Tiene 16 años y el lunes por la noche fue baleado en Sánchez de Thompson al 100, en el Fonavi de Hipócrates y Lola Mora. Se llama Luciano, le dicen Cumpi y desde muy chico ocupó un espacio en la crónica policial. Fue a partir de 2018, cuando lo sindicaron de amenazar a una mujer para que dejara su casa. Entonces tenía 13 años, y la Policía lo encontró en una vivienda junto a familiares de Carlos Fernández, el mítico Pelo Duro que desde muy pequeño fue presentado por la Policía como el eje del mal y hoy está preso vinculado a la banda de los Funes Ungaro. En esa oportunidad, tenía un pedido de paradero por parte de su familia. Fue en junio de 2017 y como no era punible el chico terminó en una granja de rehabilitación, de la que salió hace poco tiempo. A poco de pisar la calle, lo alcanzaron los tiros. Una vez más el círculo se cierra alrededor de los pibes, donde todo hace pensar que cuando el Estado tiene que intervenir para garantizar los derechos de los niños, niñas y adolescentes fracasa y nunca hay salida.
Luciano fue atacado a tiros este lunes cerca de las 22 y recibió tres impactos que hicieron blanco en tórax, el hombro izquierdo y la zona lumbar. Una mujer lo cargó y lo llevó en su auto particular hasta el Hospital Roque Sáenz Peña. De ahí y por la gravedad de su estado, los médicos del Sies lo trasladaron al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca). Allí quedó internado en estado reservado.
Según fuentes de la investigación, el chico fue demorado en la misma calle donde este lunes lo balearon. Fue hace dos años, cuando tenía 13. Pasó dos años internado por orden judicial y hace muy poco tiempo salió. Con el correr de las horas, este martes se conoció contaba con un pedido de paradero que data del 9 de febrero pasado emitido por la Justicia de La Plata.
Las fuentes de la investigación daban cuenta por esa época que Luciano era usado por la banda de los Funes – Ungaro para que amenazara a las víctimas. Una de ellas había relatado que se trataba de un chico muy pequeño. La Policía lo encontró en junio de 2018 junto a la madre de Fernández. La mujer había declarado que al chico lo vio en la calle desvalido y le dio comida y abrigo.
Además contó que la fama de su hijo la había llevado a ella y a su familia a vivir una verdadera pesadilla. Pero aseguró que no tenía nada que ver, ya que hace más de 20 años tenía un trabajo en blanco y que el resto de sus hijos se habían mudado del barrio ya que eran acosados todo el tiempo por portación de apellido.
Luciano ahora está grave. La Fiscalía desconoce la causa de la agresión como tampoco tiene pistas sobre él o los atacantes.
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