Un cumpleaños de 15 terminó en tragedia anteanoche en la ciudad de Santa Fe, luego de que un muchacho de 17 años fuera asesinado y otro de 18 terminara herido de gravedad. Según informaron fuentes del caso, los jóvenes resultaron baleados mientras tomaban aire en la puerta de la casa donde se realizaba el festejo, cuando una persona pasó en una moto y les disparó sin mediar palabra. Familiares y vecinos llevaron a un centro de salud a los muchachos baleados, pero el más joven de ellos ingresó sin vida. A su vez, el herido fue operado, y al cierre de esta edición se encontraba internado.
Voceros de la investigación indicaron que el fatídico festejo tuvo lugar en el barrio Coronel Dorrego de la capital provincial. Fue más precisamente en Larrea al 1500, en una casa particular, donde familiares y amigos celebraban el decimoquinto cumpleaños de una adolescente.
De acuerdo con lo expuesto por allegados al caso, cuando el reloj marcaba las 21 y parte de los invitados se encontraba en la puerta del lugar tomando aire, un muchacho pasó en una motocicleta y, sin frenar, disparó en varias ocasiones sobre los presentes.
Producto de la balacera, Javier Elías Quintana, de 17 años, recibió un plomo en la panza y Jonatan Santa Cruz, de 18, un balazo en la espalda. Ambos muchachos fueron trasladados por los invitados de la fiesta al hospital psiquiátrico Mira y López, donde también se suelen atender casos de este tipo, con suerte dispar.
Según voceros de la Unidad Regional I, Javier Quintana no logró sobrevivir el trayecto hasta el centro de salud. Cuando fue revisado por los médicos, el muchacho ya no tenía signos vitales. A su vez, Jonatan Santa Cruz fue derivado de urgencia al hospital Cullen, también de la capital provincial, donde lo operaron para sanear las heridas del tiro que sufrió en la parte dorsal derecha del tórax. Al cierre de esta edición, el herido se encontraba internado fuera de peligro.
Los voceros indicaron que cuando personal policial se presentó en el lugar, en momentos en los que los heridos eran internados, vecinos del lugar los apedrearon, ofuscados por el homicidio y la lentitud de su accionar.