Los “bicichorros” son una versión moderna de los arrebatadores que, desde tiempos inmemorables, andan al acecho por las calles y por las avenidas porteñas.
Estos ladrones, a diferencia de sus colegas “motochorros”, no están armados y, generalmente, no ejercen una violencia física sobre sus víctimas. Intentan apoderarse de teléfonos celulares, reproductores de MP3, carteras, bolsos u otros objetos que puedan tener algún valor y que estén a su alcance, informa el diario La Nación.
Así lo confirmó un comisario mayor de la Policía Federal: “Los «bicichorros» están al acecho en busca de peatones distraídos. Roban teléfonos celulares, carteras y alguna otra cosa de valor que la gente tiene en la mano. Estos ladrones nunca suelen estar armados. Son los que nosotros llamamos «descuidistas»”.
“Mientras las autoridades encargadas de prevenir y combatir nuestra incomprensible «sensación de inseguridad» -la que sufrimos y padecemos la mayoría de los ciudadanos que trabajamos y salimos a la calle- están pensando en chalecos naranjas y demás para tratar de controlar a los «motochorros», les participo que también ya sufrimos los «bicichorros», que, obviamente, lo hacen en bicicleta”, escribió en La Nacion el lector Miguel Moavro.
En la carta publicada, el lector agregó: “He visto su modalidad en horas de la noche; por ejemplo, en Paraná, entre Córdoba y Paraguay. Se lanzan por la vereda contra su objetivo, ya sea celular, cartera, reloj, etc., a la mayor velocidad posible y lo arrancan de su dueño. Así, abortan cualquier capacidad de reacción por la sorpresa que sufre la víctima. Presten atención a esos ciclistas, ya que, como las aves rapaces, practican primero una pasada de avistaje y acercamiento de su presa”.
“Los «bicichorros» actúan en zonas comerciales, en avenidas y en calles donde hay una gran afluencia de gente. Aprovechan la confusión para sorprender a sus víctimas y escapar en medio del tránsito y el caos”, afirmó a La Nacion el comisario mayor consultado.
Un comisario inspector de la Policía Federal sostuvo: “Generalmente, los ladrones que se dedican a este tipo de delitos se prestan la bicicleta entre ellos. Siempre tienen a mano una muda de ropa para cambiarse después de algún hecho y así evitar ser reconocidos”.
Los distraídos ya saben que, en cualquier momento, pueden ser presa fácil de los “bicichorros”. Habrá que estar precavidos.
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