Dos sensaciones encontradas invaden a Carlos Dávola en los días posteriores a la celebración del convenio de intercambio futbolístico entre Tiro Federal y Central. “Estamos felices por el convencimiento que tenemos de que será un acuerdo beneficioso para ambos, en el que ganaremos todos. Pero como cualquier desprendimiento, nos produce tristeza el hecho de dejar parte de un proyecto por el que hemos luchado muchísimo”, expresó el presidente tirolense en entrevista concedida a El Hincha.
“Ahora sí vislumbro el final de mi película en Tiro Federal”, aseveró Dávola, poniendo en evidencia que serán sus últimos años al frente del club de barrio Ludueña. “Por la potencialidad que tiene Central y por la calidad de jugadores que tenemos es el convenio de las oportunidades para mucha gente. Central tiene la capacidad para resolver ciertas cosas con un simple llamado telefónico, mientras que a nosotros todo nos cuesta dinero. Hay que laburar en equipo. Y cuanto más grande sea el equipo, mejor”, consideró el titular del club.
—Hace 17 años que estás en el gobierno de Tiro Federal. ¿En qué lugar ubicás a este convenio con Central?
—A nivel institucional, es lo más importante que pudimos conseguir. A nivel deportivo, veremos los resultados. Institucionalmente es muy importante. No por los beneficios o las pérdidas que podemos tener. Sino por el quiebre que se producirá a nivel cultural dentro del fútbol argentino. Fuimos pioneros de dos hitos importantes. La campaña de marketing que después nadie ha podido implementar. Hemos trabajado mucho y hasta fuimos parte de un libro. No lo pudimos extender en el tiempo porque en lo deportivo nos fue mal y perdimos la categoría en la B Nacional, algo que no estaba previsto en lo más mínimo. Eso nos anuló el proyecto. Otros equipos lo intentaron pero buscaron recursos rápidos. Y el marketing no es exclusivamente venta de publicidad. Es una parte. El marketing es el reposicionamiento de una marca, mostrar una imagen y una metodología de conducción. Tiro Federal es un club sin violencia, en donde se pueden resolver las cosas ejecutivamente.
—¿Qué tipo de patrimonio tiene Tiro Federal para haber captado el interés de Central?
—Hay dos cuestiones. La primera es que no tenemos erogaciones importantes previstas en sueldos. Porque los jugadores que tienen que volver, como los casos de (Facundo) Talín y (Leandro) Armani, seguramente se irán a otros clubes. Y aquellos a los que hay que hacerles contrato, no son tantos y recién tendrán que firmar los primeros contratos. Y todos los jugadores que actuaron en el último Argentino A demostraron que son capaces de sacar adelante una situación muy complicada. Cuando la mayoría de los más grandes habían defeccionado. No es casualidad que hayan terminado jugando siete futbolistas surgidos de las inferiores. Acá fue al revés. Los grandes terminaron acompañando a los chicos. A muchos les daba lo mismo jugar o no jugar. Y completaron el equipo. Una cosa sorprendente. En el banco de suplentes eran todos jugadores de experiencia. Y los jóvenes fueron los titulares. Desde ese punto de vista, tenemos un patrimonio muy interesante. Y más en divisiones inferiores, en donde hay jugadores muy capacitados. De hecho el pasado fin de semana enfrentamos a Central A y no nos sacamos ventaja. Ganamos uno cada uno y empatamos cuatro. Física y futbolísticamente, los jugadores están a la altura de las circunstancias. Hay buenos jugadores a los que les faltaban oportunidades.
—¿Este convenio puede servir para relanzar el nombre de Tiro Federal?
—No hay dudas. La exposición que nos ofrece Rosario Central tiene que ir acompañada por nuestra propia responsabilidad. Siempre fuimos responsables. El fútbol está lleno de irresponsables y aventureros. Nosotros tenemos una larga trayectoria. Aceptamos las diferencias que hay respecto de un club tan grande como Central y seremos muy cuidadosos en nuestros actos. Y ahora tenemos que hablar por nosotros y por Central. Sabemos lo que representamos. Y también sabemos que estamos siendo observados. Porque si el convenio funciona, seremos un modelo a copiar. No todos pretenden lo mejor para los clubes. Interna o externamente.
—Al haber celebrado un convenio con Central, aparecieron seguidores y detractores. ¿A vos te llegan esas críticas o te resultan indiferente?
—Yo no puedo estar al margen de ningún cuestionamiento. Cuando es fundado, hay que revisar la política. Pero cuando es fundado por temas personales, hay que desecharlo. Cuando es un punto de vista, es un punto de vista. Nosotros tenemos más trayectoria que cualquier otra dirigencia en Rosario. Son pocos. Salvo (Mario) Gianmaría en la Asociación Rosarina, no hay dirigentes con continuidad en los clubes. Y si hicimos este convenio, es para cambiar el fútbol. Es el final de mi película. Es darles una gran oportunidad a todos para que lo copien.
—¿Ya visualizás el final de tu película en Tiro Federal?
—Ahora sí. En no tanto tiempo tendríamos que generar equipos propios con presupuestos bajos y entidades saneadas. De tal manera de no pensar a fin de año cuál telegrama llegará primero. Un dirigente sin poder económico, no está en condiciones de negociar con nadie. El gran éxito estará en recuperar el poder por parte de las dirigencias de fútbol. Estoy convencido de que podemos cambiar la historia. Y si no moriremos en el intento.
—¿Y en lo personal?
—Por supuesto. Tiro Federal va a dejar de necesitarnos. Yo tenía mucho temor que después de tanto esfuerzo, todo tuviera un triste y prematuro final. Ahora tenemos asegurada una continuidad extraordinaria. Para ello debemos tener mucha inteligencia tanto (Norberto) Speciale como yo. Para generar gente nueva que se sume al proyecto. Que no deja de ser un acto de desprendimiento. En nuestro caso, significa perder poder de decisión. Lo evalué en todo sentido. También sabía que íbamos a parcializar el sentimiento de la ciudad. Porque Rosario tiene dos grandes sentimientos. Y ahora vamos hacia un camino.
—¿O sea que Tiro Federal generará antipatía en la gente de Newell’s?
—Yo creo que suma más simpatía y más antipatía. Antes éramos indiferencia. El camino se ha bifurcado. Y nosotros teníamos que tomar uno de ellos. Fue una decisión muy discutida pero nos sentimos bien. Y eso que agotamos las instancias pidiendo apoyo político. No tuvimos respuestas. Estuvimos muchos años peleando desde abajo.
—¿Qué errores asumís desde que el equipo perdió la categoría en la B Nacional?
—No haber encontrado antes un convenio de apalancamiento como el que hicimos con Central. No nos hemos podido sostener nunca como equipo. Cambiando veinte jugadores por temporada, lo más probable era que nos fuéramos al descenso. En el fútbol argentino, sostener equipos ofrece resultados al segundo o tercer año.
“El Argentino A no es para cualquiera”
“Jugar el Argentino A no es para cualquiera”, advierte Carlos Dávola, directivo de mil batallas sobre el lomo en el fútbol de ascenso. “Lo sabemos y confiamos plenamente en la gente que estará a cargo del equipo y que también va a organizar el plantel”, indicó el presidente de Tiro, a una semana de haber cerrado el convenio con Central.
—¿Le transmitiste a la gente de Central que el Argentino A no es un torneo de Reservas?
—Lo hemos hablado con el presidente de Central. Y creo que (Norberto) Speciale es conciente de ello. No es un torneo menor; sí distinto. Por las características y por otro tipo de juego. El fútbol es el mismo, pero el juego es diferente. Por las dimensiones de las canchas, por el público, por los árbitros, por las presiones… Igual sabemos que un jugador capacitado puede jugar en cualquier categoría. Y un futbolista con limitaciones, puede jugar en determinadas divisionales. Y aquellos que están preparados para jugar cualquier categoría, tendrán que demostrarlo en el Argentino A. Confío en que la movida saldrá bien, aunque quien corre mayor riesgo y expone la corona es Tiro Federal.
—¿La imagen del convenio será el equipo del Argentino A?
—El torneo que se juega es para Tiro Federal. Este convenio fue celebrado para tener mayores expectativas y pelear campeonatos. Entonces, quienes nos exponemos más somos nosotros. Porque si no funciona el equipo de primera, no valdrá de nada. Los clubes valen por lo que generan a través del fútbol. Tenemos un espacio muy importante para trabajar que son los jóvenes del fútbol.
—¿Cuánto tiempo estuviste negociando con Central?
—Negociando estuvimos en la parte final. Sí estuvimos hablando mucho tiempo de cuestiones futbolísticas. Tengo mucha relación con dirigentes de fútbol y era una idea que tenía en mente implementar desde hace un rato. Inclusive lo habíamos hablado con la gente de Colón. Yo estoy convencido de cómo estamos organizados, no vamos a poder competir a futuro con estructuras en otros países. No hay salida económica. Entonces hay que ser creativos y buscarle la vuelta.
—¿Y un convenio de intercambio de jugadores era la vuelta que había que buscarle?
—Uno de los egresos más importantes que tienen los clubes son los pagos de salarios. No hay equipos en el fútbol argentino que defiendan un proyecto con jugadores surgidos de las inferiores y con el costo de los primeros contratos. Y el patrimonio del club son los futbolistas.
—¿Qué encontraste en Miguel Russo como director deportivo?
—La figura de Russo hubiera sido inalcanzable si no se celebraba un convenio con Central. Eso sí, un gran profesor debe estar rodeado por buenos ayudantes. Estará supervisando y obviamente que su mayor preocupación y ocupación seguirá pasando por la primera división de Central. Por eso es importante que los colaboradores también estén a la altura de las circunstancias. Los técnicos deben tener ganas y capacidades.
—¿Cuándo se va a definir el técnico para el Argentino A?
—Será antes del 1º de julio. Ahí empezaremos a trabajar en el proyecto. Oficialmente no nos han informado nada, más allá de que trascendió el nombre de Cristian Daniele. La elección recaerá en Russo y entre Speciale y yo daremos la aprobación. Miguel propondrá y seguramente será el mejor para el cargo.
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