Policiales

Corrientes y Uriburu

Custodio usó un arma ilegal para evitar un robo y terminó hiriendo a un recolector: lo condenaron

Hacía tareas de seguridad en supermercado de capitales orientales cuando evitó un robo con un arma ilegal que tenía en su auto. Uno de los proyectiles le dio en la pierna a un trabajador esencial. Lo condenaron a 3 años por portación, lesiones graves culposas y por romper la cuarentena


Un custodio de seguridad, de 61 años, fue condenado por balear a un recolector de residuos cuando disparó a una dupla en moto para evitar el asalto a un supermercado de capitales orientales de la zona sur. Si bien, evitó el robo al local le pegó un tiro en la pierna a un recolector de la empresa Lime que pasaba por el lugar sobre el camión de basura, lo que dejó al descubierto que no tenía permiso de portar el arma como tampoco la habilitación para circular en el marco de la pandemia del Covid-19.

Fue imputado y ahora condenado, tras la homologación de un juicio abreviado, a 3 años de cárcel y 6 años de inhabilitación para el uso de arma de fuego más algunas restricciones dictadas por el juez Pablo Pinto por los delitos de portación ilegítima de arma de guerra, lesiones graves culposas agravadas e incumplimiento de las normas de aislamiento preventivo, social y obligatorio.

Cerca de las 20.30 del miércoles 4 de junio en calle Corrientes y Uriburu, Eduardo Antonio Meyer, de 61 años, custodiaba un comercio cuando dos hombres llegaron a bordo de una moto con intenciones de robar el local. Meyer fue hasta su auto Volkswagen Gol, sacó un arma de fuego calibre 9 milímetros y efectuó tres disparos.

Uno de esos proyectiles atravesó la pierna de un recolector de residuos que pasaba por el lugar a bordo del camión de la empresa Lime. La víctima, identificada como Santiago G. de 28 años, fue trasladado a un sanatorio privado para su atención médica.

A los dos días, el hombre se entregó ante el fiscal Rodrigo Santana de la Unidad de Flagrancia, quien lo imputó por portación ilegítima de arma de guerra con evidente falta de intención de utilizarla con fines ilícitos, lesiones graves culposas y violación a las normas de aislamiento.

Para el fiscal, el hombre tenía un arma calibre 9 milímetros en el auto que luego uso sin la autorización legal. “La pistola estaba cargada y en condiciones de uso inmediato causando peligro común para la seguridad pública”, contó una fuente fiscal.

Por estos hechos, se presentó un acuerdo abreviado por parte del fiscal Santana y el defensor Néstor Massaccesi. Meyer consintió el convenio en una audiencia oral y pública donde se hizo responsable de los hechos.

El juez Pablo Pinto admitió el convenio y homologó el proceso lo que derivó en el dictado de una condena a 3 años de cárcel condicional y la fijación de algunas reglas de conducta como la prohibición de realizar funciones o de poseer vínculos como personal de seguridad, ya sea en forma particular o como por intermedio de alguna empresa de seguridad pública o privada.

Recolectores en medio de las balas: un trabajador de Lime terminó con un disparo en una pierna

 

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