados, conclusiones y bibliografía. Las libélulas poseen muchos caracteres en las alas que permiten distinguir entre especies y mayormente entre géneros, familias, órdenes y clases. Uno de mis trabajos es investigar estas semejanzas y diferencias en la morfología de los insectos para conocer las relaciones de parentesco. Esta libélula tiene diferencias en la nerviación de las alas.

—¿Qué relación tiene con Maradona?

—Los científicos plasman sus intenciones y deseos en la nominación de nuevas especies y algunas veces pueden estar reflejadas características del homenajeado. Soy especialista en libélulas, seres que vuelan con levedad en el haikú japonés y en los cuentos de hadas europeos y son presagiadores de buenos augurios entre nosotrxs. Mirando una libélula, puede decirse: «Vuelve del aire / construyéndose en el / oasis verde». Estas percepciones explican mis dedicatorias a nuestrxs ídolxs populares, constructores y construcciones. De lo más preocupante en este momento están lxs presxs politicxs y la dedicatoria en 2016 de la libélula Tupacsala niunamenos nos recuerda que Milagro está presa por ser mujer, negra, india y con capacidad de construcción colectiva.

—¿Cómo describirías el valor del descubrimiento?

—Nuestra libélula es especial porque sus especies emparentadas hoy no viven en América del Sur. La hipótesis es que está emparentada con especies de argioléstidos que están en las Islas Célebes, Nueva Guinea, Nueva Caledonia y Australia. Para la comunidad científica son resultados complementarios a los estudios de la tectónica de placas y su deriva en tiempos geológicos. Hace 60 millones de años había conexiones entre América del Sur, la Antártida y Australasia pero posteriormente los argiolestinos se extinguieron, excepto en Australasia. En la ciencia las hipótesis iniciales como la de Librelula se van reforzando, validando y estableciendo con mayor precisión con más investigaciones y especímenes. Las relaciones pasadas entre continentes, su fauna y flora permiten conocer nuestro entorno no solo como una fotografía actual sino incorporar la dimensión temporal y entender la evolución de nuestro planeta a través de millones de años.

Distintos medios de comunicación de China tomaron el paper el día de la muerte de Maradona

 

Alas

En 2017 Petruleviciusy el paleontólogo Pedro Gutiérrez fueron recibidos por Cristina Fernández de Kirchner en el Instituto Patria. Después de investigar una serie de libélulas de 6 alas (cuando en general tienen 4) y más de 325 millones de años decidieron nombrarlas Tupacsala niunamenos, Argentinala cristinae y Kirchnerala treintamil. El homenaje fue a Sala, Fernández, Néstor Kirchner y los desaparecidos en la última dictadura cívico-militar.

CFK escribió sobre el encuentro: “Me trajeron un cuadro de la Argentinala cristinae. No sé por qué, pero las libélulas siempre me parecieron mágicas y etéreas, como hadas”.

 

El homenaje a Néstor Kirchner vino porque a pocas semanas de asumir la presidencia mantuvo una entrevista pública con Petrulevicius en París. En ese momento el científico era becario externo del Conicet y quería reclamar por la situación de la ciencia en la Argentina. Entre otras cosas, que quienes investigaban en su categoría habían estado 9 meses sin cobrar. Hoy Petrulevicius nombra ese momento como un “Recalculando”. En 10 minutos de conversación Kirchner volteó sus frustraciones y le aseguró que la ciencia sería una política de Estado de su gobierno. Le dijo que iba a dar vuelta la ecuación de los recursos destinados a pago de deuda y educación y ciencia y que se iba a destinar, como mínimo, el 6% del PBI. “Volvimos y cumplió su palabra. En su gobierno y los siguientes de Cristina se elevó la apuesta al crear el Ministerio de Ciencia y mejorar en lo que podría llamarse una refundación del Conicet en infraestructura, subsidios, salarios y condiciones de trabajo”, dice hoy Petrulevicius.

Descubrir

Si buscan las palabras “Diego Maradona” + “ciencia” en Google hay pocos artículos que intentan explicar la maravilla futbolística que fue. Muchos son posteriores a su muerte, donde científicos hablan de su estatura, peso o alimentación. La mayoría concluye que faltan más personas como Diego para sacar conclusiones dignas de una publicación en una revista internacional. Si buscan en páginas chinas hay varias que reflejan el descubrimiento de Petrulevicius.

En tiempos donde parte de Argentina resiste la ciencia –esa que mandaron a lavar los platos, la degradaron a secretaría y ahora le piden respuestas a la pandemia– la pregunta sigue intacta: ¿Por qué investigar? Quizás porque inspira a futuras generaciones poder descubrir algo que no conocíamos. Como cuando desciframos por primera vez cómo patear una pelota y la seguimos con la mirada. O como cuando vimos a Maradona patear por primera vez y no pudimos dejar de verlo cada vez que hay un video suyo.

Con nombre y apellido

Petrulevicius es Licenciado en Biología y Doctor en Ciencias Naturales por la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la Universidad Nacional de La Plata y HDR (Habilitation à Diriger des Recherches) por la Universidad de Reims, Champagne-Ardenne de Francia. También es investigador del Conicet y Profesor de la FCNyM y trabaja en la División Paleozoología Invertebrados del Museo de La Plata.

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