Policiales

Se presentaba como chamán

Curandero fue condenado a 14 años por abusar de una nena

De 50 años y nacionalidad peruana, lo encontraron culpable de abusar de una menor durante dos años. Se aprovechó de la chica con mayor facilidad porque convivía en la misma casa. Y tiene una investigación abierta por el mismo delito contra la hija –también menor– de su pareja


 

Dos docentes santafesinas y sus hijas menores de edad se conocieron cuando fueron trasladadas a la ciudad de Rufino para dar clases. Las mujeres se mudaron juntas y por el 2014 una de ellas comenzó una relación con un autodefinido chamán de nacionalidad peruana. Este líder espiritual y curandero se mudó con las maestras. En 2016, una de ellas se mudó y fue en ese momento que su hija, menor de edad, le contó que el chamán había abusado de ella. Este jueves, un tribunal de Venado Tuerto sentenció al hombre a 14 años prisión por el abuso sexual de la niña. Además, el condenado, de 50 años, tiene una investigación abierta en su contra por un delito igual contra la hija (también menor) de la maestra que era su pareja.

El chamán se llama Carlos Alberto Santos Grados y fue investigado por el fiscal Mauricio Clavero de la ciudad de Rufino, departamento General López. En el juicio oral, Clavero pidió la pena de 18 años para Santos Grados por el delito de abuso sexual con acceso carnal agravado –por el aprovechamiento de la convivencia preexistente con la víctima menor de edad– y contó que “las cinco personas vivían juntas porque las dos mujeres son maestras de la ciudad de Santa Fe y, por cuestiones labores, se mudaron a Rufino con sus respectivas hijas menores de edad”. Fue así que el abusador, de nacionalidad peruana y que se autodefine como chamán, fue a vivir a la misma casa por la relación sentimental que tenía con una de las mujeres.

La madre de la víctima presentó la denuncia en 2016, ya que luego de mudarse a otra vivienda, su hija le contó los abusos a los que la sometía Santos Grados. La investigación determinó que este hombre cometió estos delitos durante dos años. “En la misma casa también vivían la pareja del condenado y su hija menor de edad”, explicó en el juicio Clavero para agregar que sobre el hombre pesa otra denuncia.

La investigación abierta que tiene Santos Grados en su contra también es por delitos contra la integridad sexual en perjuicio de una niña, hija de su ex pareja, dijo el fiscal.

“En este segundo legajo no hemos podido avanzar porque la niña que habría sido víctima aún no pudo realizar el relato de los hechos, motivo por el cual no se pudo realizar la entrevista en Cámara Gesell. Respetaremos los tiempos de la menor y seremos prudentes en ese sentido. Una vez que ella pueda contar lo ocurrido, definiremos el rumbo que seguirá la investigación”, concluyó Clavero.

Detención y juicio

Apenas se enteró de la denuncia, Santos Grados huyó de la Justicia hasta el sábado 18 de febrero del año pasado, cuando el personal de la Policía de Investigaciones (PDI) lo detuvo en la capital provincial. De acuerdo con los investigadores, el hombre se había refugiado desde el principio en una vivienda de Los Nogales al 2600, del barrio Altos del Valle, desde que le dictaron el pedido de captura como presunto autor del delito de abuso sexual agravado de una nena entre los 9 y los 11 años, aprovechándose de una situación de convivencia familiar.

Este jueves a Carlos Alberto Santos Grados, de 50 años, el tribunal de Venado Tuerto –integrado por los jueces Eduardo Bianchini, Leandro Martínez y Adrián Godoy– lo condenó por unanimidad a la pena de 14 años de prisión.

El fiscal Mauricio Clavero, acompañado por su par Mariana Vidal, se mostró conforme con la sentencia. “Si bien habíamos solicitado 18 años de prisión, entendemos que la pena impuesta a Santos Grados es razonable y se aproxima al monto que habíamos solicitado desde la Fiscalía”, expresó el fiscal de Rufino.

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